La hija de Sirius Black (Fred Weasley)

Apuestas y 2º prueba

Las semanas habían pasado y hoy era la segunda prueba, todo ser vivo que estuviera en Howgarts podía notar los nervios, tensiones o cualquier tipo de emoción que rondaba por los pasillos. 

La prueba seria en el lago, había hablado con Cedric y Harry y francamente no sabia quien estaba peor aunque tenia una ligera idea de lo que iban a realizar para superar lo que sea que debían hacer en esta parte del Torneo. 

Caminábamos con Ginny, hablando sobre las clases y lo lindos que eran algunos búlgaros mientras reíamos ante los comentarios de la mas pequeña. Estaba loca por Harry Potter pero había aprendido a disimularlo un poco y continuaba con su vida o hacia el intento de fijarse en mas chicos que no fueron el elegido. 

- Apuestas, hagan sus apuestas.- gritaban los gemelos.

Al pasar por su lado nos rodearon impidiendo que sigamos caminando.

- Bellas damas...- comenzó George.

- ¿Ya realizaron sus apuesta?- continuo Fred - La mayoría apuestan por Cedric o Victor aunque hay algunos por Harry, por si te interesa hermanita.- 

Ginny coloreo un poco  sus mejillas de un rojo carmesí pero no dije nada. 

- Es una estupidez lo que están haciendo, es horrible apostar por ver quien va a ganar o si alguien puede morir.- dije un poco fastidiada. 

Realmente no me gustaba para nada la idea de hacer apuestas, los concursantes ya estaban lo suficientemente nerviosos como para también tener la presión de que hay gente apostando sobre sus muchos o pocas habilidades, lo que mas necesitas es gente apoyándote y no apostando por si pierdes una pierna. 

- Te comprare algo bonito con lo que gane preciosa.- susurro Fred en mi oído. 

- No te preocupes Weasley, lo bonito me lo puedo comprar yo.- respondí tajante.

Fred sonrió de lado mientras yo tomaba a Ginny para ir a buscar unos buenos asientos y esperar a que todo salga dentro de todo bien. 

La prueba estaba resultando tranquila, no podíamos ver nada de lo que ocurría porque todo se estaba desarrollando en las profundidades. Estabas en una aburrida espera hasta que una rubia desesperada apareció entre nosotros. 

Era Fleur Delacour, la chica francesa que había quedado seleccionada. Lloraba y sollozaba que no había podido salvar a su hermana, que estaba congelada al fondo del algo. "Algo preciado.." ahora cuadraba todo, Cedric me había dicho eso pero no sabia a que se referia. Hoy no había visto a tres estudiantes importantes para los competidores, Ron y Hermione no aparecieron por ningún lado y Cho Chang tampoco pero era imposible que los dejaran en el lago si alguien fallaba la prueba, seria sumamente cruel e injusto. 

Sabia que no debía hacerlo pero no podía quedarme con la duda, me metí en la mente de Fleur y de ahí a la de su hermana pequeña. Todo estaba bien, ella seguía viva y le habían advertido que si algo salia mal, alguien la rescataría. 

Fleur quedo descalificada y se le comunico que todo estaría bien, el segundo en salir fue Cedric junto a Cho y tercero Victor Krum acompañado por Hermione sin embargo de Harry no había rastro. La hora ya había pasado y aun no había novedades del pelinegro hasta que un cabello pelirrojo y uno rubio aparecieron a la superficie. Harry había salvado a la hermana de la francesa aunque este todavía no salia a la vista de todos, pasaron unos segundos de máxima tensión y el pelinegro salio expulsado del lago, casi se ahoga y estaba muy golpeado. 

Todo había salido bien. Todos estaban vivos y habían premiado a Harry por su actitud tan leal y amable sin embargo no podía pegar un ojo, daba miles de vuelta en mi cama pero era no podía quedarme dormido ni con una poción para dormir. 

Decidí salir a dar una vuelta, con sumo cuidado y poder tomar un poco de aire. Me encontraba deambulando por el castillo sin una dirección precisa aunque sabia que terminaría en la Torre de Astronomía, siempre iba a esa lugar cuando no podía dormir porque solía estar vació y podía pensar mejor sin embargo hoy me encontré con una cabellera pelirroja que  rondaba por mi cabeza mucho mas seguido de lo que me gustaría admitir, 

- Preciosa que sorpresa verte aquí.- dijo Fred acercándose. 

- Sabes que siempre vengo a este lugar, la sorpresa es encontrarte aquí a ti.- respondí con una sonrisa- ¿Has tenido alguna pesadilla bonito?-

- No preciosa, estaba en uno de mis mejores sueños.- rebatió el pelirrojo - Me estaba casando con un ángel, era igual a ti, pelo negro al igual que sus ojos y una figura que...- 

- Que graciosos Weasley, crees que a Angelina le guste que juegues tanto con otras chicas.- 

- Yo no juego con otra chicas preciosa.- sonrió.

- Simplemente le estaba confesando a una amiga que no podía sacarla de mi cabeza ni siquiera cuando duermo.- 

- No voy a jugar contigo mientras salgas con Angelina Fred, no es justo para ella. Se que no hacemos nada pero debieras decirle cosas así de bonitas a ella.- 

- Ya te he dicho Black, yo no estoy jugando.- 

Me dio un beso demasiado cerca de mis labios para mi gusto y comenzó a caminar a la salida. 

- No rompas mas corazones Fred, hay algunos que nunca se van a poder curar.- 

- Lo se Madd, eso es lo que estoy intentando hacer.- 

Perdí de vista al pelirrojo cuando comenzó a bajar por las escaleras pero si antes no podía sacarlo de mi cabeza, ahora menos. 

Maldito Fred Weasley. ¿Que quería decir que eso intentaba? ¿Le diría a Angelina de ser su novia? ¿Dejaría de salir con ella? ¿Iba dirigido a mi esa intención? 

Debería haber ido a las cocinas, buscar algo de chocolate e irme a dormir o al menos encerrarme en mi pieza pero no, había decidido salir y como la suerte siempre estaba de mi lado, me había cruzado con Fred Weasley, dueño de mis sueños y pesadillas últimamente. 

Debía esperar para aclarar mis dudas y detestaba esperar.