Trastorno Obsesivo Compulsivo|| SeongJoong.

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Luego de que ambos finalizaran el desayuno, Seonghwa se fue a su departamento para cambiarse de ropa y como era una cita, se esforzó demasiado por lucir bien, estaba esperando a Hongjoong afuera del edificio y como el clima estaba demasiado frío lograba empañar las ventanas, impidiendo la vista hacia afuera.

Seonghwa seguía dándole vueltas al asunto, no sabía cómo llevar a cabo una buena cita, no estaba seguro de las cosas que ambos harían, pero, mientras estaba en la casa cambiándose buscó información en internet para tener un plan. No era su primera vez saliendo con alguien, pero tenía muy poco conocimiento al respecto.

Hongjoong golpeó la ventana empañada, esperando a que Seonghwa abriera la puerta del auto — hola, otra vez — saludó cuando ya estaba sobre el coche, ocasionando que los pensamientos de Seonghwa se disipen.

El pelinegro se tomó unos segundos para apreciar el vestuario de Hongjoong, siempre tan lindo y llamativo.

— ¿estuviste esperando mucho por mí? ㅡ Hongjoong se inclinó hacia el asiento de Seonghwa, plantando un tierno beso en su mejilla.

— no, acabo de llegar.

Lo cierto es que Seonghwa había llegado quince minutos antes porque estaba ansioso y eso lo sabía Hongjoong porque había visto el auto por la ventana. El peliblanco soltó una risita por la mentira, colocándose el cinturón de seguridad cuando el auto se pone en marcha.

 Hongjoong bajó del auto bastante emocionado por el parque de diversiones frente a sus ojos — hace mucho tiempo que no venía a uno.

Seonghwa llegó hasta el lado de Hongjoong para tomar su mano sobre el aguante de algodón. ㅡ ¿te gusta?, es muy ruidoso, pero pensé en este lugar porque se puede ver el océano — comenzó a caminar hacia el interior del parque, manteniendo el agarre en su mano, para que no se separen.

— me encanta, es muy hermoso — Hongjoong miraba todo a su alrededor como un niño pequeño, pensando en las atracciones a las que subirían.

—supuse que te gustaría, que estés conmigo lo hace más mágico.

Hongjoong sintió como sus mejillas se volvían rosadas y muy calientes, tan calientes que podría derretir el hielo. — ¡cuando nos subamos a todos los juegos iremos al océano! — tiró del mayor para emprender su camino energéticamente hacia un pequeño puesto donde vendían diademas referentes al parque.

Seonghwa observó cada diadema que el menor le ponía, teniendo que agachar la cabeza para que pudiera alcanzarlo correctamente, no se quejó por lo ridículo que se veía con esas cosas sobre su cabeza, solo disfrutaba de la sonrisa gigante que Hongjoong tenía mientras le ponía lo que se le antojaba. — esta me gusta — tomó una diadema que simulaba unas orejas de ratón en forma de caramelo y con un lazo exagerado en el centro — te ves muy tierno

— de acuerdo, la usaré, pero tú usaras esta —Hongjoong colocó sobre la cabeza pelinegra una diadema que tenía las orejas de un conejo — ¡muy lindo! — una sonrisa amplia se formó en los labios de Hongjoong, provocando que su rostro se ilumine.