Capitulo 63

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Florencia

New York, Estados Unidos

— ¡Vamos Paris, necesitamos irnos a casa para la prueba de mi vestido! —  Florencia tomó la pequeña mano de Paris para caminar, pero su hija sigue ahí de pie con los ojos brillantes de emoción, así que soltó un suspiro y se acercó a ella — ¿Qué pasa cariño, porque no quieres caminar? Mami tiene mucha prisa, lo sabes —

Paris pegó su rostro al cristal de la estantería de muñecas, sus pequeñas manitas se aferran al vidrio. Paris la miró de reojo con sus ojos verdes llenos de emoción, sus mejillas rojas por el frío y su cabello tan rojo que parece una muñeca de porcelana.

— Mami — Paris volteó a ver la estantería de vidrio — Quiero esa muñeca, por favor. ¿Podemos comprarla con el dinero que te pagaron hoy? ¡Por favor, mami! —

Florencia arropó contra su pecho a London y miró la estantería de vidrio, detrás de ella hay preciosas muñecas, con miles de vestidos, coloridas y con rostro agradables, por eso a Florencia no le gusta salir mucho con sus niñas, porque sus preciosas bebés quieren todo lo que ven en la calle, todo se les antoja y a Florencia le duele el corazón cuando tiene que decirles que no.

Tomó la mano de Paris tratando de hacerla caminar para alejarla de ahí antes de que su hija se siga ilusionando con unas muñecas que valen más que su casa. Esta tienda es tan lujosa que jamás en su vida podría comprar una muñeca de este precio.

— Lo siento Paris, no puedo comprarte la muñeca, el dinero que ganamos hoy con la venta de los perfumes es para la comida y la renta del departamento — Florencia sintió un nudo en la garganta al ver el rostro afligido de su bebé de tres años y medio  — Lo siento mucho cariño, pero si juntamos el dinero, la compramos la próxima vez —

Paris no dijo nada más pero comenzó a caminar con su carita mirando al suelo, luce preciosa con su pequeño abrigo y su cabello precioso. Florencia abrazó mucho mejor a su pequeña bebé, London es su pequeña muñeca, es la bebé de mamá, regordeta, con sus ojos azules brillantes y relucientes, hace pequeños ruiditos junto a su oído  mientras de abraza a su cuello y deja las mantas a un lado para ver las calles frías de New York, no parece tener un año, porque abre sus ojos con diversión para ver el mundo, algunos mechones de su cabello rubio salen de su gorrito de osito y cuando la abraza con más cariño, se siente como una pequeña almohada su linda London.

— ¿Podemos pedirle a mi papi que me compre la muñeca? — le preguntó Paris en voz baja.

Florencia sintió un golpe en el estómago, es lo mismo cada vez que su hija menciona a ese Inglés. Se detuvo junto a la orilla de una avenida y batió su mano en el aire para detener a un taxi, tomó asiento con sus hijas y las abrigo contra el frío mientras el auto conduce hasta su departamento.

— No Paris, no podemos decirle —

Florencia miró a todos lados por la ventanilla del auto, ya es una costumbre mirar sobre su hombro, porque estar escondida de aquel magnate Inglés no es nada fácil, sus detectives casi la descubren, a veces tiene tanto miedo de salir a la calle con las niñas, que prefiere dejarlas en casa, porque siente que un detective o William algún día pueden descubrir dónde está, a veces el insomnio se apodera de ella, quizá es el miedo o su maldita conciencia, pero duerme horrorizada sabiendo que si William las encuentra sera el último día que vea a sus hijas, Florencia lo sabe muy bien.

Abrazó a sus hijas contra su cuerpo, esa par de niñas, lo son todo para ella, dejó todo el maldito mundo por sus pequeñas bebés, las adora con todo su corazón, quizá se equivoco, no fue la manera correcta de alejar a sus hijas de su papá, debió quedarse y escuchar sus explicaciones, quizá William no hizo nada con esa mujer, pero fue impulsiva, no pensó en las consecuencias y el maldito karma la sigue todos los días, porque si algun día ese magnate Inglés se para en su departamento, no solo será él quien le quite a las niñas, sino un jodido tribunal, y sólo de pensar que la alejen de sus bebés, le parte el corazón.

La Perfumista De París [Saga Las Perfumistas Parte 1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora