32. Arrepentimiento.

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—¡Makku~!

Antes de que pudiera darse cuenta, ya tenía el pequeño cuerpo de su casi novio abalanzándose hacia él, abrazándole por el cuello y enrollando sus piernas en su cintura. Afortunadamente, logró reaccionar a tiempo, sosteniéndolo con sus manos en los muslos y dando un paso hacia atrás para evitar que cayeran.

—Ten cuidado— reprendió, frunciendo el ceño. Alzó un poco el cuerpo del moreno en un intento por afianzar el agarre, a lo que Donghyuck aprovechó para acomodarse mejor. Arqueó una ceja al ver la brillante sonrisa que el peliplata le dedicaba—. ¿A qué se debe tanta felicidad?

—Bueno— comenzó el moreno, acariciando los cortos cabellos de la nuca del canadiense—. Quizá sea porque tengo al mejor casi novio del mundo— se encogió de hombros, restándole importancia. Mark escondió una sonrisa, sabiendo muy bien que Donghyuck ya había visto su pequeño regalo.

Ya les daré las gracias luego.

—¿Entonces tienes novio?— preguntó con falso pesar, chasqueando la lengua—. Debe ser un tipo muy afortunado.

Donghyuck rió con timidez. —Es un poco tonto, y tiene cejas raras— comentó—. También es muy cariñoso y un pervertido de primera.

Mark arqueó una ceja. —¿Me estás diciendo tonto?

El moreno le miró, confundido. —¿Acaso dije que eras tú?

El pelinegro rodó los ojos. —Bueno, no veo que a alguien más le digan que tiene cejas raras.

—Sólo bromeaba— dijo, riendo, dejando un casto beso en los finos y rosados labios del mayor. Se relamió al separarse, captando la atención de Mark.

—Ugh, esto es tan cliché— se burló Hendery a su lado. El chino amaba molestar a Mark. Aunque últimamente no podía hacerlo mucho, porque el canadiense sabía algo que para él era mejor que quedase en secreto.

Mark le dio una mirada molesta, antes de mirar hacia atrás, dejando que Donghyuck bajara, y fingir preocupación. —Oye, Hendery, ahí viene Xiaojun.

Wong se alarmó notablemente ante las palabras del canadiense. —¡¿Dónde?!— susurró/gritó. Mark señaló a sus espaldas, a lo que Hendery miró hacia donde apuntaba, jadeando antes de huir lejos de ahí.

Xiaojun llegó a su lado, mirando al menor huir con una expresión entre triste y confundida. —¿Sabes qué le pasa?— le preguntó a Mark, recibiendo una negativa de su parte. El rubio hizo una mueca—. Lleva así desde que te disculpaste. Ni siquiera he terminado de llegar cuando ya se ha ido— se lamentó, su expresión denotaba tristeza pura.

No entendía el comportamiento de Hendery. ¿Había hecho algo que le molestara y no se dio cuenta? ¿Algo que le incomodara? Tampoco podía preguntarle. Hendery se alejaba de él apenas hacía el amago de acercarse.

—Ya, se le pasará— habló Yangyang a su lado, regalándole una bonita sonrisa al rubio—. Mientras me tienes a mí, ¿cierto, Jun?

La expresión de Xiaojun cambió a una medianamente feliz por las palabras del alemán. —No sé qué haría sin ti, Yangie.

El aludido simplemente sonrió, tomando la mano del rubio y despidiéndose antes de alejarse hacia los salones.

—Sé que sabes lo que ocurre— habló Donghyuck, mirando a los otros dos marcharse—. Ahora dime.

Mark hizo una mueca, tomando la mano del moreno y comenzando a caminar. Era lunes, por lo tanto tendrían una de las pocas clases que compartían. Era Matemática, pero no iba a quejarse demasiado. —A Hendery le gusta Xiaojun.

Cupido | MarkhyuckDonde viven las historias. Descúbrelo ahora