La Manada // JONGTAE (Omegaverse)

Capítulo XIII

En el momento en que terminó con la habitación para la residencia de los niños huérfanos, no estuvo más cerca de respuestas y había dado vueltas a lo mismo. Pensó en estar molesto, preguntándose si tenía alguna razón para estarlo. Entonces, ignorando si sus sentimientos eran válidos, daba vueltas a la idea de hablar o no con Taemin. Perseguía su cola enojándose por cómo estaba manejando esto. Y de vuelta al principio. Una y otra vez. Vueltas y vueltas hasta que se sintió un poco mareado.

Fue a buscar a Siwon para ver qué faltaba para seguir trabajando. Al pasar por una de las otras habitaciones, quedó helado. Parecía de película de terror, en cámara lenta, cuando se volvió para ver el interior, sintió su estómago caer.

— Oh sí, bebé — se quejó Minho. Taemin estaba de rodillas — Tu boca es increíble, Taemin. —Y al mismo tiempo las lágrimas quemaron sus ojos. Ahí estaba él, y la noche que Taemin pasó con Minho se presentó, complaciéndolo como a él. Su mente retrocedió rápidamente a ese momento y cada momento de intimidad que habían compartido. Había sido remplazado.

Los ojos de Taemin se encontraron con los suyos por un segundo. Los abrió como platos cuando vio su molestia. Entonces Jonghyun se lanzó a la puerta y salió del lugar. No podía ver eso. En el momento que estuvo afuera y el aire fresco lo golpeó, el lobo en él empezó a salir. Echó hacia atrás la cabeza y aulló de dolor.

— ¡Vete a casa ahora! — gritó Siwon, dándose cuenta de lo que estaba pasando. Jonghyun asintió y corrió tan rápido como pudo. En el momento en que estuvo cerca de la casa, cambió, su ropa rasgándose.

— Jonghyun — Taemin fue corriendo hacia él y sacudió la cabeza.

— Ahora no — gruñó, sus palabras salieron como siempre lo hacían en esta forma. Era mitad hombre, mitad lobo y sus dientes hacían que todo sonara más profundo y ronco cuando hablaba — No sé lo que voy a hacer en este momento así que retrocede.

— No — susurró el menor mientras se acercaba. Estiró la mano para tocarlo y Jonghyun hizo la única cosa que nunca pensó le haría a Taemin, lo apartó de un empujón.

— Vuelve a Minho. Lo estabas haciendo muy bien sin mí.

— ¿De eso se trata? — Sus ojos estaban muy abiertos por la sorpresa otra vez — ¿Estás enojado porque yo estaba con Minho? ¿Por qué? Nos dijiste que estábamos todos juntos ahora.

— Sí, lo estamos — Jonghyun soltó una risa oscura, temblaba de rabia y dolor — ¿Soy un maldito estúpido? Dejé entrar a mi remplazo por la puerta.

— ¿Remplazo? — Taemin repitió, viéndose confundido y probablemente dañado porque le dijo que se fuera — Eso no es cierto, Jjong.

— Lo que sea — Irrumpió hacia la casa y solo se alejó unos metros antes de que Taemin saltara sobre su espalda.

— No te alejes de mí. Obviamente necesitamos hablar de esto.

En un instante lo tenía clavado en el suelo, con los brazos sobre la cabeza sujetados por una de sus garras. — ¿Qué hay en él que te atrae? ¿Es porque es un frío asesino? ¿O es porque es más deseable?

— Estás exagerando.

— ¡Yo te salvé! — Jonghyun gritaba y golpeaba el suelo con la cabeza — Te ayudé. Te salvé. Te di un hogar. Se suponía que me amaras para siempre, Taemin. Te di mi corazón y mi alma. Habría estado muy contento si las cosas hubieran sido diferentes. Íbamos a ser tú y yo juntos. ¡Nunca íbamos a dejar la cama para irnos con otro hombre! — gritó en su cara — Dejaste la cama y fuiste hacia él. Lo has hecho cuatro veces en menos de dos semanas. Prometiste que siempre terminarías dormido en mis brazos. Querías que lo salvara también. Estabas tan asustado de que Kibum pudiera remplazarte que he hecho todo lo posible para asegurarme de que entiendas que no era lo que estaba pasando. ¡Nunca quise que dudes de que te amaba o que podrías ser remplazado! Pero ¿cuál era el punto? Me remplazaste.