Capítulo 22

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Le di un abrazo para mejorar la situación, sabía que le había hecho pasar un mal rato y no podía seguir así.

—Si Marto... Hace mucho no lo veo y... Tu me entiendes— dijo algo triste.

Aunque la había acabo de ver en la playa con otro chico, realmente no sabia a qué jugaba Nathalia teniendo además la chaqueta de él.

—Entiendo, pero antes de separarnos, ¿Me das tu número? Al menos para salir solo los dos— le guiñe un ojo.

—Claro, mira es más cincuenta y siete...

Nos dirigíamos a nuestros apartamentos y nos despedimos al llegar al mío.

—Adiós Nath, al rato te hablo.

—Está bien Marto, adiós.

No sabía si contarle a los chicos que había visto a Nathalia, tal vez no diré nada, por ahora.

Entre al cuarto y ya había llegado la pizza.

—¿Perro, por qué se demoró tanto?— preguntó Juan Pablo Isaza.

—Estuve esperando y la chica que me atendió no llego, me tocó pedirle ayuda a otro chico y a duras penas pude volver con esto— señalé las cervezas.

—Villa, ¿Todo bien?— preguntó Simón.

—Moncho es Susana, terminamos definitivamente, todo se acabo...— hablo él.

—Vea Villa— le di una cerveza— para que mate las penas, aquí estamos nosotros, todo saldrá bien— lo abracé.

—Deberíamos componer una canción— dijo Isaza— rematamos con la tusa— todos reímos.

El tiempo pasó corriendo, la pizza se acabó junto a las cervezas, solo quedaba dormir y disfrutar del próximo día.

Nathalia Martínez S.

Me despierto pensando que la vida es muy injusta conmigo, ¿Cómo puedo volver a verlos? Y más en un maldito viaje familiar; cabe recalcar que, es en familia y espero que hoy no suceda algo fuera de lo normal.

—Buenos días mi vida— dijo mi padre desde el balcón.

—Buenos días papá, ¿Dónde está mamá?

—Salió a hacer ejercicio, vuelve dentro de unas horas, en la cocina esta tu desayuno.

—Oh, entiendo, voy a desayunar.

Me senté en el sofá, mientras desayunaba un mensaje llego a mi teléfono.

Número Desconocido.

—Nath, hola soy Martín.

—Buenos días Marto, ¿Cómo amaneciste?

—Muy bien Nath, ¿Te puedo hacer una pregunta?

—Claro, dime.

—¿Puedes salir conmigo en la tarde? Para desatrasarnos y todo...

—Si, nos vemos a las 4:15 PM, ¿Te parece bien?

DORADA | Juan Pablo Isaza P.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora