Prometo no olvidarte Mejor Amigo

3: Soy Jake Colleen

Estaba tratando de leer un poco, pero era imposible. Todo el salón era un caos, nadie estaba en su lugar, algunos chicos se pusieron a jugar football con una tapa de jugo, pensé que eso eran cosas de niños de primaria, pero vaya que no. Y se preguntaran, ¿dónde están los profesores? Bueno, parece que tienen afán de llegar tarde.

Como supe que mi plan de leer un poco no se iba a poder, guardé mi libro y recosté mi cabeza sobre mi pupitre. A los segundos sentí como un liquido frío que cayo en mi.

¡Ésto debía de ser una pesadilla!

Me levanté de un salto por lo frío que estaba el liquido y alcé mi vista hacía los demás queriendo que mis ojos disparen fuego. Todos estaban mirándome con la boca abierta, el salón se envolvió en un silencio absoluto y yo solo quería matar a todos.

Relájate Kira, recuerda que no eres una persona impulsiva.

Cerré los ojos, respiré profundo, conté hasta tres y volví abrirlos.

-¿Me podrían decir quién hizo ésto?-dije con una sonrisa forzada señalando mi cuerpo mojado.

-¡Alan!-todos gritaron y señalaron a un chico pálido con lentes que tenía una botella en la mano. Él me miro nervioso y empezó a tartamudear.

-Lo... lo siento, de ver... verdad no era mi... intención-dijo el chico y por un momento me dio pena como actuaba-yo... yo solo intentaba recupe... recuperar la tapa de mi botella y no... no sé que me pasó, me choqué co... con una silla y la bote...tella cayo a en ti-explico Alan moviendo las manos muy deprisa haciendo que el liquido que quedaba en la botella salpicara en mi cara-¡Lo siento! ¡Lo siento!

Cerré mis ojos y con la manga de mi suéter me limpie el liquido dulce de mi rostro.

-No te preocupes fue por accidente-dije tratando de calmarlo, aunque la situación tenía que ser al revés-ademas solo es...-levanté una ceja porque no sabía que era.

-Jugo de mango-finalizo él con su mirada hacia el suelo.

-Eh, si. Solo es jugo de mango, así que solo voy al lavabo y me quito esto-dije, pero claramente no iba hacer así de fácil de quitar.

-¿De verdad no estas enojada?-dijo Alan alzando sus ojos oscuros para mirarme.

-No, tranquilo, a todos nos pasa algo así-le sonreí esta vez con mis facciones un poco más relajadas.

En realidad si estaba un poco molesta, no porque me tiraron jugo de mango, si no porque el jugo estaba frío, también porque se estaba volviendo un poco pegajoso cuanto más tiempo estuviera en mi cuerpo y el problema es que no tengo nada para cambiarme.

Me salí del salón para poder ir al baño y limpiarme.

Caminado hacia el baño, pasé por al frente del salón 6 B, donde se encontraban Kale y Ariana. Me acerque un poco por la ventana para ver y lo primero que mi vista visualizó fue a Kale susurrándole algo en el oído a Madison.

Retrocedí en seguido y empecé a caminar de nuevo ¿Qué fue eso? ¿Por qué actuaban así? Y lo más importante, ¿qué fue lo que le dijo para que ella se pusiera a reír?

Apreté mis labios recordándome que no era de mi incumbencia lo que Kale hacía con las chicas, y que yo solo soy su mejor amiga.

Ya al frente de la puerta la empujé, para después arrepentirme por toda la vida.

Un chico estaba de pie con los pantalones abajo mientras orinaba. Él giro su cabeza cuando la puerta se abrió, y al ver que se trataba de una chica, se alzo los pantalones mientras los dos empezamos a gritar como estúpidos. Yo me tapé los ojos para no ver de más, sin embargo no sirvió de mucho porque mi mirada me jugo un juego sucio al principió y le vi su amiguito.