Tom se volvió a despertar agitado mientras sus manos intentaban agarrarse a algo en lo que sostenerse, un grito seguido de un golpe le hizo mirar a quien estaba a su lado, era la niña. La pequeña vestía unos vaqueros junto con una camiseta blanca además de que portaba unos zapatos que servían para caminar por la tierra, la de cabello castaño oscuro se sobó su trasero mientras se quejaba.
-Lo... Lo siento... -Se disculpó el de lentes volteando su vista hacia sus manos, se encontraba sentado en el colchón percatandose de que le habían puesto más mantas.
-Creía que no respirabas... -Dijo en un tono aliviado la niña mientras se levantaba para acercarse al mayor que intentaba levantarse, notó sus pequeñas manos colocarse en su brazo para que se detuviera.- Tienes que este acostado, estás malito.
-Sé lo que hago,... -Dejó un silencio para que la pequeña dijera su nombre.
-Eliza. -Se presentó con una sonrisa en su rostro.
Tom sintió como se le iba el poco aire que tenía, como un golpe seco que le hayan dado en el pecho. Al ver a la de cabello oscuro otra vez notó una mirada preocupada en su rostro, se tuvo que calmar para no excederse demasiado y alejar a la niña.
-Soy ... -Se quedó en silencio, no sabía si debía decir su nombre, era cierto que no se encontraba en algún tipo de base o algo por el estilo, solo era una granja pero aún así. Sintió su cuerpo empezar a temblar por lo que se abrazó a sí mismo y murmurar algunos nombres.
-¿Eh? -La niña se mostró confusa por lo que se encontraba haciendo el de lentes.
Pasaron unos pocos segundos antes de que Tom se calmara por fin para luego darse cuenta de que Eliza le había colocado las mantas sobre sus hombros mientras estaba de pie descalza en la cama.
-Gracias... -Farfulló volviendo la vista al suelo apenado por su comportamiento.
-¡No te preocupes! -La niña sonrió mostrando sus pequeños dientes antes de bajarse al suelo nuevamente y colocarse sus zapatos.- ¿Y bien? ¿Cóno te llamas?
-Mi nombre es Tom. -Se presentó al fin agarrándose los bordes de las mantas y cubrirse más su torso desnudo. Miró a la contraria levantarse de su sitio de un salto para luego voltearse y mirarlo con sus ojos llenos de brillos.- ¿Por qué tan emocionada, niña?
-¡Hace tiempo que no veía alguien nuevo! -Respondió dando leves saltitos en su lugar logrando que el suelo sonara.- Desde que vinieron esos hombres rojos ha llevarse a papá no he podido salir de casa porque mamá tiene miedo de estar sola, eso último no me lo ha dicho pero sospecho que es por eso.
-¿Hombres rojos? -La miró confuso pasando una de sus manos por su propia cara intentando recordar bien.
-Sí, aunque bueno, también llevaban unas cosas azules -hizo un gesto pensativo colocando su mano debajo de su barbilla.- mmmm creo que también llevaban pantalones, aunque todo el mundo lleva pantalones... ¡Pero cuando hace calor llevo falda! ¿Los niños también visten faldas cuando hace calor?
-Si los padres no se dejan llevar por los estereotipos entonces sí -respondió sintiendo su cuerpo querer desvanecerse otra vez pero sacudió su cabeza para aclarar su mente y no dejarse llevar por el cambio de tema y recordando de paso la Armada Roja.-, Eliza, los hombres de rojo, ¿sabes por qué se llevaron a tu padre?
-Mamá dice que es porque son malos... -Bajó la mirada apenada y dio un pequeño puchero.
-Tu madre tiene razón. -Dio un suspiro sin saber muy bien por qué la Armada Roja había hecho aquello, tenían más que de sobra con el reclutamiento que estaban haciendo aunque podría ser otra cosa también podría ser por algo más oculto.- ¿Sabes a dónde se llevaron a tu padre?
La niña negó con suavidad la cabeza sin dejar de mirar al suelo con un puchero, dio un suspiro al verla de esa manera ya que era duro estar sin un padre lo cual él había experimentado de primera mano. Su mano acabó en el cabello de la pequeña para revolverlo.
-¡Mi pelo! -Se quejó la niña para luego arreglarselo con cuidado.
Dio una sonrisa cansada mientras pensaba en lo de su padre, si aquellos soldados se lo habían llevado de primera mano entonces no debían estar muy lejos o como mucho a una o dos semanas de allí.
-También se llevaron los papás de mis amigos, los de Tammy, el de Jonathan... -Dejó de decir nombres ya que no hacia falta contar de más para que captara la idea.
- ¿Para qué necesitarían ir de primera mano para recoger hombres? -Preguntó ahora Tom confuso.- ¿Y se llevaron alguna mujer?
-Eh... -Eliza se lo volvió a pensar mientras terminaba de peinarse el cabello.- Creo que no...
Arrugó el ceño al escuchar la respuesta, ¿por qué justamente ahora recogían únicamente hombres? Por lo que había visto en las bases habían mujeres que luchaban de igual manera pero aquel minúsculo detalle lo hacia detenerse a pensar.
-¡Eliza! -La voz de la madre se escuchó de afuera quitándole los pensamientos de golpe.
-Me tengo que ir, adiós, Tom. -Se despidió con una sonrisa antes de corretear e irse de la habitación cerrando la puerta de paso.
El de lentes se quedó sentado allí notando su cuerpo pesado nuevamente logrando sacarle de la poca energía que tenía, se recostó nuevamente en la cama con cuidado dejando que la oscuridad le abrazara nuevamente.
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[ONE] //Eddsworld
ФанфикLa guerra estalló Tiene que sobrevivir No puede confiar en ninguno de los dos mandos Él está solo. >>Todos los personajes pertenecen a Edd Gould (q.e.p.d.) >>No se permiten copias o adaptaciones. > La imagen de portada me pertenec...