click! 𔘓 kookv.

único.

Jungkook está enamorado de Taehyung.

Desde hace un par de años, podría decirse.

Comenzó su amistad con él desde la secundaria, tenían catorce años. El primer día de clases, Taehyung era uno de los nuevos y a diferencia de los demás que lograron adaptarse bien, él estaba siempre callado y era muy tímido,  razón por la cual al inicio costó su relación con los demás. A Jungkook le llamó la atención por muchos motivos, el más fuerte era la apariencia que poseía, ya que resaltaba mucho en cualquier lado. Cabe destacar que en esa etapa el azabache estaba descubriendo sus preferencias.

Cuando le habló por primera vez, fue para un equipo de trabajo; tenían que hacer una pequeña obra.

El grupo fue de seis personas y bueno, ahí la mayoría se pudo dar cuenta que el castaño—en aquella época— era un gran líder, ya que guió a todos muy bien y la obra se completó con éxito.

Jungkook estaba flechado.

En el mismo grupo se hicieron muy unidos y Jungkook no desaprovechó la oportunidad para comenzar una amistad.

Cumpliendo con su objetivo, los dos se hicieron amigos inseparables. Los dos con dieciocho, a punto de irse de esa escuela.

En el transcurso de conocerse, Jungkook se pudo dar cuenta de algo que lo desanimó demasiado e hizo que perdiera la mayoría de sus esperanzas.

Taehyung era demasiado heterosexual para él.

Al principio siempre fue tímido, pero no tardó mucho tiempo para que se soltara y se volviera un poco popular.

Jungkook estuvo presente en cada noviazgo del mayor, aunque en su mayoría eran etapas demasiado cortas, ya que éste decía que no encontraba el click.

Eso hasta ese día.

—¡Koo!

El timbre de salida acababa de tocar, el menor ya estaba dispuesto a irse hasta que escuchó el grito de Taehyung.

Se detuvo y se giró, sonriendo al ver cómo el contrario corría hacía su dirección.

«Hermoso, precioso, divino, perfecto. Arte en todos los sentidos, dios.»

—¿Jungkook?

—¿Eh?—soltó involuntariamente.

—¡Ponme atención!—puchereó el pelirrojo.—¿Te estoy aburriendo?

—¡N-no! yo-

Una risita lo interrumpió.

—Solo bromeo, tranquilo. Ya sé que nadie se puede aburrir de mi, soy genial.—respondió pegándole en el pecho.

—¡Auch! No seas bruto.—se quejó.

—Eh, eh. Esos modales.—reprendió Taehyung.

Ah, sería mejor no llevarle la contraria, ya estaba bastante agotado para aguantar cositas.

—Como sea, ¿Me querías para algo, Hyung?

La expresión de Taehyung cambió rápidamente a una emocionada.

—¡Ah! Sí, sí.—afirmó—pero vamos a tu casa, ¡Necesito también tu ayuda!

—Hm...—pensó un poco—Está bien, solo déjame avisarle a mi hermano para que nos traiga algo.

Y emprendieron camino.