Capítulo XVII: La Conversación

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—¿Se va a poner bien, doctor? —Josh preguntó a un especialista medico, respecto a esa admiradora que tanto le había causado problemas y que bien debería estar acusando de privación de la libertad.

—Se encuentra bien —El médico respondió—, al menos, respecto a su estado físico...aunque aún tenemos que hacerle un examen por lo de la...

—¿Cabeza? —El actor sugirió.

—Sí...

Pero a pesar de todo, Josh sentía algo más por esa mujer que desprecio y deseos de ahogarla con la almohada de su cama de hospital.

—Doctor —Josh habló antes de que el médico se alejara —, sólo quería decirle que la cuenta...puede enviármela a mi, ¿de acuerdo?

—Por supuesto señor Horwitz.

—Y otra cosa más, perdón la molestia: ¿Puede entregarle esto? —Josh le dio al doctor una caja envuelta en papel de regalo.

—Claro que sí...

—Gracias.

Y Josh, finalmente se retiró ya casi entrada la madrugada.

Se acercaba el día de la verdad: la entrega de los premios de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas en la cual Josh Horwitz había obtenido una inusual nominación, pero si después de todo Marissa Tomei logro ganar, lo de Josh no lucía tan extraño de pronto.

Aun le costaba hacerse a la idea: actor nominado al premio de la Academia, sonaba muy raro. Si, es cierto, no había sido el único premio que había obtenido en el pasado, después de todo el Becerro de Oro del festival de cine de Barquisimento cuenta para algo, pero esto era diferente: Un Oscar...se veía tan lejana la fecha, y honestamente había tenido otras cosas en mente, como sobrevivir una pelea de box, un secuestro y el hecho que su licorería favorita se estaba declarando en bancarrota, pero ahora, con la mente un poco más clara, solo tenía los ojos en una cosa: el premio.

—Eh ¡Josh! —Mel le gritó despertándolo de su fantasía, ambos sentados en el sillón, sentados frente al televisor en el apartamento del actor.

— ¿Qué? Perdón ¿Qué dijiste? —Josh preguntó confundido.

—Que más vale que me pagues más que el mínimo después de lo de ayer...

—Ah, claro, claro...

—Josh...—Mel murmuró nerviosa

— ¿Qué sucede?

—Pues...

Ambos quedaron callados por unos breves momentos que les parecieron siglos debido a la tensión que ambos sentían.

— ¿Sabes? Me es difícil expresarlo, no solo por el hecho que es algo complicado sino porque justo cuando parece que estamos listos para movernos en una dirección algo sucede...

—Mel, estas divagando...

— ¡Está bien! Cierto...el caso es que...creo...creo que sabes lo que siento ¿no?

Josh no quería contestar, pero a veces, el silencio es la respuesta más clara, y sus gestos no podían ocultar que de algún modo, estos bizarros escenarios que ambos habían pasado los habían vuelto más unidos.

— ¿Cómo paso esto Mel?

— ¿De qué hablas?

—Hace tan solo unas semanas, era un feliz...bueno, un "infeliz" conforme con mi vida —Él corrigió en un segundo pensamiento—. Tenía un hogar, trabajos ocasionales, y toda la comida que pueda consumir durante las invitaciones a las reuniones de fans...y ahora...

Conozcan a JoshDonde viven las historias. Descúbrelo ahora