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30 Diciembre de 2004...

Ese día el cielo celebraba pues una niña era bautizada y se hacía partícipe del Reino de los Cielos; sí, esa niña era yo...

Una nueva vida en el Señor empezaba y, a pesar de no entender nada, poco a poco y con el tiempo fui comprendiendo mejor de lo que trataba dicha celebración. 

Con el paso de los años me fui fortaleciendo más espiritualmente y todo gracias a mis padres que desde pequeña me enseñaron el camino de Dios. La alegría que me hacía escuchar las historias cortas y entretenidas que ellos me contaban, pronto fueron haciéndome camino a una vida más espiritual. 

El 31 de Diciembre de 2014, realicé mi Primera Comunión acompañada de mi hermano menor. Me sentía feliz, tanto que iba a la Eucaristía todos los días para poder comulgar. Quizá en esos momentos no tenía el pleno conocimiento y no entendía el verdadero significado de ésta, yo lo que pensaba era que me había vuelto grande y ya podía comer lo que los demás comían. No lo tomaba como el Cuerpo de Cristo, para mí no era más que un pedazo de pan circular.

Desde que tengo memoria, no me a gustado hacer males a las personas, y sí, muchas veces los hago inconscientemente, al fin y al cabo no soy perfecta ni busco la perfección. Sólo soy un humano más, pasajero del tren de la vida.

Cuando entré al colegio, sufrí de mucho bullying y eso marcó mi vida. Era muy social (y aún lo sigo siendo), pero ver que muchas personas se hacían pasar por lo que no eran realmente y me dañaran con sus palabras que se asemejaban más a un puñal que me habían clavado por la espalda, hicieron que desconfiara exageradamente de la gente y las odiara. No está bien, he escuchado a muchos decir, pero son pocos los que he escuchado decir También lo he hecho o También he pasado por eso. Sí, todo el tiempo utilizo una máscara...Esa máscara que me impide mostrarme vulnerable ante los demás, la que oculta mis dolores y debilidades. Aveces no quiero dejarla porque me da miedo, miedo del qué dirán. Estoy hecha de respetos humanos que me impiden mostrarme como soy, o como creo ser. 

Cuando pasa algo malo o algo que me deprime, recurro a la música, es mi refugio, el escape de la realidad y no quiero salir de ahí. Mis papás me dicen que tengo una barrera inmensa, pero ¿qué puedo hacer? Me siento mucho mejor así.

No, no fui religiosa ni lo soy, pero sí tuve la oportunidad de hacer varias experiencias vocacionales hace poco...Sentí el llamado de Dios, sin embargo no estaba segura de si era el correcto o no. Lastimosamente, algunas de ellas crearon en mí vacíos y varias heridas que aún trato de cerrar.

Pertenecí a una comunidad católica, pero por diferentes razones y circunstancias me retiré. Una de las razones es por la soberbia y las heridas que hay dentro de mí. Quizá esto también es parte de mi adolescencia ya que muchas veces me contradigo y digo cosas sin sentido; hay una lucha interna en mí por descubrir lo que soy realmente. Estoy en un proceso de metamorfosis, si no es más. Un cambio, tanto moral como espiritual e interno. Un cambio que me da miedo pero al que debo aceptar como algo normal y natural.

Desde muy pequeña me ha encantado cantar, bailar, actuar, escribir, leer y dibujar. Amo todo lo que tenga que ver con arte. Pertenezco al coro de la Catedral primada de Colombia y también al coro de la Iglesia.

Me considero una niña con muchos secretos, tantos que ni yo misma sé cuáles son.

Últimamente he estado muy alejada de las <cosas Religiosas> pues, como ya antes había dicho, ando en un debate interno. A pesar de tener mucho conocimiento de estas cosas, las encuentro tediosas. 

Me gusta un grupo de chicos coreanos y gracias a esto, muchas personas me han dicho que es de Satanás o se han inventado cosas por el estilo. ¿Qué pienso de ésto? Que no es más que un fanatismo extremo por las cosas de Dios. Ya se creen Él para juzgar los gustos y decidir lo que les parece bien. 

A veces siento que mis padres y, sobretodo mi papá, no me apoyan en mis sueños y en la realización de ellos ya que siempre tienen a la mano la crítica de lo que me gusta y no me gusta, de lo que les parece bien y no. 

No estoy diciendo que son malos padres, ellos tendrán sus razones, pero a veces siento que están basadas en la religión y eso es lo que mas me molesta, ¿por qué? Porque se vuelven <esclavos> y lo que hacen lo hacen porque <la religión dice>. Siento que muchas personas viven esclavas del fanatismo por la religión.




El Barullo de un ÁngelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora