𝓪 𝓭𝓲𝓯𝓯𝓮𝓻𝓮𝓷𝓽 𝓴𝓲𝓷𝓭 𝓸𝓯 𝓱𝓾𝓶𝓪𝓷 // WANDAVISION

CAPITULO 4 - BE LIKE YOU

—¡Salgamos!

—¿A dónde iremos? —Contestó él.

Subí los hombros y sonreí. No sabía a dónde quería ir, pero quería salir del complejo.

—Wanda, creo que el capitán no nos dejara salir o al menos no solos.

—Tienes razón.
Tuve que haber pensado primero en eso.

—Podemos decirle y si no cree que es buena idea dejarnos ir solos, que nos acompañe él.

—Me parece bien.
Ambos sonreímos y fuimos a buscar a Steve.

Después de recorrer un buen rato todo el complejo, confirmamos que Steve no estaba por ninguna parte.

—Ahora, ¿cómo le diremos?

—¡Ahí está Sam!
Ambos corrimos hacía él, quien acaba de salir de su habitación.

—Sam, ¿sabes en dónde está, Steve? —Sam nos miró a ambos muy desconcertado.
—¡Habla!

—¿Lo sabes o no? —Cuestionó Vision.

—Sí, lo sé, pero no estoy seguro de que se los pueda decir.

—¿Por qué no? —Me alteré.

El rostro de Sam reflejaba estrés por el interrogatorio.

—¿Para que lo quieren?

Vis y yo nos vimos de reojo.
—Queríamos pedirle al capitán permiso para...

—Permiso para qué.

—Salir.
Vis y Sam se quedaron viendo un momento.

—¿Solos?

—Esperábamos que sí.

—Chicos, saben que por el momento, después de lo que pasó en el bosque, Steve no los dejara salir y solos menos.

Vis y yo nos miramos.
—Tú podrías acompañarnos.

—¿Yo?
Sam parecía sorprendido.

—Por favor, ven con nosotros.
Le pedí a Sam.

—Tenemos que consultarlo con Steve primero.

—Pero, no sabemos dónde está.

—Le llamaré, si accede, iré con ustedes.
Vis sonrió.

Después de que Sam hablará con Steve y que él accediera a salir con nosotros, los tres subimos a la camioneta de Natasha y nos dirigíamos afuera del complejo.

—Y bien, ¿a dónde quieren ir?
Visión y yo nos miramos por el espejo retrovisor, sonriendo.

—A cualquier parte.
Sam se rió y condujo hasta la ciudad.

Los edificios eran gigantes, jamás había visto esta ciudad desde mi propia perspectiva y vision, parecía fascinado con todo lo que había en la calle. No veíamos a tanta gente desde lo que pasó en Sokovia, pero ahora nadie huía de nada y parecían muy tranquilos.
Llegamos a un centro comercial no tan lejano a el complejo; realmente después de todo no estábamos tan lejos de las personas, sólo un poco escondidos.
Bajamos del auto y a pesar de que la mayoría de las personas conocen a los Vengadores, a nosotros tres, no nos reconocían.

—¿Quieren comer algo, ir a algún sitio o ver algo?

—A donde tú quieras. No conocemos muy bien el lugar, tal vez y se ve que tú si.

Caminábamos atrás de Sam y las personas nos miraban, pero no era por Sam y mucho menos por mí, el punto de interés era Vis. Al ser un androide, diferente a todos los humanos, él sobresalía del resto. Los niños lo miraban y lo señalaban, las demás personas se hacían a un lado cuando él pasaba y aunque no huían exactamente, era obvio que le temían.
Miré a Vis de reojo, él sabía que todos lo estaban evitando, entonces me di cuenta de que esto no fue una gran idea.