CAPÍTULO UNO

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POV Hanna
  
3 meses después...

— Esto es una mierda — Ya había terminado mi turno de mesera cuando el cielo se puso en mi contra y empezó a llover de manera torrencial.

Respiré profundo y me devolví a la cocina donde le pedí a Danielle, una compañera de trabajo, que me prestara unos periódicos.

Ha sido la única a la que le tengo confianza y con la única que he podido hablar aquí sobre lo que sucedió ya que no tengo a nadie y mi padre es simplemente una sombra que sale en las mañanas y llega en las noches.

Danielle es morena, no tan alta y de cabello largo y negro. Estudiaba odontología en Canadá, pero debido a que su novio se mudó para acá gracias a una beca, ella hizo lo mismo y ahora no estudia, solo trabaja mientras su novio pasa horas en la universidad estudiando Leyes.

Así como yo con ella, ella conmigo también ha desahogado todo lo que siente, es reconfortante encontrar a alguien que te escuche cuando no tienes a nadie físicamente.

Nos hemos vuelto algo cercanas y gracias a ella mi llegada no fue tan asquerosa.

Un día salí a caminar hasta que encontré esta linda cafetería y la vi a ella sentada en una de las mesas mientras jugaba muy concentrada Candy Crush, me dijo que era la dueña , le pedí empleo y dijo que sí. Con la suerte de que apenas tenían una semana de haber abierto la cafetería y ella dos meses de haner llegado, era perfecto.

Lo único bueno que hizo mi padre por mí, fue tenerme las citas de migración listas para poder sacar la visa americana gracias a su gran puesto en su empresa.

Abro el almacén donde está la comida y me coloco de cuclillas para encontrar lo que busco.

— ¿Sabes que puedes tomar el bus? — Me concentro en buscar los periódicos e ignoro su pregunta ya que ella sabía la respuesta — Por un día que llegues temprano a casa no te vas a morir, Hanni.

Al encontrar lo que buscaba voy y me despido de ella con un abrazo.

— Puede que no me muera, pero prefiero prevenir — Ella se ríe y salgo de la cafetería para caminar hasta casa — ¡Hasta mañana!

Era aproximadamente cincuenta minutos caminando los cuales tenían cero importancia si de llegar tarde a mi casa se tratase así mis piernas dolieran.

Ya han pasado tres meses viviendo con mi padre los cuales han sido una tortuta de mierda. He intentado hacer un tipo de trato para llevarnos bien, pero el recordar todo lo que me hizo pasar no ayuda a cuando ya estoy frente a la puerta de su habitación queriendo hablar.

Creo que la paciencia que en algún momento tuve se fue toda por una alcantarilla después de volver a compartir techo con ese señor.

Sigo caminando y dos calles después, los periódicos empiezan a romperse por el peso del agua así que me rindo y sigo caminando sin ningún tipo de protección.

Observo el tráfico gigante gracias a la lluvia y agradezco el no haber seguido el consejo de Dani de irme en bus, llegaría a mi casa mañana al mediodía.

Por otro lado, Nueva York era una ciudad increíble, sus altos edificios y arquitecturas eran preciosas, sus calles limpias y parques enormes, me gustaba este lugar para vivir aunque era excesivamente costoso, pero vale la pena. 

Antes de llegar a casa, había una bonita plaza donde siempre pasaba y observaba las flores y los árboles, se respiraba un aire diferente, inspiraba tranquilidad a pesar de la gente que caminaba apurada por el mismo sitio. Ya iba casi llegando y viendo que ya estaba completamente mojada, empecé a caminar lento y disfrutar de las mismas cosas acompañadas ahora con las gotas de la lluvia.

WALK ALONE © | SUGA - BTSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora