Fiesta

11 0 0
                                    

El sonido de la alarma me saco de mis
pensamientos, eran las 6:00 .a.m y tenía que ir a trabajar, sin ánimos tome una ducha y arregle mi pelo como pude, me gustaba salir de casa lo más temprano posible y así llegar temprano ya que donde trabajo es retirado de casa.

Salí de mi habitación y al pasar por la cocina decidí entrar por una manzana, del refrigerador tome algo de jugo mientras miraba algunas publicaciones de Instagram.

- ¿Es todo lo que desayunaras? -pregunto mi madre entrando a la cocina

- No me da el tiempo de preparar nada más - respondí mientras le daba un beso en la frente para salir hasta tomar el bus o un taxi.

Cuando llegue al bar fui directamente a la barra para arreglar todo el desastre de vasos y organizar las botellas de los alcoholes.

La mañana pasó rápido, después de organizar las cosas en el bar me fui a caminar por la playa, una de las ventajas de mi trabajo era que estaba cerca de la playa y en verdad amaba salir a caminar a estas horas de almuerzo, mi hora de entrada era a las 4 así que decidí irme a dar unas vueltas y comprar unas cositas que ya estaba necesitando, mis horarios varían dependiendo los días, mi entrada los martes hasta los jueves era de 8:00 .a.m hasta las 8:00 .p.m con hora desde las 12 del medio día hasta las 3 0 4 de la tarde dependiendo qué tan avanzado haya dejado el trabajo, así que en vez de ir a casa me quedaba en casa de mi compañero Marcus o simplemente me iba a dar vueltas por ahí, ya que al vivir tan retirada de aquí no me daría el tiempo de ir a casa, descansar y volver.

Luego de comprar todo lo que necesitaba y pararme por un helado me fui a casa de Marcus a ducharme, casi vivía con este, solo me faltaba dormir, tenía ropas y muchas cosas mías que utilizaba a diario, luego de dejar todo en orden volví al bar, Marcus ya estaba detrás de la barra con algunos turistas borrachos de los que ya andaban por la playa, el era Perfecto en todos los sentidos, alto, de piel india, un color de piel tan lindo que era indescriptible, sus ojos color miel haciendo juego con su cabello que caída sobre estos, largamente alborotado y eso lo hacía ver tan sexy, tome lugar a su lado mientras lo ayudaba con unas cuantas órdenes más, las personas salieron del bar y tomamos asiento ya que este quedó totalmente vacío

-¿Que tal las compras? -preguntó este sonriente
- Si no fuera por tu culpa no hubiera tenido que comprar otro vestido, suerte que vi uno que me gustó porque a decirte verdad yo no quería acompañarte, tenía la esperanza de no encontrar nada, pero como te conozco sabía que ibas a contratar a alguien para que viniera con mil vestidos y me probara todos y no, gracias. - le conteste mientras este sonreía de lado.

Su teléfono empezó a vibrar en la mesa y este se retiró para hablar con quien sea que lo estaba llamando, Marcus y su familia eran ricos, cuando digo ricos siento que esa palabra le queda pequeña, ni siquiera se porque trabaja en este bar si le sobra el dinero para compararlo y hacer una franquicia de esto mismo, nunca hablamos de los negocios de su familia y dice que es mejor así. Esta noche saldríamos más temprano del trabajo, el pidió permiso por ambos al jefe, dice que es amigo de su familia, mientras nosotros los que trabajamos a parte nunca lo hemos visto, es una cena importante para la familia de Marcus y me pidió ser su acompañante, porque es tipo gala, luego de colgar el teléfono vino nuevamente donde mi.

-Era nuestro jefe, dice que también asistirá a nuestra fiesta- comentó para irse al depósito a llevar unas cajas

La verdad es que me da mucha curiosidad, no voy a negarlo, una de nuestras compañeras dijo que es un hombre muy joven para ser dueño de un bar.

