Mientras que Emma y Zayn disfrutan de su adolescencia al máximo una sorpresa en sus vidas decidirá el destino de su amistad, pero cuando todo vuelva a la normalidad ¿Sus vidas volverán a ser las mismas de antes?
Una oleada de peleas, conflictos, nue...
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Me despierto ya que alguien está golpeando la puerta. Cuando la abro, del otro lado se encuentra mi padre. -Buenos días papá, ¿qué ocurre? -pregunto somnolienta y con pocas ganas.
-Buenos días hija, solo venía para avisarles que ya está listo el desayuno- dice -¿No tendrían que estar despiertos ya hace rato?
-Si, pero la alarma todavía no sonó -Contesto confundida mientras voy hacia la alarma para revisarla. Ya había pasado la media hora a la que teníamos que levantarnos -Oh, en realidad si sonó, pero no nos dimos cuenta– Contesto encogiéndome de hombros sonriendo tímidamente.
-Está bien, despierta a Zayn y bajen a desayunar así no nos retrasamos -me dice y besa mi cabeza antes de irse. Cierro la puerta y me volteo, se venía lo difícil: despertar a Zayn.
-¡Zaaayn!- Grito, pero no se despierta -¡¡ Zayn!!- exclamo nuevamente, pero solo gane que gruñera y se volteara para seguir durmiendo -Bien, con que no te levantaras, ya veras- le digo mientras abro la puerta y bajo las escaleras rápidamente. Tomo un vaso, lo lleno de agua fría, subo de nuevo a mi cuarto y derramo toda el agua en la cara del chico que instantáneamente empieza a moverse como loco -¡¡¡PERO QUE MIERDA EMMA!!!- grita a la vez que sonrío malvadamente.
-Es que no despertabas y papá nos llamó que bajáramos a desayunar, y si nos seguimos atrasando llegaremos demasiado tarde- contesto, mientras que me dirijo mi armario en busca de ropa.
-Está bien, voy al baño y regreso- pero antes de salir se acerca y deposita un beso en mi mejilla. -Buenos días- dice y sale de la habitación.
Suelto un suspiro y me visto lo más veloz que puedo, estaba muy emocionada, me encantaban las compras de navidad -y mucho más si Zayn nos acompañaba-, por los regalos, los adornos y esas cosas. Cuando termino de peinarme y arreglarme, bajo a saludar a mis padres que estaban terminando sus desayunos. Me sirvo una taza café, y luego de un rato baja Zayn a desayunar.
-Emm, deberíamos comprar más adornos el árbol y quizás también para decorar aquí dentro - dice mamá. No había persona mas obsesiva con la navidad y las decoraciones que nosotras.
-Es verdad. Este año, ¿de qué color será nuestra decoración?- Pregunto. - Además necesitamos más luces, muchas. - comento emocionada. Siempre me encargo de ayudar a mamá en esto, ya que si ella no se decidía, se volvía loca.
-Rojo y dorado me gustaría para este año. Si, ¿recuerdan el año pasado? la casa había quedado hermosa con tantas luces. - dice ella a la vez que se le iluminan los ojos y su sonrisa crece.
-¿Hija qué quieres de regalo? -me pregunta papá desviándonos del tema.
-No lo sé, lo que ustedes prefieran, sé que me va a gustar lo que sea que me regalen.- contesto mientras termino mi café al mismo tiempo que Zayn.
-Bueno chicos vayan a buscar a Trish para salir todos juntos. Si no después se llena el centro comercial y no llegamos a comprar nada- dice mamá, colocando todos los trastos en el lavavajillas.
Salimos juntos de la cocina, tomo mi celular y nos dirigimos a la casa de Zayn. Tocamos el timbre y sale Trish en pijamas con todos sus cabellos alborotados, con su hijo la miramos conteniendo la risa -Mamá ¿olvidaste que iríamos a comprar las cosas para navidad? -dice él.
-Oh, lo olvidé, esperen que me visto y vamos. -dice mientras sube las escaleras.
Con Zayn nos quedamos hablando sobre lo olvidadiza que puede ser Trish a veces. Al rato baja lista, tomando su bolso, metiendo su celular y dinero dentro de este.
-¿Vamos señoritas?- pregunta el moreno.
-Vamos- respondemos ambas al unisono.
Salimos, subimos al auto y nos vamos al centro comercial. Será una larga mañana, y quizás tarde, quién sabe cuantas personas como nosotras hace las compras a último momento.
