-Carla ¿Puedes venir a tu box un momento? Quiero mirarte bien el hombro.
-Claro -le dije levantándome con cuidado-
-¿Puedo acompañarla? -Dijo María-.
-Si ella quiere, si.
-Por supuesto, que venga. -Dije muy convencida-.
Me senté en la camilla y me dijo si podía bajarme un poco el camisón. María me ayudo a bajar lo justo para cubrir me el pecho.
-¿Te duele si te toco aquí? -¡Au! Si joder..- Contesté quejando me-.
-Con cuidado Doctor..-Exclamo seria María.-
-Tengo que tocar para saber si hay algo más a parte de la quemadura.-Contestó el muy serio-.
Siguió tocando me el hombro, yo me di cuenta, al mirar me los pies, que tenía varias heridas en la pierna y un morado enorme en el muslo.
-Doctor, no me había fijado antes, pero aquí también tengo heridas.-Dije señalando-.
María se acercó a mirar.
-Ahora pasa la enfermera y te cura. Parece ser que de momento el hombro solo es el golpe. Si tuvieras dolor, vuelve a que te miremos de nuevo. Te dejaré la pauta con la medicación que tienes que tomar y le pediré a una enfermera que te explique como hacerte las curas. Luego tendrás que ir a tu medico de cabecera a por la baja, si la necesitas. Ahora te traigo los papeles del alta.-Dijo mientras salia por la puerta-.
-Que borde.. -Me dijo María-. A ver déjame que te vea, a ver si tienes algo más.
María me inspecciono con detalle en busca de cualquier rastro de herida, por muy pequeña que fuera. Y cuando llegó la enfermera a curarme, ella le indico una por una donde estaba.
-Cuando te toque hacer las curas de las heridas, deberías ir al medico de cabecera..
-¿Me puedo curar en casa?-Pregunté curiosa-.
-Por poder.. pero tiene que ser todo con mucha higiene, para que no se te infecte. Te explico. Te dejas las heridas tapadas un día más. Después intenta dejarte las al aire todo el tiempo posible, sin que te roce nada. Y cuando te metas en la cama, te la tapas para no hacerte más daño con el roce. La forma de curar, te metes en la ducha te lavas bien con agua y jabón y después con las manos limpias te pones povidona iodada. Muy importante, no te mojes la mano, te pones una bolsa y que te ayuden. -Se ocupará usted de ayudarla a duchar se?-Le preguntó a María-.
-Por supuesto, y de curar la también.
-Genial, el tema del labio va aparte. No te lo toques, intenta no quitarte el collarín, y come cosas blandas que no tengas que mover mucho el labio.
-¿Puedo besar? -Pregunté curiosa-. María me miraba de reojo poniendo me caras.
-Si vas con mucho mucho cuidado si, más que nada, que lo tienes abierto y te dolerá.-Contestó entre risas-
Una vez explicado todo, nos entregaron el alta.
-Mamá ¿Me has traído ropa? -Le pregunté buscando la bolsa-.
-SI, está aquí. Te he traído ropa cómoda.. y las bambas.
Cogí la bolsa y me fui al box, mi madre se vino detrás y María también.
-Puedo vestir me sola eh..-Dije mientras sacaba las cosas de la bolsa-.
-Carla,no seas cabezona. No hagas las cosas a lo bruto y déjate ayudar.-Decía indignada mi madre-. Abriendo la mochila.
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Cuestión de piel
RomanceHistoria de amor entre dos chicas. Viven al máximo todas las emociones de forma muy visceral. ¿Te atreverías a descubrir más? Sumérgete en este libro, cada capitulo te enganchará más.