Día 13, bueno, creo que ya perdí la cuenta. Esta cuarentena me está volviendo loco.
Los primeros días estaba alegre. Volví a hacer cosas que dejé en el olvido. Cosas que estaban cubiertas de polvo.
Empecé a sacarle polvo a mis ganas de hacer ejecicios, aunque no soy muy deportista.
Empecé a sacarle polvo a mis ganas de escribir.
Empecé a sacarle el polvo a las charlas de horas, de esas que se te secan la boca y necesitas un mate.
Empecé a sacarle el polvo a los mensajes para enviarle a aquellas personas que nunca le escribo.
Empecé a sacarle el polvo al asombro, y descubrí otras fasetas que mamá tiene.
Empecé a sacrle el polvo a mis tiempos con Dios, esos donde puedo charlar con él y ser yo. Nada másCreo que necesité este tiempo. Aunque la forma sea drástica, necesitamos a veces un COVID19 que ponga freno al mundo, donde nos veamos obligados a parar.
Hey, estás vivo. Dios te ama. Tenés familia. Tenés papá. Tenés mamá. Tenés casa. Tenés propósito y más.
¿No es eso asombroso? A veces con el trajin del correr diaro no podemos ver estas cosas.
Estamos a tiempos, seamos agradecidos! :)
Dios nos recuerda en Deuteronomio 31:6: "6 Sé fuerte. Sé valiente. No temas delante de ellos porque el Señor tu Dios estará contigo, no te dejará ni te abandonará"
Él no nos dejará 🧡
