Mi amor platónico.

※01※

-¿Puedo tomar tu lápiz un momento?
-S-sí.

Cabello castaño un poco largo, orejas con aretes, anteojos, ojos rasgados alargados, ovalados algo grandes y grises. Labios delgados pero con una forma perfecta, nariz afilada, pómulos definidos, cara ovalada, mandíbula prominente haciéndolo lucir más varonil, alto como de 1,80 (es más o menos doce centímetros más alto que yo) su cuerpo es ejercitado, piel algo trigueña (aunque sigue siendo blanco, en Japón no es que lleguemos a estar muy bronceados) sus huesos parecen ser grandes, ya que son notorios es sus manos y en su pecho, usualmente su camisa está algo abierta y logro ver.

El chico guapo frente a mí es Shima Kazuya, él es el presidente del consejo estudiantil, nunca había hablado con él hasta ese día, cuando pidió mi lápiz.

Tengo quince años, estoy en tercer año... El es de quinto año y tiene diecisiete años... Nunca me ha hablado después de ese día.

Me enamoré secretamente de él, nadie sabe, tampoco quisiera decirle a los demás, seguro se burlarían porque ambos somos chicos o me dirían "Nadie se enamora de un desconocido en cuatro meses" y no quiero eso.

-Suzu, ey. ¡Te estoy hablando! Ahg, este niño está en otro planeta. -Dijo mi amiga, Hara.
-¿Qué quieres?
-Te estaba diciendo... Mi mamá me dio unas entradas para el cine, vamos juntos. Ella dice que las use para salir con mi novio, pero mi novio no existe, así que vamos.
-¿Por qué no le dices de una vez que te gustan las chicas? Odio ser tu novio falso.
-No puedo, además no puedes decir nada, ¿Acaso ya le dijiste a tu familia que eres gay? -La miré sintiéndome culpable. -No lo hiciste, entonces mejor no hables.
-Bien, vamos al cine... No hay forma decirte que no.
-Cambiando de tema. ¿Aún no hay nadie que te guste?
-Hay, ya te dije.
-Pero no me dices quién... Quiero saber.
-No, vas a reírte.

Mientras esperábamos el bus en la parada, llegó Shima, nos miró y sonrió, Hara lo saludó con la mano y yo moví mi cabeza.

-¡Oh, mira esto! Ahora sí, tengo el novio perfecto. ¿Es tu tipo?

Hara... ¿Qué mierda te pasa? ¿Cómo puedes decirme eso a todo volumen? Ella entendió mi cara, luego pensó un momento.

-Ok, ok, espero te guste ese chico, te llamo más tarde.

Fingió que hacía una llamada, por suerte teníamos sus auriculares puestos.

-¿Quieres ver algo en especial? Es que quiero ver algo de romance.
-Como quieras está bien.
-Vamos a comprar comida antes de la película, muero de hambre.
-Quiero comer hamburguesa.
-¡Y yo también! Estamos conectados. -Agarró mi mejilla.
-Ay, déjame.

El bus llegó, nos subimos, sólo habían asientos atrás, nos sentamos. Shima se sentó a mi lado y me miró unos segundos. Nunca estuvimos sentados tan cerca, mi corazón iba a explotar.

-Eres de tercero, ¿No? -Volvió a mirarme.
-S-sí...
-Vas muy seguido al edificio donde estamos los del consejo... ¿Tienes amigos ahí? -Voy a verte a ti, chico lindo.
-No... Me gusta ir ahí.
-¿Por qué? -Porque estás tú.
-Porque... Porque no sé.
-¿A dónde vas ahora?
-Al cine.
-También voy para allá, me reuniré con mi amiga.
-¿No va a esta secundaria?
-Si, sólo que hoy se fue primero porque tenía que ir al médico.
-Oh.
-¿Te parece bien si vamos todos juntos? Mi amiga quiere conocer a la tuya.
-¿Qué?
-Sí, eso, quiere conocerla.

Me giré hacia Hara y tomé su brazo, ella nos miró. Me emocionaba mucho escuchar la grave voz de Shima.

-Dice que si podemos ir juntos.
-Mi amiga quiere conocerte, así que creo que podríamos aprovechar que vamos al mismo lugar.
-Bien. -Dijo Hara fingiendo que no le importaba mucho.
-Bueno.