Diario 13

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Carta a un terapeuta.

Esto ya no es divertido.
Bueno, en ningún momento lo fue.

De un momento a otro las personas se hicieron monótonas. Ya no es divertido hablar con alguien. De repente todo se fue a la basura.

La respuesta a cada mensaje que mando es la misma. Bueno, no es que pueda hacer otra cosa jaja, pero es como si ya supiera exactamente qué responderán y ya no tenga caso hablar.

Todos se hicieron monótonos, se volvieron máquinas. Todo es la misma mierda, la misma mierda todos los días.

Mantener la mente ocupada es algo bueno, supongo; así no me da tiempo de pensar en que todos se volvieron juguetes que repiten las mismas frases vacías. Es bueno entretener el cerebro para no pensar en el absurdo de tu día a día, repitiendo las mismas actividades de ayer, de anteayer, de siempre. Entretenerse en algo es mejor que poco a poco darse cuenta que las pocas personas que aún estaban contigo se fueron. Llenar la mente con cualquier basura sirve para no pensar en la nada de la soledad.

Ya no es divertido.
Tal vez al principio lo era, pero ya no.

Buscar cualquier excusa para cambiar el ritmo de las cosas, la conversación, no sirve. Al final todo es igual que ayer. Nada cambia. Nada.

Despertar, desayuno, ejercicio, ducha, tareas, cena, dormir. Siempre la misma rutina, siempre las mismas actividades, siempre la misma mierda.
Eventualmente regresa el insomnio, tal vez leer unas páginas de algún libro, tal vez un peinado nuevo, pero la misma mierda.

                           🔹🔹🔹🔹

Noches como esta son particularmente frías, particularmente tristes, particularmente solas... como todo lo demás.

Relatos de un corazón dolidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora