- *quien puede preferir a una sola persona* - intento comentar, pero decidió no hacerlo - *me recuerda un poco a mi... pero la única diferencia es que jamas eligieron a mi hermano pequeño, siempre nos trataban por igual* - pensó recordando cuando intento llamar la atención de sus padres pero no daba resultado, en lo único en que le ganaba a inuyasha era en la competencia de quien tenia mas novias - *siempre me es legian a mi* - pensó, pero el ganador termino siendo inuyasha, cuando intentaron llamar la atención unas de las hermanas mayores, la primera era mayor y la segunda era menor: con la menor no tuvo problemas, pero con la mayor.
- *fue mas dura de lo que pensé* - pensó recordando cuando intento abrazarla por los hombros: que buena bofetada se recibió en ese mismo momento, aun recordaba la risa de su hermano - *esa chica es ligio a mi hermano menor en vez de ami* - oh como se va a lamentar de haberle escogido a él, si no mal recordaba - *creo que ya son tres años o cuatro en que salen juntos* - a su hermano menor tampoco le fue bien, a inuyasha en cambio recibió un puñete en su cara cuando intento cargarla, si era una chica dura de roer, aunque.... - *tiene un corazón frágil*
Aun recordaba cuando unos de su supuestos amigos le habían dicho algo como: deja de ser la que mas atención tienes, tu sabes que todos están contigo solo por tu hermana menor, esa fue la gota que había derramado el vaso. Había dirigido su vista a la chica de cabello largo color negro, lo que vio le había sorprendido bastante, ella oculto sus ojos bajo su flequillo y solo apretó sus puños mientras tenia la mirada baja, y dijo.
- dime algo que no sepa - y con eso se fue del lugar corriendo, miro a la hermana menor de ella, y vio como tenia una sonrisa en su rostro, sin perder tiempo se había ido para consolar a la chica que se fue hace unos instantes, pero cuando la alcanzo le sorprendió lo que escucho.
- ay niña, que no entiendes?, solo eres una gata abandonada, a quien nadie le importa - esas palabras le llegaron hasta a él ¿niña?, pero si ya era mayor de edad. Miro por la curva del pasillo y vio a una señora al frente de ella, si no estaba equivocado, esa señora debería ser su madre.
- ya no soy una niña madre, tengo como 18 años - contesto, mientras se hacia la fuerte en frente de su madre, simplemente no podía ver la cara de la joven ya que estaba apoyado en la pared del pasillo, escuchando su conversación, y en primer lugar... ¿que hacia su madre en ese lugar?, la señora solo soltó un resoplido, y se fue de ahí sin decir nada mas, cuando vio que ella ya se había ido, salio de su escondite y se empezó a acercar a ella, pero paro en seco cuando vio que inuyasha había ganado su intención, con solo recordar ese abrazo le entraba ganas de golpearle la cara. Si hubiera sido él que la hubiera abrazado ese día, le hubiera preferido a él por encima de su hermano menor.
- *desde ese día fueron amigos* - pensó con los dientes apretados - *¿después de eso fueron novios?, preferido no saber*.
Estar en los brazos de él, era lo mejor que lo había sentido casi durante mucho tiempo, ¿cuando fue la ultima vez que alguien la abrazaba de esa forma?, apenas y recordaba cuando inuyasha la había abrazado en la preparatoria, cuando alguien la había dicho lo obvio, con su corazón roto los reclamos de su madre no ayudaron en nada para aliviar su dolor.
- *yo estaré para cuidarte* - recordó las palabras de inuyasha, cuando envolvió sus brazos alrededor de su cuerpo para consolarla, como le gustaría que le dijera eso ahora mismo, como le hubiera gustado al otro albino que intento enamorarla el que la hubiera abrazado ese mismo instante - *si, solo hubiera llegado antes, yo...* - pensó mientras enterraba sus rostro en el pecho del que la estaba abrazando ahora, pero su mente y su vista se dirigieron hacía abajo y sintió como se convertía en un tomate maduro del año - *me olvide que sigo desnuda* - y de repente alzo su rostro enrojecido para verle a sesshomaru a los ojos.
Hace unos instantes estaba destrozada como cuando rompes un vidrio con una piedra, y ahora esta como un tomate maduro que esta apunto de explotar como un volcán, cuando intento preguntar el porque tenia ese rostro?, su cuerpo y pecho descubierto sintió los pezones duros de ella que estaba aferrado a él como un salvavidas, y de un momento a otro la soltó como si fuera algo prohibido tapándose sus orejas cuando ella grito de la vergüenza.
- *pues si tiene pulmones fuertes* - pensó mientras tenia sus manos en sus orejas y cerraba sus ojos al instante, y se levanto cuando ella le grito que saliera, que sale después, con eso se fue de la habitación de invitados y la espero en la sala - *por alguna razón me divierte su expresión* - pero su sonrisa se desvaneció cuando recordó que inuyasha iba a presentar a su novia el día de navidad para decirles que se va a casar con ella - *¿sera que es la misma?, la novia de inuyasha se llama kikyo, seria una coincidencia de que ambas se llamara igual...* - de ser así, él habría ganado, pero no tendría que sacar conclusiones todavía, primero tendría saber como se llama la joven que esta en su habitación, cuando escucho la puerta abrirse se dio la vuelta para ver que tenia puesto su pijama blanco - ¿como te llamas? - pregunto llendo al grano.
- kikyo - contesto rápidamente, sorprendiendo al peli-plateado, era ella.
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En el amor te perdí y en el dolor te encontré
RomanceKikyo está embarazada de inuyasha, pero él no lo sabe, cuando intenta decirle la noticia se queda en estado de shock cuando ve a su amado con su hermana menor. Con lágrimas en sus ojos olvidará a inuyasha topándose accidentalmente con sesshomaru - k...