prologo

391 17 2
                                    




Tierra 26

Estar sentada frente a la baticomputadora siempre la relajaba, ver la ciudad desde ella a cualquier hora y asegurare de que todo estuviera bien en Gotham era su trabajo, el que juro frente a la tumba de su padre que haría hasta su ultimo día.

Ese día Gotham estaba particularmente tranquilo, algo que se esta comenzando a hacer costumbre, lo que tenia intranquila a Elena ya que eso no era muy común ver las calles de la ciudad sin algún caos en ella.

Todo era tan silencioso en la cueva, en la casa, en su vida en general, bueno eso es lo que pasaba cuando tienes la mansion Wayne para ti sola, pero ver todos los trajes que hay e la cueva y pensar que debería haber mas gente, sabes la deprime.

Seguia viendo la ciudad desde la computadora cundo le entra una llamada, Lucius. Bueno lo lo puedo ignorar ya que es mi tutor legal , y si no contesto vendrá a verme y lo menos que necesito es que me rete, o que me aturda, no lo tomen a mal adoro a Lucius siempre me enseña cosas del laboratorio y sobre las maquinas, pero aveces suele ser molestoso cuando solo me habla de responsabilidades.

-Elena - pronuncia su nombre apenas se abre la llamada - donde estas? te estamos esperando, tienes que dar el discurso de la gala venefica- mierda lo había olvidado.

*Lucius, no te enojes solo me demore un poco- mintió

*no estas lista verdad -dice mas como afirmación que como pregunta.

*si, perdonase- digo la verdad - me arreglo y salgo.

*de acuerdo - dice suspirado - enviare un carro por ti.

*saves que puedo manejar, verdad - le digo mientras me dirijo a mi cuarto para arreglarme

*Elena, tienes quince , y que manejes el batimovil cuando usas una mascara es una cosa, pero como Elena Wayne tienes que seguir reglas- replico - el carro estará hay en veinte minutos.

*Estaré lista - cuelgo en el momento en el que entro a mi cuarto.

Entro al armario y tomo un vestido azul, me arreglo lo mas rápido que puedo un maquillaje suave y unos tacos bajos, me acerco a mi coqueta y abro el alhajero, saco unos aretes de perlas junto con el collar de perlas de mi abuela, tienen mucho significado para mi, ya que fue el ultimo regalo que obtuve de mi papá antes de su muerte.

Me miro en el espejo por un momento soy muy apreciada a mi mamá tengo su mismo cabello y su flexibilidad, pero mis ojos y mi actitud la saque a mi padre, salgo de mis pensamientos cuando recibo un mensaje de que el carro esta afuera, tomo un bolso pequeño donde coloco mi teléfono, el discurso y un labial, salgo en dirección a la entrada, tomo el maletín del aparador de la entrada donde tengo un traje por si hay una emergencia, y salgo para ver que el carro esta en la entrada y el chofer esperando con la puerta abierta para mi.

Entre en el carro, y el chofer de Lucius no tarda en tomar el camino hacia la gala, el camino es silencioso, tomo el discurso en mis manos y lo repaso en mi mente en todo el camino hacia la gala.

Al llegar los flashes de las cámaras me siegan por un momento pero recupero la vista rápido, e ingreso a la torre Wayne, donde se lleva acabo la fiesta, entro al salon y lo primero que veo es a Lucius esperándome cerca del escenario, me acerco a el y me saluda estoy apunto de hablar cuando cuando un boom suena en mi oido.

Estoy un poco aturdida cuando abro los ojos para ver lo que sucede, un pitido en mi oido no me deja pensar con claridad, me trato de levantar, pero no puedo, dirige mi mirada hacia donde estaba Lucius hace un momento, pero lo único que veo es su cuerpo en el suelo sin moverse.

Lucius - no responde - lucius- me acerco lo mas rápido que puedo - lucius- estoy a su lado y veo la mitad de su rostro quemado, toco su hombro pero no se mueve- lucius - tomo su brazo, no hay pulso- o no tu tampoco me vas a dejar.

Con la fuerza que tengo intento reanimarlo pero sigue sin reaccionar, lo llamo pero no responde, no se cuantas pulsaciones llevo pero los brazos me duelen, y alguien se acerca a mi para alejarme de el no me quiero separa pero me toman con mas fuerza , me volteo para ver quien me a separado, un paramédico me comienza a hablar pero yo ya no escucho mas, después de la palabra muerto.

Una lagrima sale de mi mientras el paramédico me toma en peso y me saca del edificio, ya fuera veo a algunos invitados que se encuentran lastimados, y a la prensa como buitres esperando tener información para la portada de mañana, no lo soporto mas y salgo corriendo, hacia donde no se pero solo corro por las oscuras calles de Gotham.

No e salido de mi cuarto desde el funeral de ayer, no tengo la fuerza física ni mental para ver lo que pasa fuera de la puerta de mi puerta, solo se que estoy sola, y es mi culpa la tomaba era para mi yo lo se, pero no me mato a mi solo a la ultima persona que me quedaba, a la única que le importaba, soy como la muerte quien se me acerca tiene los días contados, primero mamá luego Alfred, papá, ahora Lucius, es como si estuviera destinada a estar sola para siempre.

Mi alarma suena, el deber llama me dirijo al reloj que me lleva a la cueva, y veo lo que pasa algo esta atacando las calles, no se lo que es, la computadora no lo reconoce, pero no para mas daño a mi ciudad, me coloco mi traje, tomo el látigo que perteneció a mi mama y mi ballesta.

Subo al batimovil y comiendo a manejar en dirección a el caos al llegar unos monstruos de piel verde están atacando las calles, son demasiados, no creo poder con todos, comienzo lanza flecha y bombas hacia ellos , barios se acercan a mi pero me defiendo lo mejor que puedo, cada vez que termino con uno aparecen tres más, y esto no esta bien y se me comienza a gastar a munición.

Salgo lo mas rápido que puedo, donde me atacan y me refugio en un callejón, veo que los monstruos se están llevando civiles hacia un portal gigante, comienzo a deslizarme y lanzo mi látigo hacia uno de ellos par salir volando con ellos lo veo que el portal se hace mas grande a cada segundo sueño al monstruo y caigo en el tejado de un edificio, trato de plantar algo para detener el portal, pero ya es muy tarde, el portal lanza una onda que comienza a destrozar todo a su paso, corro en dirección contraria , y salto por los tejados huyendo de la ola, corro sin mirar atrás, la ola se acerca mas y mas, volteo un segundo y cuando regreso la mirada algo brillante a parece frente a mi y cruzo sin darme cuenta.

huntress 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora