13. Y el tiempo es oro

1.5K 147 11
                                    


Todo salió mal.

Si una hora antes lo único que sentía era la esperanza de tener una buena y mejorada vida a comparación de los doce años previos, lo que Harry estaba experimentando era una pesadilla que parecía estar reviviendo. Solo despertar después de haber estado inconsciente debido a los dementores, Hermione le dijo que Sirius había sido encarcelado de nuevo, él no podía permitir eso y al parecer no era el único que pensaba de esa manera.

Las puertas se abrieron permitiendo el paso de Albus Dumbledore con una pensativa Isabelle a su lado, que al ver a su madre aún inconsciente en la camilla se dirigió hacia ella sin perder un segundo. Harry por su parte, se acercó al director de Hogwarts de manera decidida para enfrentarlo y defender a su ahora conocido padrino de un destino peor que la muerte; le contó todo de manera atropellada y Dumbledore pareció haberle creído, sin embargo, este mismo le aseguró que eso no era suficiente.

—El tiempo es una cosa misteriosa —comenzó a decir el hombre bajo la mirada de los cuatro jóvenes— poderosa y cuando lo desafías, peligrosa... Sirius Black está en la celda más alta de la torre oscura —volteó esta vez viendo a Hermione de manera directa— conoce las normas, señorita Granger, no deben ser vistos y si les va bien, más de un inocente puede ser salvado... con tres giros serán suficientes.

Parecía que había enloquecido cuando detrás de él se cerró la puerta dejándolos solos de nuevo, Isabelle, Ron y Harry cruzaron una mirada confusa e intentaron hacer lo mismo con Hermione, pero ella estaba ocupada pensando en las palabras del director y comprendiéndolas, a diferencia de los otros tres, del todo. De pronto, volteó a ver a Harry y una segunda vez a Ron haciendo una expresión de pena.

—Lo siento, Ron —dijo mientras sacaba una cadena que colgaba de su cuello— estás herido, no puedes venir.

—¿Ir a dónde? —preguntó Isabelle acercándose.

—Eres muy pequeña, Isabelle —le contestó de la misma manera y la susodicha frunció el ceño por ser dejada de lado sólo por su edad— tu tampoco puedes venir.

Harry entonces prestó más atención a lo que Hermione hacía con aquel extraño artefacto y sintió una presión en su brazo antes de entrar a una sensación de lo más extraña. Todo a su alrededor se movía como si fuera reproducido al revés y tanto el cosquilleo como la percepción de movimiento se detuvieron cuando Hermione le quitó la cadena del cuello.

Seguían en la enfermería, pero nada seguía igual, Ron no estaba ahí y si antes era de noche, el lugar estaba iluminado por la luz de la tarde. Harry no comprendía nada y mucho menos lo hizo cuando vio a Isabelle a su lado.

—¿Qué haces aquí? —se adelantó a preguntar Hermione con cierta molestia en su voz.

—No me gusta cuando me dejan de lado —frunció el ceño— ¿qué ha pasado? Me siento rara.

—No hay vuelta atrás —suspiró Hermione y con el ceño fruncido se dirigió a la pelirroja— no te alejes de nosotros.

Ella comenzó a caminar de prisa haciendo que Harry e Isabelle intercambiaran una mirada confundida antes de seguirla sobre los talones y se detuvieron cuando ella lo hizo observando la disputa de unos estudiantes algo más alejados de ellos, fue una sorpresa tremenda cuando se dieron cuenta de quienes eran y fue entonces cuando la castaña les explicó el uso del giratiempo, un artefacto que había estado utilizando para tomar todas las asignaturas que Hogwarts ofrecía y el mismo que utilizarían para salvar a Sirius.

Después de aquella explicación no hubieron más preguntas y los tres fueron avanzando hasta la casa de Hagrid que fue donde los dos mayores estuvieron a esa hora del día.

Harry tiene una hermanaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora