Harry Potter y Dephne Greengrass estuvieron enamorados uno del otro, pero jamás lo admitieron ya que creía que solo era una atracción. ¿Pero la atracción, podrá ser amor?...no lo sabían con certeza hasta que un compromiso que por mucho tiempo estaba...
Participa del reto interno de la editorial Dramione que es “Necesito un beso”. En conjunto con @claumedi15
En una mañana cierto azabache se despertaba muy temprano, para revisar un baúl, regalo de su padrino Sirius Black, que además era de su padre James Potter.
Harry con suma calma empiezo a revisar el baúl, entre las cosas que había, encontró un álbum muy parecido al álbum que le dio Hagrid en su primer año, lo comenzó a hojear, observo con una sonrisa muchas fotografías, pero su cara se transformó en una de total desconcierto al ver una foto donde él estaba jugando con una niña de cabellos rubios, se parecía a una compañera de Hogwarts, cierta rubia que desde hace años le atraía en secreto.
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En otro lugar en la mansión Greengrass, una joven rubia sentada en su gran cama, revisaba sus fotos de infancia, topandose con una foto que nunca había visto.
Era ella de bebe, con un niño azabache, dando paso a la siguiente página, observo que había una foto donde estaba nuevamente con el niño azabache y debajo se podía leer; Unión de compromiso.
Su cabeza era un lío. ¿Quien era ese niño? ¿Estoy comprometida?¿Mis padres me mintieron?.
En el fondo de su corazon deseaba que fuera Harry Potter el "Elegido" del que estaba secretamente enamorado pero su padre nunca permitiría esa relación.
Pero ya saben cómo es el destino...da muchos giros inesperados.
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1 de septiembre, estación Kings Cross
Un azabache y un castaño caminaban llenos a paso rápido, el castaño llevaba un baúl, que a su parecer estaba pesado.
«¡Acaso lleva ladrillos!» pensó
Mientras que el azabache llevaba un jaula con una lechuza blanca. Los muggles de la estación miraban curiosos a esas personas extrañas.
— Sirius...Nos están viendo raro— susurro Harry mirando a su alrededor.
— Son muggles, Harry. Tranquilo, no sospechan nada — contestó Sirius quitándole importancia al asunto.
