Hace 8 meses...
- ¡Que no, Flavio! Que las cosas no son así. Te estás portando como un gilipollas y lo sabes.
- Samantha que no me grites, joder – dijo él sentándose en la cama y llevándose las manos a la cabeza.
- Es que no puedo más, te lo juro que no puedo más. Ha pasado un año, un puto año y sigues escondiéndome como si te avergonzaras de mi. Que yo no soy perfecta, tío, y que no tengo filtro y que la cago muchísimas veces pero que no me merezco esto, Flavio, no me lo merezco... - repliqué bajando la voz notando como se empezaban a humedecer mis ojos. Estaba cansada de esta situación y aún más de esta conversación que habíamos tenido tantísimas veces a lo largo de los últimos meses.
- Que no te escondo, Samantha, pero me agobio ¿vale? Solo estoy intentando separar lo personal del trabajo. Sabes que si nos ven por ahí mañana vamos a ser noticia otra vez y van a volver las preguntas incómodas y el que nos sigan a todos lados, joder.
Se le notaba la voz cansada y sabía que estaba haciendo un esfuerzo por no perder aún más los papeles. Lo conocía demasiado bien. Pero también sabía que, en ese momento, no estaba teniendo a nadie más en cuenta que a sí mismo y eso no me dejaba a mi en una posición para nada ventajosa.
- ¿Y QUÉ MÁS DA? Es que no entiendo como sigues sin darte cuenta de que precisamente eres tú el que alimenta todo eso con tanto secretismo. Si hubiésemos dicho de una vez que somos pareja, sí, nos hubiesen acosado unos meses, pero ¿y luego qué? Ya está, se habrían cansado porque ya no tendrían de donde seguir rascando – me estaba dejando la voz en esa pelea, como tantas otras veces, mientras daba vueltas de un lado a otro de la habitación.
- No lo entiendes... Quizá para ti hacer eso sea sencillo, Samantha, pero para mi no – dijo el mientras se levantaba y se dirigía hacia la puerta – necesito relajarme y pensar, no me esperes despierta.
Y así, sin más, salió de la habitación ante mi mirada atónita. ¿Qué carajos acababa de pasar?
Esa noche habíamos ido a cenar con unos amigos suyos porque a él le apetecía, aunque yo no estaba muy segura. No porque no adorase a sus amigos, que en cierto modo eran ya míos, pero sabía que el sitio al que querían ir solía estar concurrido y era un riesgo.
En el restaurante todo fue bien, nadie se acercó ni sentimos que nos prestaban demasiada atención, pero al salir nos encontramos con fotógrafos esperándonos. Alguien había avisado de que estábamos ahí y no habían perdido oportunidad. Y a la vista estaba, Flavio se lo había tomado bastante peor que yo. En cuanto se dio cuenta de lo que pasaba, se alejó lo más que pudo de mi hasta que nos metimos en el coche y fue ahí donde empezó la misma discusión absurda de siempre. A mí me cabreaba que se alejase de esa manera como si el hecho de que lo vieran conmigo lo avergonzara. A él le cabreaba todo, en general.
Flavio y yo salimos de OT siendo algo más que amigos pero sin ninguna etiqueta. Después de un año seguíamos igual pero la relación en cierto modo se había consolidado. Al principio nos costó bastante que nuestros caracteres encajasen, yo era demasiado impulsiva y él demasiado calmado pero encontramos el modo, y la conexión que conseguimos era de otro nivel, el me entendía con solo mirarme aunque yo misma no me entendiese y viceversa. Aunque ya sólo estábamos bien si era en privado o con nuestro entorno más cercano.
Tras salir del programa nos volvimos personajes relevantes lo que supuso que la gente se interesase por nuestra vida privada. Yo no lo había llevado bien pero había encontrado la forma de evitar que eso me afectase tanto a nivel personal, al fin y al cabo era algo que no iba a poder evitar. Flavio, en cambio, se había metido aún más en su burbuja y muchas veces no me dejaba llegar a él, era muy difícil saber qué pasaba por su cabeza. Siempre había algo que ponía espacio entre nosotros y cada vez la distancia era mayor.
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Siempre tú
FanfictionSamantha y Flavio se vuelven a reencontrar después de más de medio año sin haber tenido contacto. Ella, dolida y orgullosa, ha construido una muralla a su alrededor que no va a ser tan fácil traspasar. Pero Flavio tiene un objetivo en la mente y no...