Luego de irnos a la casa de Marcus preparamos algo para comer antes de ir, éramos ambos muy quisquillosos para comer así que siempre que salimos comíamos algo en casa, salimos rumbo a la fiesta, de camino fueron más o menos unos 45 minutos, habíamos salido de la ciudad, era algo raro ya que los padres de Marcus siempre que hacían fiestas era en edificios en la ciudad o siempre cerca de su gran casa, al llegar frente a las grandes puertas estás se abrieron solas y Marcus se adentró en su coche, era una gran casa antigua y al rededor se encontraba un lago, habían personas saliendo de muchos coches vestidos con ropa cara y elegante, a decir verdad no me sentía tan mal, no soy muy experta en maquillaje pero me sentía orgullosa de lo que había echo, mi pelo había cooperado conmigo así que me sentía muy elegante y más con lo elegante que estaba mi mejor amigo a mi lado, entramos y dejamos nuestros abrigos, dentro de la casa estaba bien cálido así que no lo íbamos a necesitar, después de saludar algunas personas colgada del brazo de Marcus fui a descansar los pies a la terraza que se encontraba en la segunda planta.

-Dios odio el dolor que dejan estos zapatos- dije en voz alta para mi misma.

-Se supone que cuando odias algo no lo usas ¿o no? - dijo alguien detrás de mi, el susto que casi me mata me hizo tambalear donde me encontraba sentada, era un chico alto, tenía el pelo negro algo rebelde, llevaba un traje de vestir algo desarreglado, los mechones que caían sobre su cara no me permitían ver el color de sus ojos, llevaba un cigarro cerca de su boca del cual había exhalado todo el humo.

-Si, se supone, es solo que camine mucho - respondí terminando de quitarme los zapatos y agarrándolo en mis manos para irme de ahí, ya me encontraba muy cansada así que quería irme a casa, revisé la hora en mi celular antes de salir completamente de la terraza, mientras salía entre mi celular en el bolso y llegue hasta Marcus, también estuvo de acuerdo en irnos de camino paramos en un pequeño antro a tomarnos una copa.

Entramos y la musica inundó nuestros oídos, empecé a mover mis caderas hasta llegar a él y lo tome por la corbata, me acerqué a su oído y le dije que quería algo fuerte y este salió a por las copas, llegó con una sonrisa en los labios y puso en mis manos una copa

-¿Que es? Le pregunté antes de tomar -Vodka Spirytus -dijo sonriente, tome un sorbo y este quemó, pero me gustó, empezamos a bailar como si fuéramos parejas, después de dos tragos más ya estaba a nivel de alegría y empecé a mover mis cadera a nivel de la música, de repente 2 tragos mas y Marcus ya no estaba y unos brazos algo tatuados se hicieron visible en mis caderas, me di la vuelta y unos profundos ojos azules se hicieron presentes, tan profundos como el mar, su rebelde pelo negro casi lo tapaban, el alcohol pasaba por mi sangre y solo quería bailar, bailar hasta caer rendida, nuevamente me di la espalda y empecé a mover mi cadera al ritmo de la música, sentí como su amigo se salí un poco de control así que me di la vuelta para mirarlo a los ojos, deseo, eso emanaba su mirada mar profundo, solo deseo, era difícil descifrar qué más había en esta, este me acerco más a él y cuando intento besarme me aleje y me perdí en la multitud, llegue donde vi la figura de Marcus de espalda, este se estaba besando con alguien al parecer pero me quedé algo en shock cuando vi que en realidad no estaba besando una chica, era un chico, este sintió mi presencia y rápidamente se separó.

El alcohol hizo todo su efecto así que todo el alcohol que había consumido lo devolví, suerte que a mi lado se encontraba un bote de basura, luego pude ver cómo el corría hacia mi a evitar que me golpeara, después todo se tornó oscuro

El alcohol hizo todo su efecto así que todo el alcohol que había consumido lo devolví, suerte que a mi lado se encontraba un bote de basura, luego pude ver cómo el corría hacia mi a evitar que me golpeara, después todo se tornó oscuro

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.




Gracias por leerme, cada vez que lees un capítulo o haces un comentario me haces muy feliz, así que gracias por estar aquí y voy a esforzarme para que quieras quedarte, un beso grande :)

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Feb 06, 2022 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

El Mar en sus ojos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora