THE DREAM OF A PAINTING (PAUSADA)

04.

Lujuria, pasión y algo de amor. 

La casa de JaeHyun es bastante grande como para que Taeyong al día siguiente se pierda cuando quiera escapar de los brazos ajenos, solo que, Taeyong es un ebrio que recuerda caminos.

Tan pronto bajan del auto uno al otro se atacan con besos deseosos de lo que podría pasar en la gran habitación, JaeHyun ya no piensa en el beneficio de la duda, JaeHyun piensa que la duda lo hace creer que aquella criatura es lo más hermoso que hay en su ahora. 

La gran puerta se abre, Taeyong empuja al alto y este lo guía hasta su habitación, Taeyong se deja encantar por el lugar, JaeHyun sonríe encantado por su visitante. Las suaves y pálidas manos del menor empujan al alto sobre la cama, él no quiere que sean dulce con él, soportó demasiada dulzura antes y fue engañado mientras le juraban amor eterno, él quiere alguien fuerte, que lo marque, que le de un lugar en su vida donde pueda ser el fuego que arde y duele pero no quema permanentemente, quiere ser domado aún cuando es un sumiso en su interior. 

JaeHyun alcanza a besar la cálida piel un poco expuesta de los hombros ajenos antes de que el menor se aleje con una sonrisa y con ojos opacos en pasión. Taeyong observa como el alto aplastando un pequeño botón de aquel control hace que música empiece a salir fluyendo con sus movimientos, la habitación apaga sus luces fuertes dejando unas tenues luces azules y rojas salir bañando así la silueta fina y sensual del menor.

Taeyong mueve eróticamente sus caderas al ritmo de aquella música, la camiseta negra mangas largas transparente como una malla cae de sus hombros al soltar sus botones, JaeHyun jadea cuando en un pezón del menor ve un piercing brillar por las luces, el pelirosa sigue moviendo suavemente sus caderas, JaeHyun observa un bonito choker gargantilla aparentemente de terciopelo negro con un corazón metálico en medio, aquel accesorio contrasta muy bien con la piel pálida del menor, se distrae observando las clavículas del pelirosa cuando se escucha el sonido sordo de la hebilla del pantalón del menor chocar con la pulcra cerámica color blanco tirando a un gris, ahora frente a sus ojos está un Taeyong con un piercing en su pezón, un choker de terciopelo, unas clavículas marcadas y un bóxer de encaje negro cubriendo sus partes nobles. 

Un suspiro sueltan sus labios, Taeyong sigue moviendo sus caderas pero ahora caminando hacia el alto, traga saliva con cada paso que da el menor, siente su cuerpo caliente, sus labios están secos, jadea cuando la mano del menor cae directamente en su miembro, el cual y no para sorpresa está más que despierto. 

─ Parece que me deseas ─ susurra sobre los labios del alto, antes de que este pudiese responder ataca vorazmente los labios ajenos. Un beso intenso, entreabre sus boca y deja que la lengua contraria e intrusa juegue con la propia, sus suaves manos se posan en los hombros anchos del mayor, lo empuja un poco para luego ubicarse ahorcadas del contrario, las manos grandes caen en un nalgadas sobre los glúteos del menor acariciando la suave tela. 

─ Sería un loco si no lo hiciese. ─ sus palabras salen roncas por la respiración utilizada, un hilo de saliva los une, las mejillas del menor están sonrojadas y sus ojos brillosos de deseo, sus pequeñas manos avispadas juegan aflojando la corbata y desabotonando la camisa del alto, retira lentamente, acariciando la piel del mayor, besa su cuello al mismo ritmo en que sus manos retiran la camisa, aquella que segundos después caen en algún lugar de la habitación.

─ Hazme tuyo. ─ susurra dejando un beso y mordiendo el lóbulo de la oreja del mayor. 

─ No podré controlarme cariño... ─ sus manos ahora retienen el rostro del menor besando los labios rojos e hinchados.