Enzo había conseguido que los señores Rossi les prestaran el salón que quedaba en el último piso del hotel y daba gracias que fuera precisamente ese porque conocía a Carlo y estaba segura que en aquel momento era un volcán en erupción.Sus padres y hermanos esperaban pacientemente a que los De Luca terminaran de entrar, por lo que una vez Enzo cerró la puerta tras de él todos permanecieron en un profundo silencio.
— ¿Hijo para qué nos trajiste aquí? — preguntó Carlotta tomada del brazo de su marido.
— Por esto — contestó Carlo alzando el contenido del sobre — sus manipulaciones.
— Carlo... cuida como le hablas a tu madre — la voz dura de Lorenzo retumbó en el lugar.
— ¡Cuiden ustedes los pasos que dan!— advirtió el castaño rojo de la rabia — porque no les pasaré una maquinación ni manipulación más tras nuestras espaldas — sentenció — deje claro que quería divorciarme en paz con Claire, ¿pero qué fue lo primero que hiciste madre ?... corriste a todas las revistas que conoces a ventilar esta información y tú la ayudaste Nicoleta — dijo señalando a su madre.
— Carlo solo queríamos ayudar — dijo su madre — Gia y mis nietos deben ser reconocidos públicamente como tú familia... no pensabas tenerlos en la sombra apartados ¿o si?
— ¿Ayudar? — rió sarcásticamente el castaño — asumo que también quisieron ayudar con los reporteros que estaba a la entrada y que por poco ahogan a tu hija llenándola de preguntas.
— Carlo eres muy joven para saber cómo se manejan las cosas — intervino su padre — mi hija no es la hija de cualquier don nadie y necesita ser reconocida por lo que es... tu padre y yo hemos estado hablando y con un viejo amigo es posible que anules ese matrimonio con la americana.
Era desesperante, sentía tanta impotencia de escucharlos hablar que en aquel momento solo le apetecía salir corriendo y alejarse de ellos.
— Sería buena idea — Facundo se levantó de la silla donde permanecía callado y se puso en medio de todos — es más fácil encontrar con que desestimar ese matrimonio que lograr que Claire le dé el divorcio a Carlo... tu matrimonio hermanita nos traerá muchos beneficios a ambas familias no entiendo por qué están tan enojados.
Beneficios, eso era lo único que les importaba.
— Es inaudito todo lo que sale de sus bocas — escupió Carlo con ira — pensé que al contarles nuestro secreto nos quitaríamos un peso de encima y fue todo lo contrario — Carlo la miro a los ojos pidiéndole disculpas, lo conocía y sabía que contarles había sido un gran error — pero quiero recuerden muy bien esto que les voy a decir... Gia y yo no somos un negocio, no representamos beneficios para ustedes y mucho menos nuestra relación se convertirá en una transacción comercial.
En aquel momento todo se le estaba derrumbando, las lágrimas salían solas y no por tristeza si no por impotencia de ver cómo a pesar de que sus padres la amaran también amaban su fortuna y su apellido quizás más que a ella.
— No los quiero cerca de mi mujer ni de mis hijos mientras no cambien su forma de actuar — sentenció Carlo tomando su mano.
— ¿Qué estás tratando de decir? — preguntó su madre dando un paso adelante — no me prohibirás ver a mi hija — contestó altanera — no te equivoques Carlo, puede que te quiera por ser el hijo de mi mejor amiga pero no permitiré que cruces esa línea.
— No cruzaré más del lo que ustedes ya cruzaron — respondió — Gia y yo nos iremos a vivir a Roma — anunció — Enzo queda a cargo de la empresa aquí así que si gustan discutir mi decisión soy todo oídos.
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Regalo de Amor
Roman d'amourGia Bianchi es una hermosa diseñadora de interiores que muere por ser madre y formar una familia pero se ha cansado de esperar al hombre perfecto. No era que no lo hubiera intentado, era hermosa y cientos de hombres la habían cortejado a lo largo d...