Parte Única

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00:01 AM.

Jungkook se dirige a la puerta principal cuando escucha varios golpes provenientes del exterior. Una sonrisa difusa alcanza sus labios, porque el repiqueteo de las manos que golpean esa puerta suenan como esa melodía con la que ambos se comunicaban. Tres golpes seguidos. Pausa. Dos golpes. Pausa. Tres golpes de nuevo. Silencio. El azabache respira profundamente antes de envolver el pomo con los dedos y abrir la puerta. No tiene que sorprenderse cuando, frente a él, se encuentra su mejor amigo. Kim Taehyung; igual de alto que él, de piel besada por el sol, casi dorada para aquellos que aprecian la belleza, facciones duras y masculinas allá donde se necesitan, como en la mandíbula afilada o en sus cejas prominentes, sin embargo, Taehyung es una persona de contrastes, por lo que sus ojos son rasgados y su mirada dulce, profunda, similar a una noche estrellada. Su nariz está decorada por un pequeño lunar, y sus labios son prominentes aunque pequeños, y siempre están humedecidos por culpa de esa manía que Taehyung siempre ha tenido de relamerlos cuando está nervioso. Como justo en ese momento, cuando la puerta se abre y sus ojos buscan ayuda en la persona frente a él. Jeon Jungkook: la persona que más quiere en todo el mundo, pero también la que más problemas le ha causado.

Taehyung había llamado a Jungkook antes de ir a su casa. Le llamó y, entre lágrimas, le pidió un lugar donde pasar la noche. "Una noche, solo será una" le prometió, mas Jungkook esperaba que fuera una promesa vacía. Habiéndole escuchado romperse a través del teléfono, no iba a dejarle ir hasta haber arreglado su malherido corazón, incluso si no sabía muy bien cómo hacerlo.

La mirada comprensiva del azabache obliga al corazón de Taehyung a despojarse un poco del dolor. Jungkook, lo único que sabe, es que Taehyung necesita un hombro en el que apoyarse, y es por eso que en la primera mirada que comparten, quiere hacerle saber que él se encargará de ello.

— Hey, hyung.— Murmura, haciéndose a un lado. Taehyung da un paso al frente, adentrándose en la casa ajena -que por costumbre, se siente casi como la suya propia- y Jungkook cierra la puerta tras él. Sin que una palabra más haga falta, ambos caminan por el largo pasillo con un único destino en mente: la habitación.

Así es como funciona cuando suceden ese tipo de situaciones entre ambos. Si Jungkook fuese quien lo está pasando mal, Taehyung lo notaría, porque el azabache tiende a fruncir el ceño y estar malhumorado cuando algo malo ocupa su mente. Entonces, Taehyung le invitaría a su casa, su madre les prepararía un té y haría las galletas favoritas de Jungkook, y ambos se encerrarían en la habitación del mayor por horas, en silencio, hasta que Jungkook se sintiera lo suficientemente preparado como para dejarlo salir todo. Taehyung escucharía atentamente el torrente de palabras que el menor dejaría salir de sus labios en segundos, y luego simplemente se mirarían a los ojos, comprendiéndose, y pasarían el resto de la tarde entreteniéndose en algo que ambos disfrutaban, así como los videojuegos o leer mangas.

Sin embargo, cuando Taehyung es quién necesita de su mejor amigo, la situación es un tanto más complicada. Taehyung es un chico de contrastes, y así como parece siempre estar disfrutando de su vida y llenándose la boca de momentos increíbles que ha experimentado, lo cierto es que su corazón aguarda un gran vacío. Es un vacío que solo conoce Jungkook, y a veces hasta a él le cuesta encontrarlo. Taehyung parlotea todo el tiempo, de absolutamente todo. No obstante, sus sentimientos están guardados bajo llave. Así que cuando siente que se hunde y le es imposible subir a la superficie a por un poco de aire, es cuando necesita a Jungkook. Entonces, Taehyung le llamaría, le preguntaría si puede ir a su casa, y Jungkook, sabiendo lo que eso significa, prepararía sus pensamientos más positivos para proyectar en el ánimo decaído de su mejor amigo. Taehyung llegaría varios minutos después a su casa, y como se costumbre, se dirigirán a su lugar seguro: la habitación. Incluso si Jungkook vive solo, cualquier lugar en esa casa se siente ajeno a ellos si no es la habitación del menor. Allí, ambos se sentarían en la cama, y Jungkook intentaría por todos los medios posibles que Taehyung hablara, que se desahogara un poco. El mayor a menudo lloraría y balbucearía palabras que Jungkook no entendería, sin embargo, las validaría porque sabe que Taehyung no es bueno expresando sus sentimientos, así que eso sería suficiente para él. Y entonces, se estirarían en la cama y Taehyung abrazaría su cintura y recostaría la cabeza en su pecho mientras Jungkook jugaría con los mechones castaños de su pelo, hasta que dejara de llorar. Después de eso, todo volvería a la normalidad.

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⏰ Última actualización: Jun 03, 2020 ⏰

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𝗧𝗵𝗮𝘁'𝘀 𝘂𝘀 (𝘁𝗵𝗮𝘁'𝘀 𝗹𝗼𝘃𝗲) → 𝐾𝑜𝑜𝑘𝑉Donde viven las historias. Descúbrelo ahora