huntress 1

capitulo 2

El se saca la capucha mostrando su rostro y a mi solo me dan mas ganas de llorar son idénticos, pero no es el, el no es mi papá, por que mi papá esta muerto en mi tierra, el es solo otra version de el, pero aunque yo se que el no es mi padre, tengo estas inmensas ganas de abrazarlo de decirle que lo extraño, que lo necesito.

El mira la pantalla de nuevo y vuelve a leer lo que esta en ella y parece que llego a la parte de que ya no existe por que frunce el ceño y me vuelve a mirar, parece que logra entender mis lagrimas ya secas en mis mejillas, toma la mascara de mi rostro y me mira a los ojos, el sabe que no estoy mintiendo, lo se por que ve mis ojos y sabe que son los suyos.

como llegaste aquí? - me pregunta - me refiero a esta tierra.no lo se - respondo con sinceridad- en un momento estaba corriendo de la ola de energía y al otro estoy tirada en un callejón aquí, no se explicar.

El se separa un poco de mi y se voltea para pensar, pone esa mirada que solía poner cuando estaba pensando algo de forma cuidadosa.

yo solo entre a la cueva por que necesitaba información de como volver a casa- le digo- pero parece que ya no necesito buscar la forma de regresar - digo mientras veo la palabra destruido en la computadora.cuanto tiempo llevas aqui? - cuestiona.

*un día y dos noches - respondo - mira, yo no quería molesta a nadie quería pasar desapercibida y regresar a casa, pero ahora ya no puedo y.

te quedas aquí - me interrumpe sin mirarme - no tienes a donde ir y al parecer esta también es tu casa- me pasa por un lado y se acerca a la computadora - Alfred.que sucede señor- había olvidado la voz de alfred.tenemos una invitada - responde Bruce - prepara una habitación para ella.en seguida señor.no necesito quedarme aquí- le digo- no es necesario, puedo arreglármelas sola.pues las cosas cambiaron- me repica - te que darás aquí hasta que compruebe algunas cosas.

Estoy a punto de decirle que no necesito su ayuda cuando veo a Alfred bajar por las escaleras y acercarse.

buenos días señorita- se detiene - disculpe me podría decir su nombre.Elena, Elena Martha Wayne - respondo, mientras veo su cara de sorpresa y como dirige la mirada hacia Bruce.al parecer estos meses se han llenado de sorpresas ya que tenemos dos joven Wayne ahora en casa - dice en su usual tono - al amo Damian no le gustara la sorpresa - le dice a Bruce, para luego voltearse hacia mi - señorita Elena sígame por favor.

Y so sigue saliendo de la cueva con mucha información que procesar, Alfred sorprendentemente me leva a la que era mi habitación, pero ahora ya estaba mas limpia de cuando entre hace un rato, Alfred parece notar que estoy muy intranquila ya que se retira de inmediato dejándome sola.

Veo por la ventana de mi cuarto y lagrimas salen de mis ojos, tengo tanta información en mi cabeza y no se como procesar todo lo que e recibido en las ultimas cuarenta y ocho horas, me retiro del traje y busco algo que ponerme encima, logro encontrar un buzo grande y me lo coloco.

Me acerco a mi cama, pero no se siente como mi cama, me siento ajena a este lugar, no pertenezco aquí, no pertenezco a ningún lugar, me desprendo de mi collar de perlas para tomarlo entre mis manos apretando con fuerza, es lo único que tengo de mi mundo, lo único que no e perdido.

Entre lagrimas y mi cansancio mental me quedo dormida.

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Bruce

Salgo de la cueva hacia la mansión recorro el camino hacia mi habitación pero veo que una puerta esta semi abierta, me asomo por esta y la veo, decido abrir la puerta y entrar, me acerco a ella y veo que esta dormida hay rastros de lagrimas, en su rostro y su cara expresa que esta teniendo una pesadilla.

Estudio su rostro mientras paso mi mano por su mejilla, y eso parece calmarla un poco ya que no frunce el ceño como hace un momento, su rostro se parece al de Selina, pero ya vi que sus ojos son como los míos, no dudo de que sea la hija de Bruce de tierra 26, pero eso que la hace a ella para mi, mi hija.

Tomo las sabanas y las subo para arroparla veo que tiene algunas cicatrices en las piernas, lo que indica que debe tener mas en su cuerpo, termino de arroparla y miro sus manos, tiene las perlas de mi madre entre sus dedos cerca de su pecho, como si no las pudiera dejar ir.

Es una Niña, no parece tener mas de quince y esta sola y asustada aunque no lo quiera acepta, se ve tan frágil mientras duerme, decido retirarme de la habitación y cierro la puerta al voltear al pasillo veo a Alfred.

Que pasara con la joven? - me pregunta de forma seria.la cuidaremos - le respondo, antes de continuar mi camino hacia mi habitación.

La voy a cuidar, repito en mi mente es lo menos que puedo hacer por ella, si un hijo mío estuviera perdido en otra tierra me gustaría que mi yo de hay lo ayudara, así que no lo debatiré mas Elena se queda bajo mi cuidado.

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Al despertar me siento un poco desorientada, los recuerdos pasan por mi cabeza de forma veloz y en segundos recuerdo todo lo que me a estado pasando, miro el reloj de la mesita de noche que indica que son las cinco de la mañana.

Me siento en la cama y veo que a mis pies hay algo de ropa limpia, es sencilla un suéter negro y un pantalón del mismo color, la tomo en mis manos y me dirijo al baño para tomar una ducha, me visto y me lavo los dientes mirando mi reflejo en el espejo, parece que un camion me paso encima, y no es para mas si pase toda la noche con la misma pesadilla de siempre.

Me retiro del baño y salgo en dirección a la cocina, donde veo que Alfred ya esta despierto y preparando el desayuno, al parecer no soy la única que madruga pero lo mío es por mis pesadillas, Alfred lo hace por que quiere, percibo el olor de comida recién echa y no recuerdo la ultima vez que desayune algo que no fuera cereal o recalentado, Alfred me ofrece una taza de te de manzanilla que tomo en mis manos y me siento en el meson, veo algo de fruta cortada para desayunar, no sabia que tenia tanta hambre hasta que pude percibir el olor de los panqueques, estoy a punto de tomar un sorbo del te .

* quien eres y que haces en mi asiento?- dice un niño con mala cara.