Fiesta, celos y pasión en la mansión Vongola

324 19 37
                                    


La música lenta y suave inundaba el amplio salón de la mansión Vongola, todos los presentes vestidos elegantemente, los hombres con trajes formales y las mujeres con espectaculares y majestuosos vestidos adornando el lugar con sus figuras delicadas y exquisitas.

Aunque el ambiente era tranquilo, los susurros entre los diferentes mandatarios y personas importantes dentro de la Mafia no se hacían esperar, el tema de todos era el décimo capo muchos cuestionaban su capacidad para encargarse de una familia tan grande y poderosa. Pronto todo el mundo guardó silencio ya que Timoteo se encaminaba a la tarima para tomar la palabra

-Muchas gracias por su presencia a todos, nos honran a mí y a la familia Vongola. Ahora vamos al verdadero propósito de esta velada, mi nieto y sus guardianes, la décima generación, serán presentados –dijo Nono tomando un micrófono y la multitud empezó a aplaudir fervientemente esperando a que la joven generación hiciera su entrada-

Todo el mundo esperaba expectante mirando hacia las escaleras por donde todavía no aparecía nadie. De pronto un joven muchacho ocupó el lugar de Nono con el micrófono, se aclaró la voz y empezó

-Buenas noches a todos ustedes, tengo el honor de ser portavoz de la décima generación. Ahora por favor demos la bienvenida al Guardián de la Tormenta y Mano derecha del décimo capo Vongola, Gokudera Hayato. Su talento es incomparable al tener absoluto dominio de su caja arma y lo que ven es el Vongola Gear, tecnología y armamento exclusivo de la décima generación.

En ese instante Hayato apareció con una explosión en las escaleras, con su fiel mascota Uri y todo el equipamiento del Vongola Gear, hizo una reverencia y se situó al lado derecho de la amplia escalera, apoyado sobre el barandal que esta poseía. Toda la audiencia aplaudió fervientemente y de nuevo se hallaba a la expectativa por la siguiente persona.

-Posteriormente los Guardianes de la Niebla, Rokudo Mukuro y Dokuro Chrome, ambos excelentes ilusionistas y...-la frase no pudo terminarse ya que todo el lugar estaba rodeado de una intensa neblina, pero eso no era todo se podían escuchar unas particulares risas. De la nada la tranquila mansión estaba rodeada de pilares hechos de plantas enredadas con flores cubiertas por fuego y por el otro lado del salón estaba nevando, se veía como caían algunos copos de nieve. Se escuchó un chasqueo de dedos entonces la ilusión terminó y en las escaleras ya estaban Chrome y Mukuro ambos con sus tridentes y sus cajas arma, así como con sus pendientes Vongola Gear.

-Nos da gusto ser presentados ante todos ustedes –dijeron a coro, al igual que Gokudera hicieron una reverencia y se situaron al lado izquierdo, Mukuro en el peldaño superior al frente de Hayato y Chrome en el peldaño inferior en el lado izquierdo-

-Bueno ya vimos lo habilidosos que son –la multitud aplaudió aunque algunos aún no se recuperaban del todo de la ilusión- Ahora es el turno del Guardián de la Lluvia, Yamamoto Takeshi, uno de los espadachines más jóvenes y prodigiosos de esta era con su estilo Shigure Souen Ryu.

Yamamoto entró caminando con elegancia, con su collar de la lluvia versión X reluciendo en su cuello y con su espada en mano, sus mascotas Jiro y Kojiro también le acompañaban. Sonrió como normalmente hacía, hizo una reverencia y se colocó detrás de Hayato, guardando su espada en su estuche.

Los concurrentes miraban asombrados al muchacho por ser tan joven y dominar tal estilo, las mujeres presentes se derretían por las tiernas mascotas del moreno. El joven se aclaró la garganta y continuó con la presentación.

-Muy bien, ahora les presento al Guardián del Sol, Sasagawa Ryohei. Este joven es –el muchacho fue interrumpido por los extremos gritos de Ryohei-

-¡Soy Sasagawa Ryohei al extremo! ¡Me gusta el boxeo y ni sueñen en meterse con Aoba porque él es mío, tampoco con Kyoko! ¡Al extremo! –concluyó el peliblanco mientras que en su mano se podía apreciar su brazalete del sol versión X, todo el mundo quedo algo confundido pero al final aplaudieron y hubo algunas risas por la actitud efusiva del chico, que rápidamente se puso en el lado derecho-

Nuestro complicado y loco amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora