Maybe [h.s.]

V

- ¿Estás lista? - pregunta Ali un poco desesperada.

- Sí, sólo déjame colocarme más sombra - digo buscando en mi cosmético sombra clara, me aplico un poco en los párpados y lo guardo nuevamente - Lista.

- Aleluya - exclama Ali levantando sus brazos al aire - Hubieras puesto tu alarma - se queja.

- Te dije que lo olvidé.

- Bueno, bueno. Hay que apurarnos - dice y observa su reloj - Estamos llegando tarde, y Roger se pondrá furioso.

Mi cabeza se transporta hacia lo que le diré a Roger, necesito recolectar más información sobre Harry Styles.

- ¿Abi? - Alinee dice pasando su brazo delante de mi rostro repetidamente.

- ¿Que? - le dije saliendo de mi trance.

- Te pregunte si luego del trabajo vamos a la biblioteca, necesito algunos libros de Shakespeer - resopló.

- Mhm, claro - murmuro.

- ¿Estás bien? Te veo confundida.

- Sí, estoy bien - digo - Sólo pensaba.

- ¿En...?

Ruedo los ojos - En que le diré a Roger - explico.

- Oh, y ¿Ya sabes?

- Supongo - murmuro.

- Okey ¿Vámonos? - Se impacienta - Creo que Zum nos despedirá esta vez.

Río negando con la cabeza - Eso no estaría tan mal.

(...)

Estacioné el Jeep en mi espacio reservado de trabajadora. Alinee y yo bajamos del auto al mismo tiempo y cerramos las puertas, saco la llave y activo la alarma. Caminamos unos cuantos minutos hasta toparnos con la entrada de vidrio del gran edificio. Sus ventanas estaban completamente impecable, y juraría que podría ver mi reflejo perfectamente. Roger's Sac. La mejor empresa fiscal.

Traspasamos las puertas y el ambiente se sintió más cálido que el del exterior, que era frío. La oficina de Alinee estaba muy cerca de la mía, por lo cual no tendríamos que subir y bajar ascensores para encontrarnos en la hora del almuerzo.

- ¿Nos vemos en el almuerzo? - pregunto una vez en la entrada de mi oficina.

- ¿Con quien más? - preguntó en respuesta.

- ¿Estás diciendo que sólo pasas tiempo conmigo porque no tienes a alguien más?

- Si eso crees - contesta.

Río y ella también lo hace.

- Buena suerte con Roger - dice.

- Gracias, la necesito - sonrío y entro en mi establecimiento. Prendo el aire acondicionado y lo pongo en una presión no muy alta. Me siento en mi escritorio y empiezo a revisar mis papeles de contacto con mis anteriores víctimas que ahora tenían una vida tranquila, fuera de problemas. Me alegraba la idea de que yo fui parte de la vida de esas personas, que ahora irradian felicidad en el mundo, tienen una familia y un buen trabajo. Sonrío involuntariamente.

Unas horas después de revisar todos los papeles y documentos, reviso mi reloj y calculaba que faltaba una hora y media para que tocara la hora del almuerzo. Resoplo y digo que ya es hora de hablar con Zum.

Agarro el teléfono que yacía a un lado del escritorio y lo llevo a mi oreja. La secretaria de Roger atiende con una voz falsa, alegre. Me indica que le comunicará a Roger que deseo hablar con él. Minutos luego, la secretaria de Roger, por medio del parlante, llama mi nombre y me indica que ya puedo ir a la oficina del jefe. Me levanto y camino a paso firme hacia su oficina. Cuando llego, toco firmemente la puerta, golpeándola con los nudillos. Segundos después, la puerta se abre revelando le rostro neutro de mi jefe.

- Abigail - saluda - me comunicaron que querías hablar conmigo.

- Sí, jefe - asiento.

- Adelante entonces.

Frunzo el ceño ante sus palabras, puedo decir que está feliz, aunque sus expresiones no lo confirmen.

Me adentro al espacio y tomo asiento en una se las sillas. Él se sienta en su típica silla de cuero.

- ¿Y bien? ¿Que desea?

- Hablar sobre el mi nuevo trabajo - digo y el resopla pero se recompone rápidamente.

- ¿Que quieres saber? - su actitud a cambiado en el último minuto.

- Supongo que todo lo que debería saber de él - contesto indiferente.

- Se llama Harry, Harry Styles - dice.

- Ya sé eso, pero quiero contarle algunos sucesos que han pasado últimamente.

- Dígame - Incentiva.

- Bueno, hace unos días, recibí una llamada anónima que realmente me dejo confundida. Era un chico, y me dijo que si era una chica, y luego me amenazó diciéndome que no me metiera en su vida privada. También, ayer en el centro comercial me choqué con alguien y casualmente era la misma voz que la de la llamada, eso me asustó más.

En su rostro apareció unos segundos una pizca de nerviosismo.

- ¿Ocurre algo jefe?

- No, no. No me ocurre nada, Abigail - habla mirando con sus ojos un punto fijo, se ve pensativo.

- ¿Puedo seguir preguntando?

- Adelante - vuelve a decir.

- ¿Cuando empezaré a trabajar con el señor Styles? - Estaba demasiado preocupada con esa pregunta.

- Él ya llegó a Anchorage hace algunas semanas - me informa, algo que ya me había dado cuenta, y que no era la respuesta que esperaba.

- Sí, creo que ya me di cuenta - obvia le respondo.

- Mañana - Dice de repente.

- ¿Qué? - exclamo levantándome de mi asiento y abriendo los ojos como platos.

bufa - Mañana empezarás tu trabajo con Styles, él se quedará en tu casa, ya que el Estado se rehusa a darle hospedaje. Mañana en la mañana él estará aquí, y no tendrás la necesidad de venir aquí todos los días, él necesita vigilancia extrema, las veinticuatro horas del día. Sí pasa alguna cosa fuera de lo común con él, no dudes llamarme. Pero él no te hará absolutamente nada, o sino tendrá pena de muerte. - Todas y cada una de sus palabras quedan guardadas en mi cerebro.

Trago sonoramente para después asentir.

- Está bien - mascullo aterrorizada y camino hacia la puerta.

- Tu sueldo aumentara un cincuenta por ciento, señorita Blumer - dice y segundos luego, ya me encuentro encaminándome a mi oficina, deseando que el día de mañana nunca llegue, por más imposible que sea.

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