Soy de los que piensan que existen grandes amores que marcan la historia de tu vida. Uno puede ser tu perdición y otro tu salvación. Dicen que en el corazón no se manda y estoy de acuerdo. Si uno eligiera de quién enamorarse todos seríamos felices y...
Pd: Lo hace más especial disfrutar de este capítulo con la música de arriba. Recomendando.
Ya tenía tiempo que no venía aquí al mirador más hermoso de México, mi lugar favorito, donde me podía conectar conmigo mismo y mi soledad. La noche lo hacía más especial, es subir un pequeño cerro, fui caminando subiendo y disfrutando de los alrededores de mi bello Monterrey, la gente pasaba feliz, los niños y su risa, las familias, los solteros, las parejas, todos aquí unidos por un hermoso lugar. Los edificios, las luces todo era Perfecto, sobre todo el aire fresco que bien se podía respirar aquí en la cima. Luego de caminar varios minutos, llegue hasta el mirador, observé las bellas banderas y fui hacia ellas, se movían con mucha fuerza, y ahí estaba la más enorme la de México. Camine hasta llegar a la entrada. Y era demasiado hermoso.
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Di una vuelta completa para observar toda la maravillosa ciudad en su máximo esplendor, hasta que algo llamó mi atención. Fui acercándome a las bancas que habían para mirar la ciudad tranquilamente, y en serio que de todas las personas que pudiera imaginar, nunca imaginé que ella estuviera aquí. Se dio cuenta que estaba ahí y nos quedamos mirando unos segundos, luego reímos. Me acerqué un poco más.
—¿Acaso me está siguiendo abogado?— me pregunto riendo.
—No hay forma de que eso sea posible, terminaría en la cárcel en poco tiempo— dije riendo.
—¿Qué haces aquí?— volvió la mujer dura que conocí hace meses aquí mismo.
—Bueno, ¿Puedo?— señale la banca y asintió. —Este es mi lugar favorito en todo el mundo, me gusta venir aquí porque es lo más bonito que tiene la ciudad, paz, soledad y tranquilidad, lo mejor— respondí mientras miraba alrededores.
—Esto es increíble en serio— comenzó a reír.
—¿Qué? ¿Acaso no me crees?—
—No es eso. Es que— sonrío. —Este es mi lugar favorito, vengo seguido cuando me siento mal, triste, o cuando tengo una emoción, es como mi lugar de respiro y conexión.
—¿En serio? Wow vaya que coincidencia. Bueno este es un lugar especial y creo que muchos como nosotros vienen a refugiarse aquí— miramos alrededor, había familias, niños, parejas, de todo.
—Me encanta, como a muchos— sonreímos, no pude evitar recordar el momento cuando nos conocimos.
—¿Qué haces aquí sola? ¿No deberías estar con tu esposo?— giré a buscarlo.
—Quería tomar un respiro, bueno tu entenderás— y si que lo hago. —Por cierto que gracioso me saliste en la cena, riéndote, y se puede saber, ¿Por qué te burlabas?— golpeó mi hombro
