Prólogo

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Atención: éste libro está situado en el universo omegaverse, por lo tanto tiene elementos de ficción y menciones a la homosexualidad. SI no es de su agrado se agradece no comentar nada malo y sólo dejar de leerlo, gracias. Si gustan leerlo, espero que lo disfruten.

Cuando uno es pequeño se piensa que la vida será como se muestra en los cuentos de hadas. Tener una pareja perfecta, hacer la familia perfecta en fin, tener una vida perfecta.

Pero a la medida que vamos creciendo nos hacemos concientes de lo que nos rodea y no todo es perfecto.

Y así fue como yo caí en cuenta de eso. Olivia, Olivia Chae, una hermosa niña de tez palida, cabello oscuro como la noche y unos preciosos ojos café miel que parecieran tener una galaxia dentro de ellos; o al menos así es como me describían. Como todas las noches de pequeña me preparaban para descansar. A mí lado estaba sentada mi madre, una hermosa señora que era bastante parecida a mí, mientras me contaba una historia para dormir.

- Cameron me dijo que de grande será el alfa de Beth, al parecer son destinados -  recuerdo contarle con gran ilusión después de escucharla historia que había terminando de contar - ¿Crees qué de grande consiga estar con mi destinado como la princesa, mami?

- ¡Claro, cariño! - me dijo mientras acariciba con gran delicadeza mi rostro con una gran sonrisa - Aunque no será del todo fácil.

Y lo sabía perfectamente, pero me negaba a darme por vencida tan fácilmente. Desde pequeña pensaba en encontrar a mi predestinado que presentaban en los cuentos que mi mamá me leía antes de dormir pero cuando cumplí 13 años de edad y mis resultados de la prueba que no hacen en el colegio mostraron qué era beta y ahí, mis sueños fueron derrumbados.
Poco a poco ví como varios chicos comenzaban los romances con sus predestinados.

Ahí fue cuando comprendí, los betas no tienen alma gemela. Así funciona este mundo.

- ¿Por qué la cara larga? - recuerdo que me preguntó mi mejor amigo, Cameron, que venía con Beth pegada a él, que envidia, pensé.
- ¿Acaso es porque te presentaste como beta? - Beth preguntó en un tono que nunca había oído en ella, era como de burla.
- No es eso - negué con una sonrisa- Solo estoy triste de que ya no los veré - me excuse, era cierto, mis mejores amigos se irían de la ciudad y ninguno sabía cuando nos volveríamos a encontrar pero prometimos volver a vernos. Y por otra parte me sentía triste de verlos juntos, sigo sin entender porqué.

Pero pasaron los años y con ellos encontré nuevas aspiraciones. Pasé por mucho aún siendo tan joven a mis 25 años de edad estoy logrando cosas que nunca pensaron que una beta realizaría. Estoy al mismo nivel qué los alfa y actualmente trabajo como gerente en la compañía más grande de la ciudad.

Con los años también cambió mi forma de pensar. Y ahora detesto a los alfas, las personas no son como en los cuentos de hadas.

La mayoría de los alfas son bastante egocéntricos, tercos y unos completos idiotas. Quieren todo bajo su poder y se aprovechan de los más débiles. En su mayoría, omegas, mucho más si se acercan o entran en celo.

Pensaran que tras lo ocurrido no quiero encontrar mi predestinado ahora pero, no es así. Aún quiero complacer mi sueño de niña y aunque haya cambiado todo lo que pienso sigo con la pequeña ilusión de encontrarlo, aunque tal vez no exista.

O, ¿sí?

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⏰ Última actualización: May 12, 2022 ⏰

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