Middle of the night (Showki)

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Jealousy

El monstruo de los ojos verdes

"A veces, la vida puede ser injusta" pensó amargamente, mirando el rostro sonriente de su hermano, la forma en que parecía destilar luz con el simple gesto, lo hermoso que se veía a pesar de que las esquinas de sus ojos se arrugaban.

Kihyun paso su mirada de Hyungwon al hombre parado a su lado y sintió que su estómago se hundía. Shin Hoseok, con su sonrisa inocente, sus adorables mejillas y su pulcra piel quitaba el aliento.

Esos dos juntos, eran, según su madre, una pareja hecha en el cielo, Kihyun sabía que era verdad, todo el mundo sabía que era verdad, pero reconocerlo no lo hacía sentir mejor.

De hecho, le revolvía aún más el estómago.

Hyungwon y Hoseok llevaban dos años como una pareja oficial, dos años que para Kihyun se habían sentido como una eternidad, verlos todos los días juntos, siendo todo dulzura, amor y sonrisas bobas había sido una tortura.

Los tres se habían conocido en su último año de la universidad, aunque en realidad, Kihyun había visto a Hoseok primero, ellos habían compartido varias clases y se habían vuelto cercanos, Kihyun había pensado que Hoseok era el indicado; un Beta guapo, amable, sensible, trabajador, con un corazón noble, una sonrisa preciosa, aficionado al ejercicio y un extraño amor por el ramen. Efectivamente, había sido el indicado, pero no para él.

Después de seis meses de ser amigos, Kihyun había invitado a Hoseok a comer a su casa, había planeado todo para confesarse ese día, había preparado una deliciosa comida e incluso se había decolorado el cabello para teñírselo de gris. Sus padres no llegarían hasta la hora de la cena porque debían atender sus responsabilidades como cabezas de la manada y Hyungwon había estado fuera de casa después de clases toda la semana porque estaba muy metido en un proyecto escolar.

Todo había ido según lo planeado, Hoseok le había dicho que se veía muy guapo con su color de cabello nuevo y había amado tanto la comida que no dejaba de decirle lo buen cocinero que era. Kihyun había reunido el coraje suficiente con los cumplidos y estaba a punto de confesar cuando Hyungwon entro a la cocina con su amigo Minhyuk.

Y Kihyun lo supo entonces, que había sucedido de nuevo.

Hyungwon había ganado otra vez.

No era como que estuvieran compitiendo por nada, pero a veces Kihyun sentía que estaban en una carrera y que él siempre era el último en llegar a la meta.

Hoseok había mirado a Hyungwon como si fuera una pieza invaluable de arte, como uno miraba a la luna cuando estaba llena y quería ser capaz de alcanzar el cielo para tocarla. 

Eso había dolido, pero Kihyun tenía que admitir que se lo esperaba, había sucedido miles de veces en el pasado; Kihyun encontraba a alguien que le gustaba y que parecía corresponderle, hasta que Hyungwon se cruzaba en el camino y él dejaba de ser importante.

La diferencia con Hoseok, había sido que, Hyungwon lo había mirado con interés y le había sonreído. Hyungwon siempre había ignorado a los tipos que dejaban de lado a su hermano después de que lo conocían. Pero a Hoseok no, porque Hoseok era su destino.

El resto, como solían decir, era historia.

Kihyun no había confesado ese día, había presentado a su hermano con su amigo y ellos se habían enamorado, dejándolo de lado, otra vez.

Dos años después de aquel fatídico día en la vida de Kihyun donde vio al chico de sus sueños enamorarse de su hermano, los habían llevado a este momento; Hyungwon y Hoseok vestidos con ropa a juego, siendo todo sobre sonrisas y felicidad, estaban dando una fiesta para anunciar su compromiso, su futura boda, su próximo lazo, porque ellos eran almas gemelas y Kihyun sólo había sido el insignificante peón del destino que los ayudo a encontrarse.