Todo aquello me parecía tan confuso, cada paso que daba se encontraba lleno de incertidumbre y desolación. Hace no mucho que había despertado, el último recuerdo que tenía era el estruendoso ruido de un disparo, pero lo demás simplemente era borroso, por no decir nulo.
A lo lejos escuché una voz familiar que aumentaba su volumen con cada paso que daba. Al llegar a la sala vi dos siluetas, a medida que iba acercándome comencé a distinguir una cabellera rubia con mechas rosas y junto a él estaba una chica con rizos negros, las mismas mechas rosas. Mis pasos resonaban en aquella habitación e hicieron que ambas personas fijaran su visión sobre mí.
Me paralicé frente a ellos. No encontraba forma de reaccionar. Pude reconocer a la persona frente a mi, era mi mejor amigo. Aunque no se parecía del todo a él.
-Luca, por fin despiertas-. Expresó mientras comenzaba acercarse a mi, una vez cerca me inspeccionó de arriba a abajo-. ¿Por qué aún no estás listo?- Preguntó con preocupación y al ver que yo no reaccionaba volvió a hablar-. No importa, ya no hay tiempo. Dentro de poco comenzaremos-. Rebuscó entre su bolso y sacó lo que parecía pintura en aerosol-. Al menos déjame pintar tu cabello, para que no te confundan con uno de ellos.
Comenzó a echar aquel tinte sobre mi cabello, me vi frente al espejo de la sala y noté los mechones color rosa mezclados con los castaños. Fletcher me dió una mochila bastante pesada y dos armas, luego me dijo que lo siguiera.
El edificio parecía bastante higienizado, pero sólo en aquel piso. Mientras bajábamos las escaleras todo comenzaba a oscurecerse y se tornaba sucio, también sombrío. Llegamos al final de la escalera y nos frenamos frente a la puerta.
-Bien, tengan cuidado porque no sabemos qué tan raro es todo lo que hizo aquel científico, no llega información de todo tipo y aquellas criaturas salen de lugares inexplicables.
-¿Qué tipo de seres?
-Una especie de zombie que vienen de una dimensión paralela, el Dr. Zaquiri los trajo en uno de sus tantos inventos futurista y cruzan a través de portales que pueden abrirse desde cualquier lado-. El chico hablaba mientras abría la puerta para que nos entremos en aquella habitación-. Vigilen sus pasos.
Coloqué mi arma en posición, por alguna razón tenía conocimientos sobre el funcionamiento de ella, y comencé a caminar junto a ellos. El silencio reinaba en aquel lugar, sólo se escuchaba el sonido de nuestros pies chocar contra el suelo húmedo.
Un quejido se escuchó deteniendo nuestro paso, desde la habitación siguiente provenía una luz estridente captando nuestra atención. A paso lento nos acercamos y lentamente el rubio abrió la puerta.
-Carajo, salen de los cuadros-. Expresó-. Cubranse-. Esto último lo dijo en susurro.
Antes de esconderme pude ver como lo que parecía ser humano bastante demacrado salía de uno de los cuadros de aquella sala, sin dificultad alguna. Caminé marcha atrás sin dejar de observarlos, me refugié detrás de una de las mesas caídas y me asomé levemente para seguir observándolos, sus rostros parecían estar desintegrándose poco a poco, mostrando la carne cruda tras ella.
Un disparo resonó. Parpadee exactamente siete veces y ví como el ser frente a mí se desvanecía, los demás zombies reaccionaron y comenzaron a acercar a cada uno de nosotros. Volví en mí y comencé a efectuar los disparos contra los tres que me perseguían, una vez desplomados en el suelo me encaminé para cerciorarme de que mis compañeros se encuentren en estado. En efecto, ambos veían a sus víctimas tirados en el suelo.
Fletcher comenzó ir a paso lento hacia aquel cuadro donde había una especie de portal, a medida que la distancia iba acortando la distancia podía distinguir lo que se veía a través de aquel cuadro. Del otro lado había una ciudad, bastante descuidada y sombría. Fuego, basura y destrucción. Parecía que un apocalipsis se había apoderado de ella.
-Vamonos-. Ésta vez fue Santana la que habló, por alguna razón tenía la información de cómo se llamaba aquella chica-. Hay que averiguar qué o quién ocasionó que esas personas se convirtieran en eso.
Comenzamos a escuchar estallidos de la habitación siguiente. Con cuidado emprendimos nuestro camino. Fletcher dijo algo de que había una oficina que seguramente tendría información en la planta debajo de la que nos encontrábamos, por lo que nos dirigiríamos escaleras abajo.
Más zombies aparecieron frente a nosotros, más disparos salieron. En cada habitación veíamos la misma ciudad anterios desde distintas perspectivas, comenzaba a impacientarme el no saber qué era lo que ocasionaba todo esto, además de no saber cuántos más saldrían de aquellos cuadros y si me alcanzarían las municiones.
Llegamos a un pasillo, más cuadros más ciudad. Cinco zombies venías hacia mí, dos arrastrando su cuerpo de la manera en que podías y tres caminando como si fuesen humanos normales. Disparé, estaba solo por algún motivo. Disparé varias veces y continúe mi camino, pensando que me encontraría con mis compañeros mientras bajaba las extensas escaleras de emergencia que había encontrado. Tal y como había dicho mi amigo había una oficina al llegar, bastante destruida y con los mismos portales.
Necesitaba encontrar respuestas hacia aquel fenómeno. Más zombies comenzaron a salir y más disparos salieron de mi arma. Encontré en uno de los cajones dos armas, que seguramente me serían de ayuda. Junto a uno de los escritorios había una gran tanda de papeles esparcidos por aquel, supuse que se trataban de documentos y con una linterna me dispuse a buscar algún indicio de todo éste caos.
Entre tanto papeles encontré un documento que demostraba con pruebas las cosas que tramaba el Dr. Zaquiri, el invento para resucitar a los muertos y convertirlos en sus esclavos. Al parecer, en una dimensión paralela esto funcionó, pero le jugó en contra porque muchos "zombies" adquirieron habilidades que otros no y tomaron el mando, con la intención de abrir más portales y conquistar todas las dimensiones que le fuesen posible.
-Carajo-. Gruñí al leer esto, mi nueva misión era buscar aliados y una forma de parar todo aquello.
En busca de cumplir mi nueva misión me puse de pie y emprendí camino para buscar a mis compañeros o al menos una salida. Bajé las escaleras con sumo cuidado y abrí la puerta frente a mí, encontrándome con los gritos de una chica y una manada de esas asquerosas criaturas sobre ellas. Disparé para que ellos se alejaran, pero ya era tarde porque estaba muerta y aquellos zombies se acercaban hacia mí con más energía, retrocedí lo más que pude pero cada vez era más y pude sentir como chocaba con uno de ellos.
Mi brazo dolía, me percaté que me había mordido. Disparé sin ver hacia donde, pero estaba completamente acorralado ya. No había salida, me tenía por haber actuado sin pensar. Todo comenzó a nublarse y sólo escuché a lo lejos "Game over", el estruendoso ruido de un último disparo y todo se volvió blanco.