Addictions

Capítulo 2

"Severus, tenemos que ir." Ignoró a Severus sentado en el sillón en pijamas. Estaban tomando el té cuando Harry le recordó que tenían que asistir al décimo aniversario por la caída de Voldemort en Hogwarts.

"¿Porqué? Sabes que será lo mismo del año pasado". Severus ni se movió. "Gente tratando de darnos la mano, discursos infinitos, preguntas sin fin, y sabes que Granger y Weasley estarán rondándonos como pavos. Finalmente conseguimos que la gente nos deje en paz desde el quinto año."

"Si, porque tú empezaste a hechizarlos y darles pociones que hacían los hechizos mucho peor. Estoy seguro que recordaran que no deben molestarnos demasiado." Harry no admitiría su propia venganza.

"Claro, solo fui yo." Severus rodo los ojos. "Tu fuiste el responsable por lo menos de la mitad de los problemas. Solo que no puedo probarlo."

Harry asintió agachándose para besar a su esposo. "Justo como nadie puede probar tampoco que tu hiciste algo. Sabes a chocolate."

Severus ya lo sabía, por algo estaba bebiendo chocolate caliente. La adicción de Harry era Severus, por un segundo puso mala cara mientras Harry salía de ahí. Murmuro por lo bajo, pero se le ocurrió una idea mientras veía a Harry sacar sus jeans. Si, una gran idea. Era hora de usar la adicción de Harry contra él y salirse con la suya.

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Harry abrió la puerta y vio a Severus recostado en la cama. Se quedó mirando a Severus, su cerebro absorbiendo su imagen en jeans.

"¿Estas seguro que tenemos que ir a la celebración?" Sonrió mientras se puso de lado para enfrentar a Harry.

Harry miró durante varios segundos a su esposo en jeans. Jeans que había comprado hace solo unas semanas y aún no había podido ver en él. "Yo ..."

Severus se giró, mostrándole a Harry el trasero y mirándole por sobre su hombro. Necesitaba aprender como sacudir el culo. "Estoy seguro que podemos encontrar otras cosas que hacer esta noche."

"La celebración no es hasta en unos días." Harry caminó hacia él preguntándose qué estaba planeando ahora Severus. Amaba cuando su esposo usaba jeans.

"Estoy al tanto. Pero estaba pensando que podríamos ir a España." Severus se recostó sobre su espalda y giró la cabeza para mirar a Harry. "Visité nuestra tienda favorita. Tengamos una escapada romántica."

"La tienda de Halloween no estaba abierta." Harry lucía perplejo conforme veía a Severus desabrochar el botón de sus jeans, dejando ver seda negra. "Oh. Esa tienda". Se abalanzó sobre él.

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Severus lucía un tanto sombrío. Había fallado tratando de hacer cambiar de idea a Harry, tenía que encontrar una manera para no asistir. El brandy y el cigarro no estaban ayudándolo a pensar nada, pero al menos lo relajaba un poco. Se había probado todos los atuendos que consiguió el año pasado antes de Halloween. Incluso había intentado con el -haré lo que sea, tu cosa favorita, incluso ir a la playa en vacaciones- todo con tal de no ir. Pensó que lo de la playa funcionaria, sobre todo porque Harry sabía lo mucho que odiaba la playa.

Se terminó su brandy mientras se resignaba a ser arrastrado pese a todo a la fiesta en Hogwarts, al menos, no tendría que usar una túnica formal en la fiesta. Se levantó, había una sola manera de que se quedara durante toda la celebración.

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Severus se encontraba sentado en una esquina. Luego de casi arrancarles la cabezaa varios, las personas terminaron por dejarlo solo. Podía ver a Harry usando su falsa -estoy muy feliz de hablar contigo- sonrisa. Harry había estado dando vueltas pero ahora tenía a Granger fastidiando pegada a su oreja. Sabía que todos esperaban que él fuera grosero, pero jamás lo esperarían de Harry. Una vez Harry estaba tan harto de que le dijeran que hacer, que terminó estallando en una reunión de la orden aduciendo que él era tan humano como ellos y tenía todo el derecho a expresar sus sentimientos y emociones tal como ellos lo hacían. Luego de eso se detuvieron por un corto tiempo, pero pronto Molly y Granger siguieron con lo mismo. Severus ya les había advertido a los miembros más molestos de la orden que dejaran a su esposo en paz. Pero la Weaslette, Weasley y Granger no captaban el mensaje, sin importar cuantas veces el dejase caer en ellos algunas pociones. Se preguntaba si Harry sabría que fue él quién causó que Granger y Molly tuviesen problemas con sus voces. Había hecho que sus voces sonaran como Minnie Mouse por casi 4 meses.

Finalmente se decidió a ir a salvar a su esposo ya que Harry se veía listo para maldecir a alguien pese a la sonrisa en su rostro. Severus reconoció la mirada -voy a sonreír mientras te maldigo-. Las personas podían esperar de él que los maldiga, pero no de Harry. Puso su cara de fastidio y empezó a caminar hacia su esposo. Las personas se apartaban de su camino. Todavía podía usar su reputación a su beneficio. "Quiero irme a casa." Severus miró fijamente a los tres fastidiosos gryffindors, retándolos a oponerse. No se sorprendió de que Harry se sujetase de su brazo y lo acompañase fuera de la fiesta.

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Severus se paró en la puerta mirando a Harry. Este había estado murmurando acerca de Granger y los tres Weasley desde que entraron a sus habitaciones. "Molly, de hecho, me dijo que necesito tener hijos."

Severus elevó una ceja, pero no se movió. Por lo visto el trio odioso y Molly habían vuelto a las andadas. Él lo resolvería. Harry gruñó mientras se desvestía. Severus disfrutó el show. Amaba cuando Harry se enojaba. "Hermione incluso dijo que era lo que se esperaba de mí." Severus gruñó por lo bajo. Granger se iba a encontrar con el peor caso de urticaria y preñada por el idiota de su esposo. Harry se dio la vuelta cuando lo escuchó gruñir. "Sabes que eso no va a pasar."

"Estoy al tanto. Desearía que se sacaran la idea de ti y esa perra." Vio a Harry caminar hacia él. Lo sintió rodear su cintura. "¿A la cama?"

"A la cama. Mañana encontraré el castigo adecuado para todos ellos."

"¿Es una promesa?"

"Lo prometo. Ahora déjame ver que hay bajo esos pantalones." Harry empezó a desabrochar la correa de Severus. "Hueles delicioso."

"Me gusta esa idea." Severus no se resistió cunado su correa salió volando por la habitación, ni cuando sintió su pantalón ser desabotonado. "Vayamos a la cama, sin importar lo mucho que amo follar en otros lugares, preferiría no tener que moverme después." Sabía que él era la adicción de Harry y Harry era la suya.

"Me encanta como piensas." Harry tiró de Severus hacia la cama, le dio la Vuelta y lo empujó.