2: Primera vez separados

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Llegando a la escuela, todo el mundo empezó a saludar a Kale, mientras a mi solo algunos lo hacían y otros me dedicaban una sonrisa. Ya era normal, solo me conocían aquí como la mejor amiga de Kale, pero no me quejó, me gusta desapercibida. Es un don.

-Tengo que admitir que no quería regresar, pero extrañaba estar rodeada de mucha gente y chicos guapos-Ariana habló mirando a un chico del equipo de basketball, mientras se acomodaba un mechón oscuro detrás de su oreja.

Ahora nos encontrábamos los tres en la oficina de la secretaría esperando a que nos entregase nuestros horarios y saber en que salón nos toco a cada uno. Ya al acercarnos, vimos la misma mujer gordita y con una sonrisa de oreja a oreja de hace tres años atrás atendiéndonos.

-Gracias señorita Flores-dijimos los tres antes de salir de la oficina.

-Tengo que confesar que estoy un poco nerviosa, ¿imagínense que nos hayan separado? Les juró que muero-dijo Ariana con su tono dramático.

-No creó, siempre estamos junto, ¿por qué ya cuando nos falta un año para irnos nos van a cambiar?

-Bueno chicas, no lo sabremos si no vemos-dijo Kale-Así que a la cuenta de tres vemos que nos toco y después lo decimos a la misma vez, ¿ok?-Ariana y yo asentimos mirándolo.

Sé que parece algo muy infantil lo que estamos haciendo, pero quedar juntos en el mismo salón es muy importante para nosotros.

-Bueno comienzo yo-dijo Ariana-uno...

-Dos...-Kale siguió.

-Tres-cuando dije el número, volteamos rápidamente nuestras páginas.

-6 B-ellos hablaron a la misma vez, cuando escucharon sus respuestas se abrazaron emocionados.

-¿En cuál te toco?

-6... A-dije en un susurro, no puedo creerlo.

-¿¡Qué!?-grito Ariana llamando la atención de varías personas-¡No lo puedo creer!

-Yo menos, ¿por qué nos separarían?-dijo Kale con una mirada triste.

-No se preocupen chicos, solo son salones diferente, en el receso nos podemos encontrar-dije con una sonrisa forzada.

De verdad quería estar con ellos, y más porque es nuestro último año juntos. Pero tengo que tratar de verme calmada, no voy a dejar que ésto me arruiné el día, o el año entero.

-Pero es que no lo puedo creer. Saben, no me quedaré con los brazos cruzados, tal vez fue un error, voy a ir a reclamar-dijo Ariana para después ponerse a caminar, pero antes que diera el tercer paso la agarré de la camisa para detenerla.

-No es necesario, de verdad-dije antes que haga alguna estupidez y ser yo la que pase pena.

-¿Cómo qué no? Es nuestro último año juntos, y sabes que no puedo estar sin ti-dijo Kale moviendo las manos en forma de reproche.

Iba a hablar, pero una voz que conozco perfectamente me interrumpió.

-¡No lloren más amigos míos! ¡Ya llegué, tranquilos!-grito el chico bronceado caminando hacía nosotros.

-Dios, por qué lo llamaste, nadie lo había invocado-susurro Ariana mirando arriba. Me reí porque siempre hacía lo mismo al verlo.

-Te escuché mariposita, pero no te preocupes, yo igual te extrañé-dijo él estirando su mano para a traerla, pero ella rápidamente lo empujo-Siempre tan brusca, que linda.

-Pensé que llegabas el miércoles-dijo Kale abrazando a su amigo.

-Las frescas aguas de México me amaron, pero sé que si faltaba ustedes no iban a aguantar más.

Prometo no olvidarte Mejor AmigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora