❝Mi mundo se caía a pedazos, aún así, sonreí para ti...❞
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▪ Género: Romance, angst, melancolía.
▪ Hermosa portada, banner y separador por; @koochefsito 🪟.
▪ Adaptación de "Window - Nomin" obra de: @Milkyzens, todos los créditos a su persona...
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Los chicos se encontraban camino a casa de los señores Park.
Al llegar tocaron la puerta, como de costumbre la señora Park abrió tranquilamente, invitándolos a pasar.
Jinyoung le pidió que se sentara en el sofá, tenían algo pendiente de qué hablar.
Ya estando sentados, Mark comenzó a leer la carta, la señora Park soltaba lágrimas amargamente, tratando de callar los sollozos, cuando Mark terminó de leer la carta todos vieron a la señora Park.
—¡¿Es una broma, no?! ¡Mi hija no tiene por qué culpar a su padre! —secó rápidamente sus lágrimas.
La señora Park se levantó del sofá dispuesta a quitar esa carta de las manos de Mark, pero Jinyoung fue más rápido, la detuvo antes de que pudiera tomarla.
—Tú lo sabías, ¿verdad?
Jinyoung tomó el brazo de su madre, haciendo que ésta lo mirara directamente a los ojos.
—¡Tú sabías lo que él hacía, ¿no es así?!
Su madre comenzó a soltar nuevamente más lágrimas, cayendo de rodillas al suelo.
—N-no pensé q-que fuera a lastimarla t-tanto, creí que pararía pero n-no fue as...
No tuvo tiempo de seguir hablando cuando Mark se levantó del sofá comenzando a gritarle.
—¡Ella pedía por su ayuda y usted no hizo nada!, ¡usted dejó que la siguiera lastimando, ustedes la mataron!
Jaebum tomó rápidamente a Mark, quien también cayó de rodillas, llorando desesperado.
—N-no la ayudó...¡solo porque eligió a su esposo en vez de a su hija!, e-ella no se merecía eso, ella no...
Mark se dejó abrazar por Jaebum, quien ya no podía aguantar más las lágrimas.
Nadie había ayudado a Chaeyoung, ni su propia familia.
Jinyoung ayudó a levantar a Mark, comenzando a caminar hacia la puerta con los demás chicos atrás. Pero antes de salir volteó a ver a su madre en el suelo.
—No sé cómo puedo ser parte de esta familia, es un asco, y Mark tiene razón, ustedes dos la mataron, lenta y dolorosamente...¡Era tu hija, cómo pudiste hacerle eso!, ¡porqué a ella y no a mí!
Cerró la puerta de un portazo, no volvería a pisar esa casa otra vez, él ya no era parte de esa familia, ya no, él no pertenecía a ese asco de personas.
Ahora sólo buscaría lo que se merecen esos dos que se hacen llamar sus padres.
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