El Rubio y la Pelirroja.

Éste hombre se volvió loco.

—¿¡QUÉ!?— Gritaron ante semejante locura. 

«Este hombre se volvió loco, bueno, si ya no lo estaba» Pensó una impactada Rose. 

—Profesor, enserio, no entiendo cómo puede. . .—Comenzó a protestar Scorpius, pero no pudo termianar pues Neville de repente estalló en sonoras carcajadas. 

—Quiten esas caras, que era un simple chiste—Decía el profesor de herbología adoptando por fin un semblante serio—Pero, en realidad creo que ustedes dos deberían aprender a llevarse mejor, ambos son premio anuales, son mis mejores estudiantes y creo que en ya más de una vez le han dicho que fueron cortados con la misma tijera. Me gustaría que dejaran esa estúpida rivalidad característica de sus casas y den el ejemplo a los demás estudiantes de que ser un Gryffindor y un Slytherin no es sinónimo de enemigos ni de rivalidad, quedó claro? 

—Pero. . .—Empezaron ambos a quejarse.

—¡Nada de peros! Hoy mismo dialogaré con sus correspondientes jefes de casa para que hablen con los otros profesores y adopten esta idea. Pueden retirarse.—Dicho ésto se dio vuelta para arreglar su clase para el siguiente grupo.

Entonces salió Scorpius como alma que lleva al diablo, dejando a Rose sola en el aula y maldiciendo para sus adentros al hombre que sin saberlo cambiará su vida desde ese mismo instante, tanto como la de él como la de ella, aunque claro está, los dos chicos tampoco lo sabían.