𖥔 My First And Last ── soohua.

Diecisiete.

Qué bien se veía Soojin. 

— ¿Soojinnie? ¿Qué sucede? —fue lo primero que logró formular la menor. 

— ¡Es una sorpresa! —pronunció con una sonrisa—. ¿Te gusta? Lo planeamos para ti. 

Shuhua nunca había visto a su amada Soojinie tan feliz. Sus ojos haciéndose pequeños y sus labios subiendo mientras hablaba. 

Soojin estaba auténticamente feliz y emocionada. Shuhua se sentía bendecida. 

— Es muy lindo, pero, ¿por qué? 

— Lo averiguarás más tarde —murmuró tendiéndole la mano con una pequeña sonrisa. 

La menor le sonrió un poco como respuesta, tomando su mano de inmediato. 

Soojin guió por los pasillos iluminados con la luz tenue de lámparas hacia las escaleras, tras subirlas dirigiéndose a la terraza. 

Un pequeño sofá, una mesa y dos sillas frente a cada extremo. Era muy lindo. Ambas se sentaron, Shuhua miraba con atención a la peli—violeta frente a ella intentando descubrir que se suponía que harían. 

— ¡Buenas noches! —la voz de Chenle interrumpió su silencio. El chino hablaba Inglés con un acento bastante marcado pero aún con una gran sonrisa. 

Soojin lo miró fijamente, confundida, mientras la menor de los presentes intentaba evitar reír. 

— ¡Traje la cena! —anunció el muchacho colocando en la mesa una bandeja—. Espero que la disfruten. La cocinamos Jisung y yo con ayuda de Doyoung. 

— Gracias, Chenle —murmuró Soojin mientras le hacía un ademán con la mano para que se retirara. 

El menor se encogió de hombros y comenzó a caminar hacia la puerta para dejarlas solas una vez más. 

— ¿Sucede algo en especial, Soojinie? —pronunció Shuhua mirando a la mayor con curiosidad. 

— No, bueno, sí... Solamente quería que pasaras una linda noche, que fuera especial. Chenle y Jisung insistieron en ayudar, y Chenle dijo que tu color favorito era el violeta y que tenía una idea perfecta para sorprenderte —señaló su cabello encogiéndose de hombros—. Son un caos, pero me agradan. Me alegra que ellos estén en tu vida, Yeh Shuhua. 

— A mí también —murmuró la menor dejando escapar una pequeña sonrisa—. Creo que son los mejores amigos que pude pedir. 

Soojin sonrió también, y luego sacudió su cabeza para acomodar los cabellos de su flequillo. La coreana comenzó a servir un poco de la comida que Chenle había llevado minutos atrás, tanto para ella como para la muchacha frente a ella. 

— ¿Recuerdas cuando te mudaste? —susurró sin levantar la mirada—. Tenías unos cinco años, y apenas podías hablar. Recuerdo que Miyeon le dijo a Soyeon que quería adoptarte, aunque tan solo tenía ocho años. Ella siempre te ha protegido, aunque no te des cuenta —Shuhua la miraba con atención, tanto a ella como en ocasiones a sus acciones—. Yuqi también lo hace. Creo que por eso se llevan tan bien. 

Soojin y Shuhua se conocían desde hacía muchísimo tiempo, pero ellas no eran las más cercanas. Soojin, Soyeon y Minnie fueron siempre más separadas e independientes, y cuando había sub grupos solían ser ellas tres juntas, en contraste con Yuqi y Miyeon, que ambas parecían tener la atención de todos por alguna razón y que siempre habían sido más abiertas a conocer gente, y así fue como añadieron a Shuhua con ellas. 

Y aunque se prometieron que serían la seis contra el mundo, siempre habían estado divididas entre dos grupos debido a sus personalidades y lo complicado que era que las seis estuvieran de acuerdo en algo.