Ahí estaba, un chico de cabellera blanca, remera roja y café, con unos jeans azules, y un casco amarillo. Estaba manejando una motocicleta, hasta que llegó a un bosque. Se llamaba el bosque Trúfula, lugar donde solía haber árboles, pero ahora... ya no crece nada. Y es por eso que el chico iba a hablar con un viejo llamado UnaVez: para saber qué sucedió con los árboles.
Al llegar al bosque, observó todo. Los árboles estaban extintos, el lago estaba sucio, y todo se encontraba en mal estado. También había letreros por todas partes, que decían "La Calle Del Exiliado Lórax", o cosas como "No Se Acerquen", "Peligro".
Y, de lejos, el chico miró una casa y, con curiosidad, se bajó de la motocicleta. La casa estaba arruinada, y también estaba en mal estado. El chico se quitó su casco y caminó hacia la casa.
Al aercarse, el chico tocó el timbre y... ¡grave error! Varias trampas se activaron e Hicieron volar al chico por los aires. Y, antes de que cayera al suelo, una garra metálica lo atrapó. De pronto, un rostro desconocido observó desde una ventana.
-¿quién eres y que estás haciendo aquí?- preguntó un anciano de ojos azules, muy molesto, mientras lo sostenía.
-¡Soy Ted, Soy Ted!- gritó el joven, aterrado, mientras era sostenido por la garra- ¿tú... tú eres El UnaVez?
-¿no leíste los letreros? ¡nadie debe venir aquí!- gritó el anciano, que se hacía llamar "UnaVez"- ¡Largo!- le ordenó, y luego lo bajó, diciendo- ¡Y cuidado con la bota!
-¿Bota?- preguntó el joven, Ted, y de repente una bota salió y le dió un golpe en el trasero -Auch- se quejó Ted, tocándose la parte de atrás. Luego, se puso firme y le dijo al UnaVez- oye, me dijeron que, si te traía estas cosas, me hablarías de los árboles.
Dicho esto, Ted sacó de su bolsillo varios objetos: un billete de 15 centavos, un clavo y un caracol anciano. Enseguida, El UnaVez bajó una garra metálica, y volvió a agarrar a Ted.
-espera un momento: ¿Árboles?- preguntó El UnaVez, sorprendido.
-sí, árboles, aquellos que se llamaban "Trúfula, los que daban aire gratis, los que crecían en el suelo- aclaró Ted, hasta que UnaVez lo bajó nuevamente, y Ted se quejó -¡Auch!
Entonces, UnaVez capturó con su garra los tres objetos que llevaba Ted, y dijo: ¡con eso es suficiente, gracias!
-bueno, ¿vas a decirme qué pasó con los árboles?- preguntó Ted, curioso.
-¡ah! ¿quieres saber qué sucedió con los árboles?- le dijo UnaVez, pero luego pareció bajar la mirada con tristeza- ¿por qué ya no están más?- suspiró y dijo en voz baja- ¡la culpa es mía!
-¿qué dijiste?- preguntó Ted, luego El UnaVez bajó un audífono metálico para que Ted lo escuchara bien.
-¡LA CULPA ES MÍA!- exclamó el UnaVez, por el audífono, casi dejando sordo a Ted. Él sólo tosió molesto- y por mi invento: El Thnned- El UnaVez agarró el invento recién mencionado, que en realidad era un objeto rosa tejido, similar a una bufanda- era un gran invento, tenía mil usos.
-sí, seguro. Suena ridículo, pero buena onda- dijo Ted, con un tono burlón.
-pero claro que era buena onda- dijo el anciano, casi molesto. Luego, se preparó para contar la historia: todo comenzó hace muuuucho tiempo...
Ted interrumpió:
-¿y si le cortamos a la historia algo de tiempo?
-¿quieres un árbol?- preguntó el UnaVez, serio.
-sí, sí...- contestó Ted.
-entonces, todo empezó hace mucho, muuuuucho tiempo atrás- narró el UnaVez- yo era un joven que se iba de su hogar...
Nota: bueno, espero que les guste. Muy pronto continuaré el próximo capítulo. ¡Gracias!
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El Lórax (Historia)
AdventureTodos sabemos quién es El UnaVez: aquel monstruo que taló árboles, y destruyó todo un bosque, dejando a muchos animales sin hogar. Pero, un día, un joven llamado Ted llega a su hogar para que le cuente la historia de los árboles, y El Una Vez le pas...