Tu vista se pasea entre el rostro del señor Park y el de Junmyeon, al fondo se escucha el sonido de los utensilios de cocina y la plática revuelta de las personas que ocupan otras mesas del restaurante.
Ya imaginas lo que está pensando, la expresión de Park no es para nada algo agradable, tiene ambas manos cruzadas frente a su boca mientras te mira fijamente. En su mente está desaprobado una y otra vez tus decisiones, ya te lo ha dicho, cree que eres una incompetente. Pero lo que piense te tiene sin cuidado, especialmente porque Junmyeon parece mantener su mente abierta al tema. Sabes que también tiene sus dudas sobre ti, pero quieres creer que ese pequeño brillo en sus ojos cuando te mira, se debe a que confía en ti.
—¿Crees que ellos van a aceptar eso? —Haejin desenlaza las manos para poder hablar, su tono es frío y cortante.
—No se trata de detenerse a pensar en si van a aceptarlo o no. Se trata de que entiendan que es necesario hacer las cosas así para poder sacar adelante al club. Me sorprende que usted no lo sepa ya, cuando me ha dicho que ha estado con mi abuelo desde los inicios del club, creí que entendía que hay que hacer sacrificios a veces por un bien mayor.
—Pero decir "sacrificio" suena... —Junmyeon no logra terminar su frase.
—Podríamos perder empleados, y con eso el trabajo se acumularía. Terminaría siendo lo mismo.
—¿Entonces qué quiere? —Le preguntas ya exasperada, pero sin perder la calma del todo—. No podemos seguir así, tenemos que hacer el recorte ya, para poder sacar adelante el negocio.
Haejin no dice más, deja pagada una parte de la cuenta y se retira en silencio, no sin antes dedicarte otra mirada de enojo.
Escuchas a tu compañero suspirar con pesadez y lo miras. Tampoco dice nada, sólo te sonríe resignado a tus decisiones.
—Entiendes que no hago esto porque quiera ser malvada con ustedes, ¿cierto? De verdad me interesa conocerlos y ayudarlos.
—Lo sé, pero Haejin tiene razón. No lo van a aceptar y temo que alguien decida renunciar, o comience a tratarte mal.
—No te preocupes, será difícil para todos al comienzo. Pero ya hemos decidido tomar el reto y no nos queda más que esforzarnos.
No agregan nada más al tema, deciden regresar al coto caminando para poder dejar los documentos que necesitabas mostrarle al señor Park.
Entran a la casa y le agradeces nuevamente cuando toma tu maleta y la sube hasta tu habitación
Suspiras aliviada de estar por fin en tu nueva casa, no te importa que sea de renta y pequeña, sólo sientes una sensación de libertad que hacía mucho tiempo no experimentadas. Sabes que en el fondo estás asustada por no saber cómo vas a sobrellevar el primer año de independencia, temes no lograr un equilibrio económico con todo eso del club, el préstamo de tu hermana y tus gastos personales; pero procuras mantenerte positiva.
No sueles hacer decisiones precipitadas, tal vez en otra ocasión nunca hubieras decidido quedarte en Seúl o en cualquier otra ciudad que no fuera la tuya sólo de la noche a la mañana, sin haber planeado nada a fondo y sin haberte despedido de tu familia correctamente. Pero no te detienes mucho a pensar en eso, porque ya te habías planteado la opción de mudarte un día sin dar tiempo suficiente a tu madre de chantajearte para retenerte a su lado.
Te sientas en la cama y contemplas por la ventana el cielo despejado mientras tu mente viaja de un pensamiento a otro, cuando el silencio se hace tan largo que parece que estuvieras sola.
Giras la cabeza hacia un costado para ver si tu acompañante acaso se fue sin decirte nada, y lo ves sentado en el piso revisando algo en su celular. Parece que el nota que lo estás mirando, porque entonces te habla.
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Love Shot. Host Club. [PAUSADA]
Hayran KurguNunca conociste a tu abuelo materno, sin embargo resultas ser la heredera más importante del anciano. De la noche a la mañana, te conviertes en la dueña de un host club que se encuentra al borde de la quiebra. Tendrás que lidiar no sólo con tus inse...