Este Soy Yo [ChanBaek]

Parte Única: Quiero ser yo.

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VIGÉSIMO ANIVERSARIO DE LA CULTURA QUEER EN SEOUL
Del 21 de mayo hasta el 9 de junio
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GRAN QUEER PARADE
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—¿No crees que es un poco descarado pegar esta clase de afiches?

—¿Por qué lo dices?

—¿Acaso necesitas lentes, Chanyeol? Lee —insistió el chico indicándole el papel frente a ellos—, es por la marcha de los maricas

Chanyeol se acercó un poco más a la gran pizarra llena de afiches y noticias de los diferentes clubs de la universidad, efectivamente pudo encontrarse con un colorido cartel invitando a las personas del lugar a asistir a un festival de la comunidad LGBT que se desarrollaría dentro de unos días más en Seúl.

—No entiendo

—Es de maricones, ni siquiera tengo que saber lo que significan esas siglas para adivinarlo, es cosa de ver todos esos colores

—¿Y qué tiene de malo?

—Este lugar del campus, este gran y sagrado mural —enfatizó abriendo los brazos—, es para anuncios importantes, no para esas mierdas, tal vez debería quitar ese pedazo de papel y tirarlo a la basura

—Yo creo que estás exagerando un poco Junghoon, todos los días publican diferentes tonterías acá, además no puedes llegar y hacer eso sin permiso

—Claramente esta es una de ellas —reiteró sin dar su brazo a torcer.

—Aun así, no debes —recalcó con seriedad.

—Eres un aburrido Chanyeol, contigo la vida pierde la diversión

—Bueno, si tú lo dices —suspiró el alto, rodando los ojos.

Y hasta allí quedó la conversación, no dijo nada más y su amigo tampoco.

Chanyeol no era el tipo de chico que gustara de pelear o debatir las cosas, ya que, dependiendo de la persona, a veces sentía que ni siquiera valía la pena gastar palabras o tiempo, su paciencia era limitada ante los intransigentes y lamentablemente Junghoon era uno de ellos, un cabeza dura que no valía su esfuerzo.

—Bueno, me voy a casa, ¿vas para la parada del autobús? —rompió el silencio el más bajo, viéndolo por el rabillo del ojo.

—No, aún debo pasar a la biblioteca por unos libros

—¿Tan tarde? No estudies demasiado o se te fundirá el cerebro —bromeó para luego irse.

El pelinegro respondió a la broma con una especie rara de sonrisa o mueca no muy convincente, ya no estaba seguro de si lo que acababa de suceder era divertido o de si su amistad con aquel chico era correcta.

Miró por unos segundos más aquel anuncio, él no le encontraba nada de malo, era solo una celebración, siempre colgaban de todo tipo de noticias allí, la de las personas homosexuales no le sorprendía.

—Tu amigo es un imbécil, lamento decírtelo

Volteó la cabeza para ver a la persona dueña de ese comentario, era una chica.