Creepypasta #3 "the ubhiquitos"

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Mi nombre es Rubí, tengo 16 años, eso es todo lo que deben saber de mí.

Eran aproximadamente las 2:40 de la mañana, yo estaba platicando con mi novio por facebook, todo era normal, nada era extraño. Decidí irme a dormir cuando el reloj daba ya las 4: 21 de la mañana, apague mi ordenador, me desvestí, quitándome lentamente mis pantalones dejándome solo en ropa interior para irme a dormir, me acosté, me tape y cerré los ojos esperando dormirme, pero algo no me dejaba, sentía que alguien me miraba, que alguien me asechaba, abrí los ojos y mire al rededor, pero no vi nada, pensé en encender la luz, pero no creo que fuera necesario, volví a acostarme,  pero esta vez algo mas me despertó, escuche una risa, me asuste un poco, pero llegue a la conclusión de que ya estaba muy cansada y era normal imaginarse cosas, cuando intente recobrar el sueño, paso lo peor, aquello que jamas olvidare, algo que me puso los nervios al cien por ciento, era una voz, una voz macabra que me decía:

– Enciende la luz pequeña, mira lo que la oscuridad tiene en su interior, déjame verte pequeña

Me quede estupefacta al oír esa voz tan tenebrosa, era como si un cerdo estuviera siendo cortado lentamente con un cuchillo, la única diferencia es que este sonido formaba palabras, era tan terrorífico. Lo típico de cualquier persona asustada seria encender la luz y sentirse a salvo, pero….. yo no quería, no quería ver lo que esa cosa era, en esos momentos deje de ser la chica de 16 años, el miedo era tan grande que volví a ser la pequeña niña asustada de 6 años que pensaba en el monstruo del armario, me acosté en la cama nuevamente y me cubrí completamente con la sabana.

Al día siguiente descubrí que me había quedado dormida en mitad de mi miedo, no se que fue eso, pero espero que solo haya sido una mala broma de mi cerebro. Camine hacía el colegio como cada día, esperando olvidar lo sucedido, mientras caminaba mi novio me abrazo por la espalda, estaba tan alterada que me asuste de inmediato y salte, el me vio preocupado y me pregunto:

– Estas bien?, parece que no dormiste bien anoche.

Me alivie al verlo, pero no quería decirle lo que me ocurrió, no quería que me tachara de loca.

– Nada mi amor, una mala noche jejejeje, el perro de vecino, ya sabes – le dije.

El solo sonrió y nos dirigimos juntos al colegio. Al llegar paso algo que nos impresiono, el colegio estaba cerrado por algún motivo, había policías al rededor y una linea amarilla que decía: “No pasar”. Mi novio y yo no alejamos y nos dirigimos de nuevo a nuestras casas.

– Quieres ir a comer algo? – Me dijo mientras me tomaba de la mano.

– No puedo – le dije mientras jugaba con sus dedos – esto es un golpe de suerte, teníamos que entregar hoy un ensayo de un tema de nuestro gusto, pero yo no lo logre terminar, sera mejor que lo termine hoy que tengo tiempo.

– Entiendo, nos vemos después entonces.

– Si, adiós, te amo.

Llegue a mi casa, me quite los zapatos y me puse a trabajar, llame a mis padres, pero no contestaron, me di a la idea de que  no estaban. Comencé mi trabajo, escribiendo en la computadora un ensayo sobre la vida en los suburbios, todo iba perfecto, estaba en total calma, pero algo hizo que me levantara de mi silla, otra vez, esa maldita voz, mire a todos lados, miraba y miraba desesperada-mente, pero no lograba ver a nadie, la voz me penetraba los odios y sentía un dolor de cabeza inmenso.

– No me busques…. no querrás verme.

No lo pensé dos veces y salí de mi habitación corriendo, quería escapar abrí la puerta del cuarto de mis padres para esconderme, pero al entrar me quede aterrorizada al ver que mis padres no habían salido, ahí estaban, hechos pedazos, la cabeza de mi madre estaba en su estomago abierto y con los intestinos esparcidos por el lugar, mi padre yacía en la cama con los ojos arrancados, y la cabeza abierta, podía mirar su cerebro perfectamente. Dios mio, no pude soportarlo y vomite todo lo que pude, escuche la voz otra vez:

– Mira mi obra de arte, ¿No es hermoso?

No mire atrás, no me atrevía a mirar a esa cosa, fui a mi habitación nuevamente, cerré la puerta e hice algo muy estúpido….. apagué  la luz.

Ya no lo puedo ver y el no puede verme a mi…….. no quiero encender la luz, tengo miedo…. si la enciendo , moriré, estoy segura, no se si sigue ahí o se ha ido, pero no quiero arriesgarme. Ayúdenme por favor, tengo mucho miedo.

Eh llamado a este ser “El omnipresente”, ten cuidado cuando quieras encender la luz, puede que lleguen a intercambiar miradas.

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