Superando el odio [Tobirama]

Capítulo 22: Celos

Defnitivamente Izuna prefería volver al campo de batalla antes de seguir con esto. Llevaba toda la mañana y buena parte de la tarde conociendo uno por uno a todos los integrantes del clan Hyuga. Ya no sabría decir quien era prima, tía o abuela de Hashi y tenía el cuello contracturado de hacer tantas reverencias. Todos parecían ser del mismo modo que su futuro marido, serios y educados hasta el extremo. Para ella, que se había criado entre muchachos que básicamente se dedicaban a pelearse, aquel era un mundo difícil de comprender. Hacía mucho que había agotado todos los temas posibles de conversación y sólo se dedicaba a escuchar y a maldecir a Tobirama internamente. Todo esto era culpa suya, el maldito no salía de su cabeza en ningún momento y por andar pensando en él había aceptado este martirio. Si hubiese estado centrada había podido inventar alguna excusa, a fin de cuentas, acababa de volver de una misión en la que había recibido varias heridas, no sería raro si se hubiese excusado diciéndole que necesitaba descansar.

Supuso que este era su castigo por andar haciendo lo que no debía. Ya se había prometido a sí misma que se iba a olvidar de Tobirama al menos una decena de veces ¿Es que no tenía orgullo? Por más que lo intentase esos ojos rojizos no salían de su cabeza.

Estaba casi cayendo la noche cuando el encuentro finalizó. Hashi insistió en que se quedase a cenar pero Izuna pudo al fin excusarse diciendo que necesitaba descansar. Aún así el moreno la acompañó hasta la puerta.

-No hemos tenido mucho tiempo para hablar a solas- comentó cuando llegaron al portón de la mansión que estaban construyendo los Hyuga- Espero que mi familia no te haya resultado pesada.

-Oh, no, por su puesto que no- contestó la Uchiha ruborizada.

¿Habría sido demasiado obvia? Bajo ningún concepto quería resultar maleducada. Agachó la cabeza un poco avergonzada causando una sonrisa en el moreno.

-Se que nuestras vidas has sido muy diferentes Izuna- dijo él después- Pero realmente creo que lo nuestro puede funcionar. Mi opinión sobre ti ha cambiado en estos días... ya te dije que ninguna mujer de mi clan se había dedicado a la guerra antes y me sorprendió que tu lo hicieses, pero he estado escuchando historias de tus subordinados y parece que te subestimé, estoy orgulloso de que mi futura esposa sea una gran shinobi.

Izuna se quedó sin palabras, nunca esperó algo así de él. No sabía qué le habían contado pero que la aceptase como ninja ya era un gran avance. Le dedicó una gran sonrisa y él sin previo aviso la abrazó.

La Uchiha se quedó como paralizada. Una vez más, el rostro molesto de Tobirama vino a su cabeza y apartó al Hyuga con delicadeza.

-Me alegro, de veras- dijo tratando de mantener la sonrisa más sincera de la que era capaz- Y espero no haber sido descortés con tu familia, es sólo que no estoy acostumbrada...

Él asintió, aún manteniendo un brazo rodeando su cintura. Después la soltó despacio, como si le costase hacerlo, mientras observaba algo o alguien detrás de ella. Izuna se volvió curiosa y se quedó congelada al instante. Tobirama estaba ahí mirándoles con ese rostro que no mostraba ninguna emoción. Hashi se apresuró a saludarle educadamente y el albino sólo le dirigió una mirada aburrida como respuesta.

-Tu hermano te está buscando- dijo después mirando directamente a Izuna y con las mismas siguió caminando.

Ella se despidió apresuradamente de Hashi y salió corriendo detrás suya. Sentía algún tipo de ansiedad en la boca del estómago. Interpretar las emociones de Tobirama era demasiado complejo. Si bien su rostro se mantenía inexpresivo ella ya había aprendido a ver la diferencia en sus ojos, y quizás lo había imaginado pero, aunque el albino parecía calmado al punto de estar aburrido, mientras la miraba le había parecido ver chispas de rabia en sus ojos rojizos.