Cap 19 - Escuchame, preciosa

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Me encontraba devasta

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Me encontraba devasta.

Acabada y destruida. Aquellas eran las palabras que me describían Justo ahora.

Me intentaba mantener como la mujer fuerte que soy, pero aveces es válido caer y no querer levantarse, a menos por el momento.

Pero sabía que tenía que salir de aquello, no podía quedarme como estaba aún me costara un poco de esfuerzo. No era la gran cosa.

Esta vez el helado no funcionaba y distraerme con trabajo no era de las mejores opciones. Los chicos estaban ocupados y solo tuve media hora para llorar en los brazos de Emily.

Ni siquiera deberá de estar haciéndolo, debía superar aquello rápido, pero las imágenes de nuestros encuentros me superaban.

Lo quería conmigo y aquello era algo tan difícil de negar que me dolía.

Había pasado una semana desde lo ocurrido y aunque tratase de que el mundo no se me viniese encima, por momentos mantenerlo era difícil. Él no me hablaba, bueno, si lo hacía pero nuevamente solo por trabajo.

A pesar de nuestros problemas personales él seguía trabajando para mí y no quería arruinar aquello. No por él, trabajo es trabajo y sé lo beneficioso e innovador que resultará este nuevo proyecto para ambas empresas.

Pero aun así tenía ganas.

Cuando lo veía por mi empresa planeando, tenía ganas de arrastrarlo hasta quedar a solas y hablar como dos putos adultos. Pero todo era tan jodidamente tenso entre nosotros ahora.

Y yo era una cobarde por no atreverme a hablarle. ¿Masoquista tal vez? Porque Aarón me hablo horriblemente mal aquella noche y aun así quiero buscarlo.

Pero no somos niños y no me interesan sus malditas rabietas. No esperaré sentada a que él lo haga, aveces los hombres no tienen que hacerlo todo.

Y nadie podía mentirme, sabía que él también tenía ganas, pero el verdadero Aarón parece llevar años oculto detrás de una identidad falsa. Sabía que algo le afectaba y le hacía actuar como un inmaduro, imbécil y animal de selva.

Tal vez exagere, pero sí. Lo único que rondaba por mi cabeza era Aarón y sus problemas, los cuales no debería de hacharme encima.

Pero aquí me encuentro, revolcada en ellos. ¡Más bien soy entrometida porque me metí en ellos.! ¡Pero! Ya estoy ahí, entonces no importa.

Sonrió un poco por mis pensamientos y cierro la laptop para luego tirarla a un lado mío en el sillón. Poca de las veces que he sonreído esta semana.

Sumirme en el trabajo ya no funcionaba, creo que había hecho el trabajo de toda la semana en un solo día.

Me paso las manos por el pelo frustrada y me levanto para estirarme.

Llevaba más de dos horas sentada. Ojalá los chicos estuvieran conmigo.

Y no sería tan idiota para atreverme a llamar a sus amigos aunque internamente nos llevásemos bien. Aarón era un nudo que yo quería resolver.

Bajo tus órdenes.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora