Ya casi amanece.
—... Pensé que el punto de recogida del carro está aquí, pero ¿lo
movieron sin que yo lo supiera?
Habiendo perdido la noción del tiempo por completo mientras
contaba historias, he estado caminando buscando otro carruaje fue-
ra de esta ciudad.
Soy el que tiene el mejor sentido de dirección dentro del grupo,
así que no hay forma de que me haya perdi Eso significa que el punto de recogida debe haber sido cambiado.
Cada vez que estamos en una misión, los otros tres desaparece-
rían si les quito los ojos de encima por un instante.
Definitivamente se perderían si me persiguieran, y el viaje se ve-
ría sumido en el caos.
Oh no, tal vez debería haber esperado hasta que todos pudieran
valerse por sí mismos antes de emprender este viaje.
Justo cuando estaba deambulando por la ciudad buscando el pun-
to de recogida y preocupándome por el resto,
—... ¿Aqua-sama? ¿A dónde vas vestida así? — La que me llamó
fue una de mis adorables creyentes, Cecily —Qué coincidencia en-
contrarte de madrugada... No, no hay forma de que sea una coinci-
dencia.
Sí, como se esperaba del ejemplar Culto de Axcis.
Sintieron que la batalla decisiva se avecinaba, por eso ella está
aquí tan temprano en la mañana.
—No, estaba pidiendo más vino aun después de que el bar cerra-
ra y antes de darme cuenta, era de mañana. Por cierto, ese es el lugar
donde estaba bebiendo.
Cecily señaló una taberna en la que he estado muchas veces an-
tes.
Si recuerdo bien, esta taberna estaba ubicada en una sección mu-
cho más concurrida de la ciudad. No solo cambió el punto de recogida, sino que parece que inclu-
so la taberna se ha mudado sin que me diera cuenta.
—Bueno, no se puede evitar si has estado bebiendo. Yo también
me enojo cada vez que escucho que avisan sobre la última orden. Ca-
da vez que eso sucede, se convierte en un amargo combate de resis-
tencia. Pero siempre llaman a Kazuma-san para que me lleve a casa.
—Te entiendo muy bien, Aqua-sama. Cada vez que me emborra-
cho, quiero beber y celebrar más, así que lo último que quiero hacer
es volver a casa.
Como era de esperar del Culto de Axcis. Seguro que son un grupo
agradable.
—Por cierto, el dueño de esa taberna dijo que no me preocupara
por la cuenta, que por favor no volviera...
—Ya veo, el dueño es un tsundere. No hay ninguna razón para
prohibir a ningún miembro del puro y recto culto de Axcis, por lo
que el propietario es un tsundere hasta la médula. Tómalo como al-
go casual.
—¡Entendido, Aqua-sama! ... Entonces, volviendo a mi pregunta,
¿qué pasa con tu atuendo...?
Con una sonrisa despreocupada, Cecily me hizo esa pregunta nue-
vamente.
—Escucha bien, mi devota Cecily. Ver el estado actual de este
mundo me duele. Los residentes y trabajadores de este mundo es-
tán actualmente bajo amenaza del Rey Demonio. ¡Por lo tanto, ahora emprenderé un viaje para eliminar el mal de raíz!
—¿Q-Qué dijiste?... En otras palabras, ¿Aqua-sama se une a la ba-
talla en persona? ¿Qué hay de Megu-tan? ¡No veo a Megu-tan en nin-
gún lado! No, quiero decir, ¿qué pasa con Megumin-san y Kazuma-
san? ¿Y esa cruzada de la iglesia de Eris?
Estoy un poco interesado sobre cuándo nuestra Megumin se con-
virtió en Megu-tan, pero,
—Este próximo viaje sería bastante agotador. He juzgado que esos
tres novatos no serán de mucha ayuda. Por eso... ¡Partiré personal-
mente para derrotar al Rey Demonio!
—No puedes... Er, quiero decir, Aqua-sama, podría ser insolente
de mi parte, pero creo que sería mejor traer a esos tres. De lo contra-
rio, independientemente de si ganas o pierdes, te van a regañar.
Gane o pierda, me van a regañar.
—... ¿Qué tengo que hacer? ¿Tal vez pueda suavizar las cosas con
un regalo o dos?
—No creo que eso funcione.
Tal vez debería dejar al Rey Demonio para otro día.
Esas palabras llegaron a mi garganta, pero no pude decirlo en voz
alta.
Puede que ella no conozca mi verdadera identidad, pero todavía
no puedo parecer tan patética frente a uno de mis creyentes. —Por cierto, ¿qué piensas hacer de ahora en adelante, Aqua-sama?
—Bueno, en primer lugar, pensé en llevar ropa para un lugar frío.
Parece que el castillo del Rey Demonio estaría en un lugar frío, ¿no te
parece? ¿Como en algún lugar al norte?
—Muy bien, Aqua-sama, por favor, permite que la humilde Ce-
cily te acompañe durante parte del camino.
Como se esperaba del perceptivo Culto de Axcis, ella debe haber
estado motivada por el aroma de la próxima guerra santa.
—Si estás dispuesta a llegar tan lejos, entonces supongo que lo
permitiré, Cecily. Vamos hacia el norte.
—¡De acuerdo! Aqua-sama. Pero primero, solicitemos al conduc-
tor del carruaje que se dirija hacia el castillo del Rey Demonio. Son
transportadores profesionales, después de todo. Estoy seguro de que
nos llevarán a donde tenemos que ir.
Como se esperaba de Cecily. Ella es perspicaz como siempre.
He estado con esta chica desde hace bastante tiempo. Quizás es
hora de decirle la verdad.
—Como se esperaba de Cecily, qué chica tan capaz. Como re-
compensa, tal vez sea hora de que te cuente la verdad sobre...
—¡Por favor no digas nada más!
Cecily dejó escapar un grito con una prisa inusual.
Como se esperaba del humilde Culto de Axcis, ¡La avaricia no hace parte de sus corazones!