The World of Dead 3

Prólogo: "Bienvenidos a Sire's Hollow"

Era una noche oscura y lluviosa como cualquier otra en la enorme ciudad de Canterlot City, las personas se encontraban resguardadas en sus hogares, en sus oficinas o en los comercios, el alumbrado público de las calles tintineaba y la única luz que brillaba en medio de aquella inmensa oscuridad provenía principalmente de los edificios ubicados en el Distrito Financiero de la ciudad.

Al mismo tiempo a varios kilómetros de ahí, por una oscura carretera que atravesaba el Bosque Everfree, una pipa de doble remolque cargada de gasolina era conducida por un hombre corpulento de piel color durazno, cabello y barba café, vestido con camisa de cuadros roja, pantalón de mezclilla, botas texanas cafés y que llevaba puesto en su cabeza una gorra color azul cielo.

El hombre manejaba tranquilo por la carretera mientras escuchaba la radio y comía una jugosa hamburguesa con queso, luego de unos minutos volvió a darle otro mordisco a su hamburguesa al tiempo que los comerciales de la radio llegaban a su fin para dar paso a la voz del locutor de la estación que decía:

-Y regresamos nuevamente a la Hora Macabra con Shield Imagination, tengo en el teléfono a un chico de Sire's Hollow llamado Double Diamond quien nos contara una macabra experiencia; ¡Adelante Diamond! ¡Te escuchamos!

-G-Gracias por abrirme un espacio en tu programa, Shield -respondió nerviosa una voz masculina a través de la radio -Esto que te voy a contar no es algo inventado, es algo que me ocurrió hace unos días, s-solo espero que me creas.

-No te preocupes, chico -dijo el locutor entre risas -Aquí toda experiencia paranormal es bienvenida, así que no serás ni el primero ni el último, ¿Qué te ocurrió?

-T-Todo comenzó una noche que había ido al Bar Donut Joe que está cerca del centro, yo me tuve que salir por un callejón oscuro debido a que tuve un pleito con un motociclista -respondió Double Diamond -Camine durante algunos segundos por ahí hasta que me topé con una chica de piel grisácea y cabello negro, la cual lanzaba gruñidos como si fuera un perro rabioso. Le pregunte... Si necesitaba ayuda... p-pero cuando ella se acercó a mí pude notar que no tenía un rostro humano... p-parecía... el rostro de un muerto.

- ¡Jajaja! Es igual que mi mujer -dijo el conductor de la pipa riendo mientras le daba otro mordisco a su hamburguesa con queso.

- ¿Una mujer que tenía el rostro de muerto? ¿Y cuántas copas llevabas encima, colega? -preguntó incrédulo Shield Imagination a través de la radio.

- ¡No estaba borracho! Ni siquiera tome tanto -respondió molesto Double Diamond -Esa mujer intentó morderme en el brazo, luego de unos segundos intente salir corriendo, pero me topé con un vagabundo que intentó asaltarme y... c-cuando lo esquive... volteé hacia atrás solo para ver como la mujer le mordía el cuello a ese pobre hombre... ¡Fue horrible! ¡Espantoso! Lo peor... fue que unos segundos después... ese vagabundo se transformó en un ser similar... ¡En un monstruo!

- ¡Eh! ¡Tranquilízate, chico! Lo importante es que nos contaste tu historia aquí en la Hora Macabra -dijo el locutor tratando de calmar los nervios del chico - ¿Algo que añadir, Double Diamond?

-S-Si... que todos los habitantes de Sire's Hollow se cuiden de esas cosas... porque... si te muerden, te convierten en un...

De repente, la señal de la radio fue interrumpida por la estática, lo cual molestó al conductor de la pipa, quien había empezado a agarrar interés en la historia que narraba Double Diamond en el programa, incluso el conductor golpeó la radio tratando de hacerla funcionar, pero esta siguió reproduciendo estática.

- ¡Ah carajo! Se estaba poniendo interesante -se dijo a sí mismo el conductor, quien finalmente apagó la radio y continúo conduciendo durante algunos minutos más hasta que, al estar cerca de los límites con Sire's Hollow, lanzó un fuerte bostezo diciendo -Ah... Estoy cansado... creo que voy a... ¡Mierda! -exclamó asustado el conductor pisando el freno para evitar atropellar a una chica que cruzaba la carretera, pero fue inútil y esta terminó volando por los aires para finalmente caer en el pavimento - ¡Oh Dios! ¡Oh Dios! ¡Oh Dios! -exclamaba asustado el conductor bajando de la pipa y acercándose al cuerpo solo para darse cuenta que este no se movía -Oh Dios mío... ¿Y ahora qué hago? -se preguntó preocupado el conductor quitándose la gorra para limpiarse el sudor de su frente sin darse cuenta que, justo detrás de él, la chica volvía nuevamente a levantarse, pero al ser iluminada por las luces de la pipa se podía notar que está tenía la piel grisácea, así como manchas de sangre en su boca.