Capitulo 5

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- ¿María José... ustedes se conocen? - Calle me miraba muy sospechosamente

- Eh... yo. Ssi? ¿Nos conocemos? - No podía dejar de tartamudear. ERES UNA IDIOTA MARIA JOSE

- Si, ella es mi ahijada. La conozco desde muy pequeña - Dios salve a Betty santísima virgen

- Si eso que ella dijo, nos conocemos de muy pequeñas... Digo desde que yo soy muy pequeña - No podía con mis nervios. Se suponía que nadie debe saber de mi relación con Betty

- Ok... Yo solo vine por mi teléfono que se me olvido ahí - Calle señalo su celular que estaba a un lado de la mesa - Permiso.

- Sí, claro. Inspectora... ya que estamos quería avisarle que esta noche seguiré un poco viendo los detalles del expediente, mañana le informare si hay algo nuevo.

- Bueno, cualquier cosa que necesite este es mi teléfono celular. Puede llamarme en cualquier momento- ella me entrego una tarjeta donde estaba su nombre y su número de celular.

- Sí, claro. Buenas noches inspectora.

- Igual. Hasta luego señora... - Observo a Betty quien en todo momento se mantuvo callada

- Betania, mi nombre es Betania. - Asintió con la cabeza en un gesto de saludo

- Claro. Hasta luego.

Daniela se fue por donde entro y yo solté un suspiro de alivio agradeciendo que la castaña no había indagado más sobre cómo nos encontró a Betty y a mí. Rogaba que no le comentara sobre esto a Johann y mucho menos a mi jefe.

- Es linda la niña María José - Betty me saco de mi transe y gire rápidamente donde ella estaba

- ¿Que? - No entendía a que carajos se refería

- Que es linda tu compañera, quizás deberías invitarla a salir - QUE. CARAJOS.

- ¡De que carajos hablas Betty! Daniela tiene novio y además solo es mi compañera en este caso. ¡Deliras! - Me carcajee al pensar semejante locura

- Quizás tenga novio, pero esa niña te mira con unos ojos raros. Se lo que te digo.

- ¿Ojos raros? ¡Por dios! No, no estoy para estas cosas. Tengo que irme, pero vendré a verte en estos días... de igual manera mañana es mi turno, no puedo faltar.

- ¡Si niña! Ya te has tomado muchos días... - me reprendió como suele hacerlo - Te veré mañana. Vete con cuidado por favor.

- ¡Si! Ya deja de tratarme como a una niña.

- ¡Eres como una hija para mi Poche! ¡Déjame ser! - Me tomo entre sus brazos y me apretujo

- Jajajaja ya! Iré con cuidado te lo prometo. ¡Adiós te quiero! - respondí saliendo por la puerta

- ¡Piensa lo que te dije de Daniela! - me grito desde la puerta, yo solo revolé mis ojos apenas la escuché y decidí no responderle

Cuando llegue a la entrada del lugar donde también había aprendido mucho en mi vida me di vuelta y observe la fachada del lugar. Solté un suspiro y me puse mi gabardina, esta sería una larga noche... No iba a dejar que el hijo de puta que mato a Caroline saliera ileso de esto.

A cinco cuadras del Bar me tome el bus para ir hasta mi casa, pague el boleto y observe un asiento vacío casi al fondo. En realidad, podría haber escogido cualquiera ya que a la siesta casi no había circulación en la ciudad y mucho menos cuando hace frio y se viene un temporal de lluvias. Me senté al lado de la ventana, ver la lluvia caer a través del vidrio siempre me ayudaba a pensar, en mis auriculares sonaba alguna canción que no recuerdo, ya que mi mente estaba en otra nebulosa.

Caso 11Donde viven las historias. Descúbrelo ahora