Capítulo 31

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Volvió a despertarse tras un sueño vacío, su cuerpo aún seguía sintiéndose pesado además de débil; parpadeó de manera difusa evitando que sus lentes se desenfocaran, se encontraba en aquella habitación nuevamente pero esta vez estaba tapado del todo además de que sentía un paño mojado en su frente. Tragó saliva antes de percatarse que la habitación estaba siendo iluminada por una lámpara de aceite lo cual lo dejó un poco desconcertado.

- Ya has despertado. -La voz de una mujer hizo que volteara su vista hacia la puerta donde se encontraba.- Mi hija se asustó mucho cuando te desmayaste, creía que ella había tenido algo que ver.

La mujer tenía la piel tostada además de que su cabello negro estaba recogido en un moño dejando algunos pocos pelos se quedaran desordenados. Sus ojos castaños oscuros le miraban con cierta desconfianza y sospecha lo cual no venía siendo bueno para la situación en la que se encontraba, tenía que ser cuidadoso con lo que decía y respondía pero su cabeza no se encontraba bien para pensar demasiado; aún así, se percató de que se encontraba embarazada vistiendo ropa holgada para su comodidad. Se apoyó en el bordillo de la cama mientras se impulsaba para quedar sentado en el colchón haciendo que el paño se cayera a un lado suyo, soltó un suspiro tembloroso notando como la mujer se había acercado a él un tanto preocupada.

-No debes levantarte. -Le advirtió recogiendo nuevamente el paño para ponerlo a remojo.

-Sé lo que debo hacer... -Intentó respirar de manera profunda pero solo podía hacerlo corto algo que le dejaba confuso, se llevó una mano a su cabeza adolorido por todo lo que pasaba.

- Tienes hipotermia. -Dijo la mujer de manera directa haciendo que Tom alzara la vista viendo a la mujer mirándole por encima de su hombro.

- ¿Qué...?

-Mi hija te encontró en el granero desangrándote y respirando a duras penas -contó la mujer volviendo su cabeza nuevamente en lo que hacía.-, estabas muy pálido y casi ni tenías pulso; eres afortunado de seguir vivo...

- Lo soy demasiado... -Farfulló para sí mismo arrugando la frente y agachó su cabeza mirando el suelo.

-De igual forma, llevas casi un mes entero inconsciente...

-¿Un...mes? -Preguntó aturdido.

Se quedó mirando el suelo pensando en aquella sensación de culpa que había tenido cuando le dijo aquello, ¿por qué se sentía así? Se pasó una mano por su cabello intentando recordar pero aún sentía un dolor que no le dejaba pensar de la manera que quería.

- Todo... Todo se siente tan confuso... -Farfulló nuevamente y alzando la vista al sentir unas manos apoyarse en sus hombros.

La mujer le hizo recostarse nuevamente en la cama para luego poder coger el paño remojado y colocarselo en la frente.

- ¿Por qué...? -Dejó la pregunta en el aire sintiendo como le colocaba la manta encima.

- ¿Por qué te ayudo? -La mujer alzó una ceja interrogativa mientras se cruzaba de brazos haciendo que Tom asintiera.- Lo hago por un asunto personal...

Al escuchar la respuesta se quedó confuso mientras que sus lentes se desenfocaban y se distorsionaba lo que veía. La de cabello negro se alejó de allí dejándole nuevamente solo en la habitación en la que la única luz era la lámpara de aceite y la poca luz que venía del pasillo, podía escuchar la voz de la niña pero no sabía qué estaba diciendo; la oscuridad que quedaba en los rincones de la habitación le hizo sentir una familiaridad por el calor que sentía.

- Luis... -Logró recordar a su pareja, y entonces entendió por qué había sentido aquella oleada de culpa.

Su pareja había estado un mes en las garras del noruego si es que éste no lo había matado para aquellos instantes, solo esperaba que hubiera escapado aunque dudaba que lo hubiera conseguido en esos momentos. Volvió sus manos en puños mientras pensaba en lo débil que era, tener hipotermia ahora era lo peor podía haberle pasado; cerró sus párpados para concentrarse mejor notando nuevamente los cables. Se percató de que su cuerpo se encontraba temblando de manera ligera, se preguntó si era por el frío pero tenía una manta así que pensó que podía ser causa de la pena y tristeza que sentía.
Tuvo que respirar hondo de un modo un tanto irregular para mantener la calma, sentía las ganas de llorar de una manera un tanto repentina además de que su cuerpo estaba temblando todavía más. Se abrazó a sí mismo antes de hacerse un ovillo quedando de lado dándole la espalda a la pared tirando el paño mojado al suelo como pudo ya que le dolía, su respiración se volvió más dificultosa dejándole sin aire; se agarró más a la manta gruesa que le cubría mientras sentía su cuerpo empezar a desvanecerse otra vez pero no quería volver a dormir, no soportaría el volver a despertar sin que Luis esté a salvo y sano, pero tampoco podía ir a buscarlo en aquella condición desastrosa. Recordó lo que pasó con Luis en la enfermería, dijo que lo protegería y lo ayudaría, y lo había hecho pero por hacerlo le pudieron coger y por su culpa ahora se encontraba en quién sabe dónde.

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Debí haber subido esto hace tiempo, sorry x'd

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