Esa noche.

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Mi preocupación era evidente, cada vez me encontraba peor, mi cara cada vez más pálida.

-Cariño, ¿Estás bien?-me dijo Ángel preocupado

-SÍ serán las hormónas- contesté intentando disimular con una sonrisa.

Cuando acabó la  cena Ángel recibió una importante llamada de trabajo.

-Cielo, lo siento mucho pero tengo que dejarte sola unas semanas , tengo un importante viaje de trabajo.- Me dijo mientras metía uno de sus  elegantes trajes en la maleta.

Estaba aterrorizada, me iba a quedar a solas con Mario unas semanas, no sabía que le iba a decir ni como explicarselo , ni que me diría él. De repente esta frase se quedó grabada en mi mente. ¿Se habrá dado cuenta de que el bebe que espero puede ser suyo? .

-Mario, hijo cuídala bien.- le dijo Ángel y cerró la puerta, tras darme un beso.

Entonces fue la primera vez que me Mario me miró a la cara mientras decía:

-No te preocupes está en buenas manos .-

Después de la despedida , decidí ir al baño necesitaba despejarme, entré y al intentar cerrar la puerta del baño Mario puso el pie para impedirlo.

-¡Cuánto tiempo, ya te has olvidado hasta de tu novio!- decía con una expresión pícara

Comenzó a deslizar sus manos por mi cuerpo, hasta llegar a mi barriga.

-Con lo buena que tu estabas, anda que dejarte preñar por un viejo.-

Entonces me entraron ganas de abofetearle porque no sabía lo que decía, pero a la vez sentía unas ganas irrefrenables de acostarme con él. Cuando notaba que él se acercaba a mi, comenzaba a boquear como un pez fuera del agua.

-Lo más triste, esque con barriga o sin ella , tengo unas ganas de ...- Me empujó contra la pared del baño y empezó a besarme salvajemente como si no hubiese mañana. Entonces vinieron a mi cabeza unas imagenes:

<No sabes cuanto he deseado este momento- me dijo Mario mientras me tumbaba desnuda sobre el sofá de esa discoteca.>

Después de un beso , otro y cada vez más y más apasionados, era como un sueño . Casi sin darme cuenta ya estábamos en nuestra cama ( la de Ángel y mía).

Sonó el despertador, me desenvolví las sábanas pegadas a mi piel, miré el movil ,dos llamadas pérdidas era Ángel. Giré mi cabeza ligeramente, en la cama durmiendo a mi lado, estaba Mario. Mi amor de toda la vida. En realidad no me habría importado decir que Mario era el padre de mi hijo, pero me preocupaba perder mi vida de princesa. Si fuera hijo de Mario sería el niño o la niña más bonito/a de el mundo , pero si fuera de Ángel sería el que mejor viviría.

Decidí levantarme de la cama , pero la mano de Mario me agarró por la barriga.

-Si este niño te lo hubiera hecho yo, viviriamos juntos en alguna ciudad en el extranjero felices para siempre.

Amores imposibles (La historia de mi vida)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora